VITICULTURA

La pandemiatuvo muchos efectos a nivel económico y social. Uno de ellos fue el aumento del consumo de vino en 2020. Sin embargo, ese crecimiento no se mantuvo a lo largo de 2021. Y es que, a partir de mayo, se registró una caída en el nivel de venta el cual continuó hasta agosto.

El presidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura (Inavi), Ricardo Cabrera, explicó a El País que los “datos de consumo” de 2020 “fueron una excepción, dada la situación del país y la necesidad de la gente de quedarse en su casa”. Sin embargo, con la “apertura de muchas actividades” este año los “números han vuelto a valores más reales, aunque por encima de lo registrado en años anteriores” al COVID-19.

¿Cómo varió la comercialización en lo que va de 2021? En enero hubo un descenso de 3,94% en relación al mismo mes de 2020. Pero, en los tres meses siguientes se registró un aumento. En febrero fue de 16,81%, en marzo de 21,70% y en abril de 1,65%, según datos del Inavi.

A partir de mayo, cuando bajó 19,55%, comenzó un descenso fuerte en las ventas. Así varió en los meses siguientes: en junio cayó10,1%, en julio bajó 24,39% y en agosto el descenso fue de 7,55% en comparación con los mismos meses de 2020.

El director gerente de Bodega Garzón, Christian Wylie, contó que en su caso tuvieron un crecimiento de las ventas de 9% en los primeros ocho meses del año en comparación al mismo periodo de 2020. En ese dato está incluida la “venta de experiencias” en su establecimiento.

La comercialización de productos que van desde $ 400 a $ 700 subió, los que están entre $ 1.000 y $ 1.200 se estancó, y los que están por arriba de ese valor aumentó. Uno de los puntos que destacó Wylie es que bajó la venta de vino tannat, algo que se puede explicar por la caída del turismo extranjero. El uruguayo no toma tanto de esa variedad y casi nunca elige una botella por arriba de US$ 10 de esa uva. Al mismo tiempo, creció la preferencia por albariño, los rosados, los cabernet franc, entre otros.

En el caso de la bodega Bruzzone & Sciutto tuvieron un aumento del consumo por la pandemia y, aunque pensaron que iba a caer en 2021, se mantuvo el nivel de ventas, dijo Pedro Sciutto. Además, destacó que la colocación de vino en el envase tetra pack siguió en crecimiento y, al mismo tiempo, cayó la preferencia por el que se vende suelto. También contó que la comercialización de sus vinos finos se mantiene en niveles normales.

En la Bodega Bouza hubo un “aumento importante” del 2020 al 2021, según comentó a El País Juan Pablo Bouza. Dentro de su oferta, notaron que hubo un cambio en la demanda. En 2021 “ciertos rubros” se reactivaron y, de esa manera, aumentó su comercialización nuevamente. Al mismo tiempo, en esos dos años notaron una desaceleración en ciertos productos de mayor precio —no en todos— y una venta estable en los de menor precio.

El presidente del Inavi señaló que el “aumento del consumo de vino importado de primer precio” impacta de manera directa en la venta de vinos nacionales.

Wylie contó que se es “sensible y vulnerable a los vinos premium que entran de Argentina”. Por un lado, por la devaluación de la moneda del país y, por otro lado, por el contrabando de productos que ingresa por la frontera sin control del Inavi. “Te entra un vino icónico” que acá debería valer $ 5.000 y se encuentra a $ 1.000, comentó. A su vez, recordó que cuando se abran las fronteras se va a cruzar a comprar la bebida alcohólica.

No todos los productos son iguales y, por ende, su consumo varió de manera diferente. Menos personas eligieron el vermouth en los primeros ocho meses del año en comparación al mismo periodo de 2020, ya que hubo un descenso de 30,63% en las ventas.

A su vez, hubo una caída en la preferencia por el clarete, con un descenso de 21,81% de la comercialización. Le siguieron el vino rosado con una variación negativa de 13,64%, el vino blanco con un hundimiento de 11,29% y la categoría llamada vino con un descenso de 6,85%. Por último, el tinto tuvo una caída leve de 1,95% y la preferencia por la sidra registró una baja de 0,94%.

No obstante, no todas fueron malas noticias. Hubo crecimiento en el consumo de otros productos. La mayor suba se dio en la categoría de refrescantes con un incremento de 31,72% si se compara el periodo enero-agosto de 2021 contra el de 2020. El segundo y último que mejoró fue el vino espumoso, con un aumento de 19,17%.

“Los vinos de valor agregado cada vez se posicionan mejor en el consumidor uruguayo y ni que hablar en el mundo”, afirmó Cabrera.

En Bodega Garzón crecieron las exportaciones por la pandemia. No obstante, el director gerente indicó que en las estadísticas no se ven los problemas que hay por la escasez de contenedores y en el puerto de Montevideo. Por ejemplo, en julio podrían haber colocado en el exterior el doble, pero los fletes están cada vez más caros. Las tarifas por contenedor, según contó, están cuatro o cinco veces por arriba del precio que se manejaba antes.