Guillermo De Amores, arquero titular de Peñarol, habló de todo con Ovación: la cualidad más destacada de Diego Aguirre, su anhelo con el club que ama, cómo gestionó las críticas por ciertos errores puntuales y de qué manera afrontó el plantel la salida de Darío Rodríguez. También se refirió a la similitud de Matías Arezo con un ex-goleador uruguayo.

-¿Cómo percibís al plantel de Peñarol para la recta final del Campeonato Uruguayo?
-Sin dudas que estamos motivados, hemos pasado semanas con muchos cambios donde los resultados no se venían dando, y eso obviamente que bajonea. Pero tanto este último partido (con Fénix) como el otro (ante Plaza Colonia) estábamos con la expectativa de poder hacer un buen final de torneo y conseguir el objetivo de salir campeones. Estamos motivados y con ganas de terminar bien el año, como se debe. Ante Racing va a ser un partido apretado. Tienen un gran plantel, vienen de una seguidilla de victorias y cuentan con un DT que lo viene haciendo muy bien.

-¿Pensás que estos dos últimos partidos van a ser igual de cerrados que ante Fénix?
-El partido con Fénix fue muy cerrado, hacía mucho calor y la cancha no estaba en las condiciones que debe estar un campo de Primera División para poder desplegar un buen fútbol. Obviamente que el rival influye, ellos también se están jugando cosas importantes y siempre los Clausura son muy apretados. Todos nos jugamos cosas y cada rival hace su juego. Se dio el partido así; el que hacía el gol tenía grandes chances de llevarse el triunfo y así fue.

-Justo en el último partido Matías Arezo aportó otro gol en Peñarol. ¿Qué le ves de especial al goleador de ustedes?
-Matías (Arezo) es un jugador al que ya le ha tocado debutar muy chico y viene demostrando desde muy temprana edad la clase de goleador que es. Tiene cualidades para poder hacer una gran carrera y tener un gran futuro. Obviamente que depende de él poder seguir creciendo, madurando y dando pasos firmes en su carrera. Es un goleador nato y tiene un potencial terrible para poder seguir creciendo.

Foto: Estefanía Leal.

-¿Hay alguna cualidad puntual suya que te sorprenda?
-Arezo tiene esas cosas propias de los goleadores, que siempre está buscando el gol, que no se va de un entrenamiento sin poder rematar al arco o con esa sensación de que hoy, mañana y todos los días es un goleador nato. Creo que eso es muy importante, una gran cualidad suya y la he visto en algunos jugadores de su posición más grandes con los que he tenido la oportunidad de compartir en algún otro lado. Y físicamente tiene un potencial terrible.

Foto: Leonardo Mainé/Archivo El País.

-¿Con cuál futbolista de los que has jugado hacés la comparación?
-A Matías Arezo lo veo muy parecido a Emiliano Alfaro. Tiene muchas cosas de él: ese hambre insaciable de poder competir todos los días, ganar, hacer goles y estar todo el tiempo con el arco entre ceja y ceja. Creo que en estos meses que conocí a Mati (Arezo) lo veo muy parecido a Emi en su paso por Liverpool cuando yo recién subía a Primera División y él tenía eso que después lo llevó a hacer su gran carrera por Europa y varios países.

-Has tenido buenas atajadas en el arco de Peñarol, y también algunos errores puntuales. ¿Cómo tomaste las críticas en ese momento?
-Soy consciente y el primer autocrítico en ese sentido. Sé que estamos expuestos a cometer errores, más en nuestra posición, que sabemos que cuando nos sucede atrás tenemos el arco y generalmente son goles. Y uno después obviamente que no puede estar pendiente a una red social o a lo que se hable. Estoy bastante maduro en ese sentido; me siento bien, tranquilo y trabajando día a día. Eso me da tranquilidad para hacer mi trabajo dentro de la cancha y poder ayudar al equipo cuando me toca.
Obviamente que al hincha uno lo entiende, sabe que cuando se pierde o las cosas no salen está enojado y que nadie quiere cometer errores. Yo también soy hincha y soy el primero que me caliento y enojo, pero uno como profesional no puede estar pendiente en este caso porque demasiado tenemos que estar trabajando día a día con la gente que está alrededor nuestro, que nos ayuda para que demos nuestro máximo potencial dentro del campo.
Sabemos que cuando se cometen errores o no se gana van a estar las críticas, y también que si ganás o tenés un partido bueno es todo color de rosas. Y en realidad hay que mantener el equilibrio en ambos casos. Cuando las cosas van bien no sos el mejor, y cuando van mal tampoco sos el peor. Me quedo con el hecho de seguir aprendiendo día a día y disfrutar de esta experiencia hermosa de estar jugando en Peñarol.

