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Abaldo, campeón del mundo: arrancó en Peñarol, patentó el festejo de la trompeta y va por su revancha en Defensor

El delantero de Defensor palpitó el clásico con Danubio, expresó que lo toma como una revancha tras un “fallo personal” y contó que en ese momento fue “masoquista”. Además habló de cómo vivió la lesión en el Mundial.

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Matías Abaldo, campeón del mundo Sub 20.
Matías Abaldo, campeón del mundo Sub 20.
Darwin Borrelli/Archivo El Pais

Como trompetista, Matías Abaldo (19) es un gran futbolista. Su mímica con el instrumento en cada gol de Uruguay recorrió el mundo, pero el atacante formó parte del plantel que ganó el Mundial Sub 20 por sus condiciones en cancha.

Pese a que no había tenido protagonismo en el Sudamericano, Abaldo jugó los primeros partidos de la Copa del Mundo como si hubiese sido un titular indiscutido. Fue el autor del primer gol de la Celeste (ante Irak) y aumentó su nivel de manera exponencial. Pero cuando estaba en su máximo esplendor, con la clasificación a octavos asegurada, su participación se puso en pausa por un mal movimiento al intentar enganchar con la pelota ante Túnez.

“Fue difícil asimilar que no iba a jugar los partidos más importantes”, confiesa Abaldo en diálogo con Ovación. Y continúa: “Creo que venía teniendo un buen nivel, era un hermoso momento para demostrar y seguir manteniendo ese rendimiento de los primeros partidos de la fase; iba a ser algo muy lindo a nivel personal”.

En tres partidos anotó dos goles, se convirtió en asistidor y aprovechó su ligereza para escabullirse entre los defensas. Sin embargo, en la fase de grupos se le terminó el Mundial. Hizo todo lo posible para llegar, persiguió a los médicos para saber cómo avanzaba su recuperación, pero la sanidad decidió priorizar su estado físico. Después entendió que no debía “encapricharse”.

“El grupo estaba para grandes cosas, no había lugar para encapricharse con eso de jugar porque yo estaba seguro de que el que lo iba a hacer de la mejor manera. Por algo se nos dio salir campeones y todo el mundo recalca el hermoso grupo que había”, sostiene.

En este entonces fue diagnosticado con “afectación del sector anterior en su menisco interno” y, junto a Andrés Ferrari (jugó la final), se los dio como bajas para lo quedaba del Mundial. “Son cosas que pasan, no fue fácil, los primeros días me cruzaba con los doctores por las ganas de querer estar, me comían las ganas de querer jugar, de ser parte por lo menos de cinco minutos en la semifinal y la final. Fue cuando peor pasé”, aseguró el futbolista formado en Defensor. Consultado acerca de si se va a operar, Abaldo explicó que “por el momento” no está en sus planes una posible intervención.

“Por ahora estoy 10 puntos, sin molestias. Hace poco me hice una resonancia, me dio bien. Si vuelvo a sentir algo lo comunicaré y los doctores sabrán qué hacer en ese momento”, subrayó.

No llegó a jugar la final, pero festejó con sus compañeros, además de la copa se trajo la confianza de regreso a casa y, por supuesto, la trompeta. “Sabía que es un trombón, pero en ese momento era lo de menos. Surgió en el vestuario de Defensor con Facu Bernal, que lo hacía siempre y cada vez que sonaba la trompeta en una canción la hacíamos”, explica el atacante sobre la idea que surgió en complicidad con un futbolista que también formó parte del proceso Sub 20 y hasta fue capitán, pero quedó fuera por un lesión de rotura de ligamentos cruzados.

Matías Abaldo haciendo la trompeta de la Sub 20.
Matías Abaldo haciendo la trompeta de la Sub 20.
Foto: Prensa AUF.

Una vez congeniada la idea, Abaldo la llevó a la selección. “La hice en el Mundial cuando me grabaron una vez y fue quedando”, expresa quien pasó la prueba a la pregunta sobre la diferencia entre ambos instrumentos: “Estaba enterado de que era un trombón. La diferencia creo que es que uno se toca con los deditos arriba (de las válvulas) y el otro lo hace como lo que hago yo (mover la corredera hacia adelante y hacia atrás)”.

No sabe cuántas veces la hizo. “Ni idea” dice. Pero todavía no se ha cansado de hacerla.

