RÉCORD

Luis Suárez volvió a hacer historia conla camiseta de Uruguay. Acostumbrado a hacer de las suyas, el Pistolero fue llamado a su juego y no defraudó. Diego Alonso decidió que, ya con la clasificación consumada, el artillero esperara en el banco y en su lugar jugó Cavani. Pero la desafortunada lesión del Matador lo llevó a ingresar antes de lo previsto para escribir una nueva página dorada. 

El delantero del Atlético Madrid ingresó al campo con el partido empatado y un récord al alcance de la mano: convertirse en el máximo goleador histórico de las Eliminatorias en soledad. En la antesala de este partido estaba igualado con Lionel Messi, su íntimo amigo, con 28 goles. Y La Pulga disputaba en simultáneo su juego ante Ecuador, donde fue titular. 

Pero en lo que probablemente fue su último partido de Eliminatorias no dejó pasar la oportunidad y superó a su antiguo compañero con una obra de arte. A los 78 minutos de juego capitalizó una pelota que quedó librada a la suerte dentro del área rival y, fiel a su estilo que lo acostumbra a brillar, improvisó una chilena que venció al arquero y fue directo a celebrar. 

Enseguida sus compañeros corrieron a abrazarlo con Maxi Gómez como escolta principal y el Pistolero se acercó de inmediato a saludar al profe Ortega, que justo cumplía años. El festejo, por más que fue compartido por todos, hizo brillar en soledad a Suárez, que se convirtió en el máximo artillero en la historia de las Eliminatorias con 29 goles. 

El tanto le permitió superar al mismo Messi, que no pudo marcar en el empate 1-1 de Argentina ante Ecuador ya que el tanto lo marcó Julián Álvarez en su debut como titular. De esta forma, el rosarino quedó en las puertas de obtener un nuevo récord en lo que fue posiblemente su último partido por Eliminatorias con la albiceleste, teniendo en cuenta que ya había declarado que tras el Mundial deberá replantearse "muchas cosas". 

Si este fue el último juego del salteño por Eliminatorias con la camiseta de la Celeste, fue la despedida perfecta: volvió a marcarle a Chile, se superó a sí mismo y, por más que en Atlético de Madrid en la actualidad no tiene la continuidad deseada, volvió a demostrar que está mejor que nunca en la antesala de lo que puede ser su cuarto Mundial para él.