VIOLENCIA

Era un partido definitorio para las aspiraciones de los dos equipos. Boston River y Peñarol llegaban igualados con 55 puntos en la Tabla Anual y el equipo que se llevara los puntos en juego daría un paso fundamental para el objetivo de ir a fase previa de Libertadores.

Pero por encima del fútbol estuvo la violencia. En el primer tiempo Kevin Dawson, segundo capitán del mirasol, recibió la agresión de algunos parciales de Peñarol, que le lanzaron una petaca.

Luego los futbolistas del mirasol se fueron abucheados al descanso y en el complemento llegó otro momento de tensión en una instancia decisiva: tras el penal que le cometió Ramos a Villa, el jugador del Sastre fue a reclamarle a Leodán González, árbitro del encuentro, que expulsara al lateral, y recibió un aviso inesperado de parte del juez. “Me dijo que el jefe de seguridad le estaba diciendo que había un arma”, dijo Villa en diálogo con Ovación.

Tras cinco minutos de espera por la revisión del VAR, Agustín Rodríguez marcó de penal y después llegó la suspensión a tres minutos del cierre. Los motivos eran varios: la agresión al arquero mirasol, el arma y la rotura del tejido de la tribuna. Por esa rendija comenzaron a lanzar fierros de gran porte hacia el campo de juego y luego comenzó el altercado con la Policía, que procuraba la salida del recinto de los parciales del mirasol.

¿Qué puede pasar ahora? Como el partido no terminó y fue suspendido, pasará al Tribunal de Disciplina de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), que evaluará lo sucedido y cuáles son los pasos a seguir.