El noble gesto de Josema Giménez que pasó algo desapercibido en el partido entre México y Uruguay

El capitán de la Celeste estuvo atento a una niña en muletas que tuvo algunas dificultades para acercarse a donde estaban los jugadores y dar su discurso previo al encuentro que terminó sin goles.

José María Giménez, capitán de Uruguay, durante el partido amistoso frente a México en Torreón.
José María Giménez, capitán de Uruguay, durante el partido amistoso frente a México en Torreón.
Foto: AUF

Redacción El País
A partir de que pitó el árbitro panameño Fernando Morón, que no tuvo una buena noche, México y Uruguay protagonizaron un partido muy reñido, con varias discusiones y encontronazos entre los futbolistas, pero antes del saque inicial hubo un noble gesto que Jose María Giménez protagonizó junto al capitán azteca Edson Álvarez.

El primer tiempo evidenció grandes problemas de la Celeste para salir con pelota dominada desde el fondo. La selección local presionó alto y fue un grave problema para los dirigidos por Marcelo Bielsa que pudieron haberse ido al descanso en desventaja de no ser por la falta de efectividad de los mexicanos.

Para el segundo tiempo, México ya no pudo mantener la intensidad de la primera mitad y Uruguay mejoró algo ayudado también con los ingresos de Nahitan Nández y Facundo Torres que le dieron algo de respiro por las bandas a la Celeste. Con el partido más aparejo, el trámite se volvió muy reñido, hubo muchas faltas y la mala tarea del equipo arbitral contribuyó con que subiera la temperatura a nivel de juego.

Precisamente Nández pudo haberse ido expulsado luego de una durísima entrada sobre el juvenil Gilberto Mora, de 17 años, pero la acción fue desestimada por el árbitro y, sobre el final del partido, luego del ingreso de Maximiliano Araújo, hubo un claro penal sobre el hombre del Sporting Lisboa que tampoco fue percibido por Morán o sus compañeros en cancha o en el VAR. Las malas decisiones de los referees llevaron a que el ánimo entre los futbolistas no fuera el mejor, pero antes del partido los dos capitanes habían tenido un gran gesto.

México será uno de los países anfitriones del próximo Mundial junto a Canadá y Estados Unidos y es una buena oportunidad para los aztecas de dar un buen mensaje y educar con el ejemplo. En la previa al partido con Uruguay, una niña tenía que dar un discurso sobre la importancia de la educación, pero tuvo algunos problemas para acercarse a los jugadores porque sus muletas no podían avanzar con facilidad sobre los carteles de publicidad que había en el césped.

Ser capitán es mucho más que tener voz de mando y ser un líder dentro de la cancha y José María Giménez fue el primero en percatarse de la situación. El capitán de la selección uruguaya se acercó a la niña y la ayudó a liberarse de la lona en el suelo que no la dejaba avanzar y, junto al capitán de México, Edson Álvarez, que también se acerco a la escena, la ayudaron a llegar hasta donde estaban formados los futbolistas. "Somos uno por la educación. Aprender a leer y escribir es la mejor jugada", dijo la niña en su discurso y recibió un cálido aplauso del estadio.

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