Este fin de semana lo árbitros Nadia Fuques y los asistentes, Diego Ponce y Sebastián Rovassio, fueron los encargados de impartir justicia en el partido de la Primera División Amateur que jugaron Villa Teresa y Cooper. El partido terminó con victoria de los de Carrasco por 1 a 0, pero hubo una trifulca por un penal cobrado sobre la hora que fue denunciado por la jueza.

Según supo Ovación, en el expediente confidencial presentado ante Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) Fuques denunció al arquero Nicolás Marticorena de golpearla por la espalda, empujarla e insultarla; a Johnatan Píriz, de empujarla y amenazarla de muerte; y a los integrantes del cuerpo técnico, Maximiliano Bajter, Marcelo Tapia y Mauricio Garay, por injurias y amenazas.

Este miércoles 2 de agosto, la Asociación Uruguaya de Árbitros de Fútbol (AUDAF) emitió un comunicado en el que se denunciaron los hechos y se reclamó más seguridad. Además de anunciar que denunciará penalmente a los involucrados en el tema.

"Rechazamos enfáticamente cualquier manifestación de violencia en el fútbol uruguayo y nos solidarizamos con nuestros compañeros, como así con toda aquella persona que haya resultado afectada por los hechos", destaca la misiva.

Además, reclaman "triplicar" la cantidad de personal de seguridad para los cuerpos arbitrales, especialmente en los partidos que dispute Villa Teresa como local y visitante. También reclamaron a la AUF apoyo para que las normas se apliquen con "rigurosidad".

En tanto, este miércoles desde Villa Teresa negaron a Ovación las agresiones físicas contra la jueza y admitieron que hubo una discusión por las decisiones arbitrales, pero que no se la golpeó ni amenazo de muerte.

"Nadie le pegó a nadie. Hubo un borbollón por las acciones de juego, pero lo normal de cuando un partido termina así", enfatizó una fuente del club albirrojo.

En tanto, explicaron que el malestar con las ternas arbitrales viene de hace varias fechas y facilitaron los videos de las jugadas que provocaron el enojo.

Por otro lado desde AUDAF remarcaron que no hay riesgo de parar el fútbol porque las acciones se dieron dentro del campo de juego y deben respetarse los estatutos.