-¿Cómo lo definís a Diego Aguirre?
-Sin duda que Diego Aguirre es un técnico de la casa, conoce más que nadie al club, sabe lo que es estar dentro de Peñarol y eso es una ventaja para estar compartiendo el día a día con nosotros. Nos ha transmitido lo que es el club, lo que se vive acá y el saber gestionarlo. También tiene un cuerpo técnico muy catalogado con el que se trabaja muy bien. Es muy buena la llegada de Diego para todos los ámbitos del club.

-¿Su rol de motivador es la cualidad que más lo destaca?
-Sí, sin duda que Aguirre tiene su momento donde debe dar su motivación al grupo, levantarlo. Sabe cuándo hay que apretar y cuándo hay que dar una indicación táctica. Creo que en ese sentido él transmite y su presencia también genera mucho. Todos sabemos lo que es como figura histórica de Peñarol. Creo que para nosotros es muy importante tener acá a alguien con una trayectoria como la suya.

Foto: Leonardo Mainé/Archivo El País.

-¿De qué forma influye que sea una figura histórica al momento de darles una indicación? ¿Eso le da mayor espalda para hacerlo?
-Uno es hincha, lo vivió por la tele en otra etapa y sabe lo que ha sido históricamente Diego Aguirre, al igual que Pablo (Bengoechea) y el Indio Olivera, que comparten el día a día con nosotros y son figuras e historia pura de Peñarol. Siempre que esté una figura así o gente que quiera hacer algún aporte o comentario se recibe con los brazos abiertos. Después, como entrenador, sea quien sea tenés que acatar las órdenes y respetarlo como el mejor porque es quien dirige el barco en su momento.

Foto: Estefanía Leal.

-¿Como hincha tenés algún recuerdo de Diego Aguirre como entrenador?
- Sí, obviamente acompañé mucho a Peñarol desde chiquito y celebré los torneos de 2003 y 2009/2010. Siempre estuve pendiente y él siempre se fue con la mejor imagen del club. Justo en la final de la Copa Libertadores 2011 yo estaba en el Mundial Sub 17 de México y me acuerdo que allá nos quedábamos con algunos chicos hasta bastante tarde mirando la final con Juan San Martín, Alejandro Furia y alguno más también. Llegué a ir a ver el partido contra Vélez (semifinales) con amigos en el Estadio Centenario y fue algo maravilloso lo que se vivió.

-¿Cómo vivió el plantel en la interna los días caóticos que derivaron en la salida de Darío Rodríguez?
-Sin duda que para nosotros fue sorpresiva (la salida de Darío Rodríguez). Y la verdad no se esperaba, pero sabemos que los clubes grandes son así, que también por todo el momento que estaba viviendo el club políticamente podían pasar cosas así y, lamentablemente, tocó la salida de Darío (Rodríguez), que también es un excelente profesional al igual que su cuerpo técnico. Sabemos cómo funciona esto del fútbol y lamentablemente tocó su salida.

-Te formaste en Liverpool y jugaste allí varios años. ¿Por qué creés que ese tipo de juego hoy no lo ponen en práctica Peñarol ni Nacional?
-Hay algo que está claro que es la continuidad que ha tenido el proyecto de Liverpool desde la llegada de (Paulo) Pezzolano. El mantener una línea de entrenador, de jugador y el seguimiento de un proyecto no solo por tres, cuatro partidos, seis meses o un año. Creo que esa es la base de lo que hoy se está viendo deportivamente en Liverpool.
Me tocó estar muchos años allí y sabía que cuando la parte deportiva se estabilizara la cosa iba a mejorar. Era evidente porque la estructura del club y la gestión también se hacía muy bien en la época que estuve. En los ocho años que estuve en Primera solo en una temporada mantuvo a un entrenador, que fue cuando estuvimos en la “B”, que ascendimos tranquilamente e hicimos una gran temporada con el Turco Apud.

-En este mismo sentido, ¿tiene alguna influencia la presión de jugar en un grande?
-Esa puede ser también una de las partes, quizá puede influir un poco. Obviamente no es lo mismo competir en un cuadro que en el día a día no tiene tanta exigencia como puede ser Liverpool, pero eso va en la continuidad y en lo que exija cada cuerpo técnico de turno y el club para poder seguir creciendo.

-¿Qué significaría ser campeón uruguayo con Peñarol?
-Desde chiquito cuando empecé a jugar al fútbol tengo ese sueño de ser campeón con Peñarol y quiero hacerlo realidad.