INFORME

Más uruguayos se abocaron al vino en 2020. En ese año, creció un 11,78% la venta de esta bebida alcohólica en relación a 2019, según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (Inavi). En concreto, aumentó el consumo de vino nacional e importado.

En 2020, los uruguayos consumieron 7.621.654 litros más en comparación a 2019. El año pasado la venta fue de 72.299.783 litros y en 2019 de 64.678.129.

Ricardo Cabrera, presidente de Inavi, habló sobre los cambios en el consumo que se vivieron en 2020. El enólogo explicó a El País que “el factor principal” fue la pandemia de COVID-19. La crisis sanitaria “nos tuvo a todos más tiempo en casa, con menos salidas y con más reuniones pequeñas”. El contexto social “favoreció al consumo de vino” porque es “más de hogar, de entre casa y familiar”.

A su vez, Cabrera contó que encontraron “un corrimiento del consumo hacia gente más joven, entre 20 y 30 años, que habitualmente tomaba otras bebidas”. Aunque aún no tienen cifras específicas al respecto, señaló que incidió en el incremento de ventas.

El mercado es amplio y no todos consumen el mismo producto. El 95,4% de las personas eligió el vino nacional y el 4,6% restante optó por el importado en 2020. Hubo una modificación en las preferencias de la población ya que el año anterior fueron el 94,88% y 5,12%, respectivamente.

Dentro de los nacionales, el vino en tetra pack fue lo que más se consumió en 2020. Se comercializaron 24.598.986 litros, lo que significó el 33,95% de las ventas totales.

Lo segundo que se tomó en mayor medida fue el vino en presentación de 10 litros. Se vendieron 20.449.100 litros el año pasado, y representó el 28,23%% del total.

En el tercer lugar se ubicó el vino en presentación de cinco litros con 6.631.665 litros, y significó el 9,15% de las ventas.

¿Cuáles fueron los vinos importados que se prefirieron en 2020? El vino importado con la etiqueta Vinos de Calidad Preferente (VCP) es el que más se bebió. Fueron 2.700.479 litros, lo que representó el 3,73% del total.

“Podemos decir que el vitivinícola no fue el sector más golpeado” por el COVID-19, aunque sí “frenó algunos proyectos”, dijo a El País el presidente de Inavi. Cabrera contó que “más allá de los efectos globales, que son adversos para todos”, están “satisfechos” con el desempeño que tuvieron el año pasado.

Por otra parte, expresó que las “mayores dificultades que enfrenta el sector no están relacionadas a la pandemia. Tienen que ver con aranceles y tipo de cambio que permita competir en el mundo en igualdad de condiciones”.