Peñarol y Defensor Sporting pueden protagonizar un partido picante

TORNEO APERTURA

Peñarol perdió con Fénix y tuvo errores en todas sus líneas. Defensor Sporting perdió con Liverpool, en su casa, y mostró debilidades significativas. Ahora, en la segunda fecha del Torneo Apertura, este viejo cruce que siempre estuvo cargado de sal y pimienta vuelve a darse con un tono bien picante. Es que no hay dudas que el resultado final puede dejar una marca importante, quizás hasta termine arrojando un costo elevado.

Mauricio Larriera, que volvió a comprobar que la sequía de goles de Agustín Álvarez Martínez es grande, al punto tal que ni siquiera pudo cortarla con el remate del penal que tuvo a su favor en el Parque Capurro, analizó que el aporte de un nuevo socio en la ofensiva podría entregarle al “Canario” mejores posibilidades para definir las jugadas.

Y eso seguramente termine modificando la figura táctica, porque de confirmarse el ingreso de Ruben Bentancourt como doble 9 (aunque lo quieran poner por un costado se tirará hacia el medio), el equipo perderá a un extremo por banda o un mediocampista. Pero hay algo que es inevitable, porque el DT una solución debe encontrar para que el equipo recupere el poderío perdido en la red rival.

El Violeta, en tanto, también deberá poner las barbas en remojo. O mejor dicho los ojos en las virtudes de su rival y los defectos exhibidos en el estreno.

Para empezar un doble 9 fue un castigo muy grande para su retaguardia con la dupla de Liverpool que lastimó en el debut por el Apertura. Tampoco debe descuidar los laterales, porque por los costados el Peñarol de Larriera, aunque acusa una carencia de gol, sabe quebrar las líneas.

Se miden dos equipos que no despegaron de la mejor forma y que dejaron más dudas que certezas, por lo que un nuevo traspié empezaría a poner piedras en el camino.

Quizás el aire se puede enturbiar más para el lado de la Farola, porque en filas de Peñarol hay un Campeonato Uruguayo ganado que oficia de escudo protector. Eso sí, todo dependerá del resultado y de la forma en la que se concrete, porque paciencia nunca sobra en los grandes.