El fuerte cruce de Gustavo Matosas con Martín González durante Boston River vs. Danubio: “Callate, coimero”

Redacción El País
La fecha 12 el Torneo Clausura abrió con el empate 0-0 entre Boston River y Danubio en el Campeones Olímpicos de Florida. El partido no tuvo goles pero sí un polémico cruce entre Gustavo Matosas y Martín González.

Todo comenzó en el minuto 72 cuando tras una falta que desembocó en jugadores del local increpando a Emiliano Figueroa, futbolista de 18 años. “¿Qué le hablás a Emiliano?”, gritó el entrenador de Danubio mientras sus futbolistas se acercaban a defender al joven.

“Tiene 17 años bo, ¿qué querés? Es un pibe, ¿qué te pasa?”, añadió desde atrás de la línea de cal.

Foto: Captura Disney+.

Matosas lanzó algunos insultos más y segundos después el árbitro principal, Hernán Heras, se aproximó a él, le mostró la tarjeta amarilla y le advirtió: “Yo me encargo de los jugadores”.

Pero el lío no finalizó ahí, de hecho, recién había comenzado. A los 76' mientras el Colo Romero estaba tendido en el césped, González, de 31 años, se acercó al entrenador en lo que pareció comenzar como un cordial diálogo. Pero no fue este el desenlace.

“Hace hijos ya. ¿Qué me decís que tiene 17 años? ¿De qué pibe me hablás?”, le dijo Martín González, a lo que Matosas contestó: “Lo que quieras y cuando vos quieras”. “Tranquilo, metete en el partido”.

Pero el zaguero redobló la apuesta: “Callate coimero, deja de pedirle plata a los jugadores”, le lanzó.

El comentario de González tiene que ver con una acusación al entrenador en 2019. En aquel entonces, se filtró un supuesto audio de una conversación con el representante Fernando Pavón, donde hablaban de un porcentaje para el técnico por la transferencia del uruguayo Matías Britos a León. De todas maneras, esto nunca se confirmó. “Es un audio raro”, dijo Matosas tiempo después acerca el episodio.

En el mes de la concientización sobre la lucha contra el cáncer de mama, los futbolistas de Boston se sumaron a la Fundación Hilo Rosa que trabaja con mujeres con cáncer de mama y sus respectivas familias. Por eso salieron a jugar con dorsales rosados y muchos de ellos optaron por ponerles el nombre de sus madres.