TRICOLORES

Un llamado de la noche a la mañana puede cambiar la realidad deportiva de cualquier entrenador, en especial si proviene de un cuadro grande.
Cuando a fines de 2021 le sonó el teléfono a Pablo Repetto en Ecuador, el interesado tenía un nombre de peso: Club Nacional de Football.

Consciente de lo que se jugaba, el técnico igualmente aceptó, armó las valijas y emprendió viaje en busca de un “sueño”, que le duró 328 días.
Pese a salir campeón uruguayo en 2022, Repetto resolvió dar un paso al costado previo a 2023 y priorizó el bienestar de su familia, que estuvo un año residiendo en Ecuador a la distancia.

Con su decisión, no hizo más que ratificar una tendencia que se viene repitiendo en Nacional desde la última década: técnico que sale campeón, deja el equipo.

Los tricolores son los máximos ganadores de torneos locales en lo que va del siglo XXI por amplia diferencia, con 12. También, desde 2011, han sido los que más Uruguayos levantaron, con un total de siete. De todas maneras, hay una arista en la que siguen fallando -y que trasciende a Repetto- y es la continuidad de sus directores técnicos campeones.
En los últimos 10 años pasaron por una situación similar seis nombres distintos, que se despidieron con un campeonato abajo del brazo: Pablo Repetto, Martín Ligüera, Álvaro Gutiérrez, Martín Lasarte, Gerardo Pelusso y Marcelo Gallardo.

Y peor aún: cinco de ellos, con matices en las razones, compartieron una similitud: abandonaron el equipo siendo campeones vigentes.
El caso de Ligüera, que antecede a Repetto, es recordado por haber asumido en dos oportunidades como DT interino. En una de ellas -la primera- aceptó a falta de dos partidos para finalizar el Clausura 2020 cuando Nacional ya estaba clasificado a la final, que le terminó ganando por un global de 4-0 a Rentistas. La segunda vez inició a mediados de agosto de 2021 en lugar de Alejandro Cappuccio y permaneció hasta diciembre de ese año, luego de quedar a un paso de la definición. La aventura de Álvaro Gutiérrez dio pie a un bicampeonato tricolor (2019-2020), que irrumpió Peñarol en la siguiente campaña, sin su presencia.

Al igual que lo había hecho en su primera etapa (2014-2015) se fue del club con la medalla de campeón colgada en el pecho. Su nombre sonó tras la desvinculación de Ligüera, pero por motivos personales descartó la propuesta.

Por otro lado, Lasarte -que ya había sido desvinculado por decisión del entonces presidente Ricardo Alarcón, después de obtener el Campeonato Uruguayo 2005/06- repitió a mediados de 2016. Se quedó y a la temporada siguiente se fue en común acuerdo con la directiva. Distinto fue el destino de Gallardo que anunció su renuncia días después de su primera consagración como DT.

Gerardo Pelusso, que dirigió al club en dos períodos distintos, también supo ser campeón uruguayo como entrenador del plantel de Primera División. Lo hizo en la 2008/09, una temporada particular en la que Nacional necesitó de cinco finales para superar a Defensor Sporting. Además, al año siguiente el equipo llegó hasta la semifinal de la Copa Libertadores.

Pelusso no corrió con la misma suerte cuando regresó al equipo en 2014. En ese último ciclo cerró con una efectividad: 44,4% (10 victorias, dos empates y 12 derrotas).