La primera revancha de Abaldo fue salir campeón, más allá de todas las adversidades. Había jugado poco en el Sudamericano y cuando comenzaba a destacarse en su equipo, en medio de su escalada puso en su espalda la eliminación clásica a manos de Danubio por la Copa Sudamericana, en la que erró el penal definitivo.

“Fui un poco un masoquista en ese sentido, al otro día abrí Twitter“, confiesa Abaldo. Y continúa: “Los comentarios de la gente de Danubio más que nada fueron bastante duros, fueron días difíciles. En ese momento cerré la cuenta de Twitter, luego abrí otra, pero por eso mismo. Para no tener que estar leyendo todo eso que tampoco me hacía bien”. Incluso la cuenta de La Franja lo chicaneó.

Matías Abaldo y Franco González en el clásico de la Sudamericana.
Matías Abaldo y Franco González en el clásico de la Sudamericana.
Foto: Nicolás Pereyra.

Aquel dolor quedó atenuado por la gente de Defensor que lo hizo sentirse bien y “no estar tan preocupado”. “En ese sentido la mayoría de la gente me dio para adelante”, explica el delantero. También el cuerpo técnico y sus compañeros demostraron su apoyo.

Hoy la vida le sonríe. Cuando un futbolista se calza la gloriosa camiseta celeste, los goles se gritan igual, sin importar del jugador que sea. Y eso fue notorio para Abaldo. Los días son completamente distintos tras ser campeón. “Me viven parando para fotos, es lindo también que te reconozcan. Puedo hacer todo pero con más cuidados y responsabilidad. Salgo a la calle tranquilo, no me molesta que me reconozcan, todo lo contrario con los que me paran y me saludan. Todo sigue normal, entre comillas, porque tampoco es normal salir y que pase eso”, comenta.

La otra revancha de Abaldo: va por revertir lo que definió como un fallo personal

Pero la espina quedó y si bien su mejor revancha fue ser campeón del mundo, Abaldo busca la redención esta noche en el Franzini, cuando Defensor reciba a Danubio por la sexta fecha del Intermedio desde las 20 horas.

“En todo momento me sentí contenido, súper acompañado por el plantel. Son cosas que pasan, obviamente lo tomo como una revancha a nivel personal y a nivel grupal también, porque en ese momento sentí que le había fallado al grupo por errar el penal decisivo, pero todo el equipo me dio para adelante. Los funcionarios y el cuerpo técnico me bancaron, por eso lo tomo como una revancha”, expresó el futbolista.

Defensor llega con un gran presente. Primero en su serie y a dos de Peñarol -con quien cierra el Intermedio- en la Tabla Anual. “No deja de ser el clásico de siempre, no quiero decir que este más importante, pero es distinto por las cosas que nos estamos jugando. Enfrentarme a los compañeros de la Sub 20 y los que han pasado por el proceso de selección. Disfrutarlo estando en contra es una rivalidad súper sana que tenemos, con el Cepillo González -casualmente quien le dio la asistencia en el primer gol del Mundial-que es el que más me llevo. Jugar un Defensor-Danubio es muy lindo para los dos”, sostiene.

Otro de sus aliados fue Alan Matturro con quien comparte desde que tenía seis, cuando se enfrentaban en el fútbol infantil. “Íbamos a la captación de Peñarol juntos y compartimos en la selección de la liga”, recuerda Matías sobre el jugador de Genoa con el que hizo formativas y llegó a Primera en el Tuerto.

Matías Abaldo y Alan Matturro en sus inicios en Defensor.
Matías Abaldo y Alan Matturro en sus inicios en Defensor.

Aunque Abaldo también tuvo chances de salir al Vasco Da Gama, el pase no se dio; se quedará en la violeta y está “tranquilo”.

Abaldo en la Go Cup en 2016 con la captación de Peñarol.
Abaldo en la Go Cup en 2016 con la captación de Peñarol.

“Mi representante lo está haciendo de buena manera, no me está embarullando con muchas ofertas. Me deja estar lo más tranquilo posible, que siga en Defensor, al final lo más importante es el presente”, asegura.

“Estoy muy contento con el presente del grupo, lo vivimos con alegría y responsabilidad. Sabemos todo lo que hemos jugando y luchado. Nos mentalizamos desde el inicio del campeonato para esto. Esta etapa va a ser la etapa más linda”, remarca el campeón del mundo que va por otra revancha. “Vamos a tratar de darle el mejor cierre, salir campeones del intermedio y seguir peleando en la Anual”, concluye.

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