Lo que piensan los analistas sobre la decisión del BCU de reducir la tasa de interés a 9% y lo que significa

La autoridad monetaria decidió rebajar el costo del dinero debido a que la inflación en 12 meses se acerca a la meta de la entidad de 4,5%.

250527-Copom-web.jpg
El directorio y los servicios técnicos del Banco Central (BCU) en la reunión del Comité de Política Monetaria del 27 de mayo de 2025.
Foto: BCU.

El Banco Central del Uruguay (BCU) resolvió reducir la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 25 puntos básicos, ubicándola en 9%, según comunicó tras su reunión del Comité de Política Monetaria(Copom), ayer. El País consultó con analistas sobre esta decisión, esperada por algunos pero que tomó algo por sorpresa a otros.

El nivel de reducción de la tasa de interés es consistente con la continua reducción de la inflación y de sus expectativas, y mantiene la instancia contractiva de la política monetaria, señaló el BCU en su comunicado.

En junio, la inflación volvió a descender y se ubicó en 4,59%, en línea con la meta del Banco Central, dinámica que también se refleja en la inflación subyacente. Sin embargo, persiste la rigidez en la evolución de los precios de los bienes y servicios no transables.

Las expectativas de inflación a 24 meses continúan alcanzando nuevos mínimos históricos: las de los analistas y de los mercados financieros se redujeron a 5,2% y las de empresarios a 6%. De este modo, el promedio se sitúa en 5,5%, dentro del rango de tolerancia por tercer mes consecutivo.

Las proyecciones de inflación del BCU se revisaron a la baja y muestran que se mantendría en torno a la meta de 4,5% durante los próximos dos años (Horizonte de Política Monetaria).

A nivel global, se continúa observando debilidad en el valor del dólar, según afirma el comunicado del BCU. Por otra parte, entiende que se reduce la incertidumbre comercial y geopolítica, lo que mitiga la volatilidad de los precios internacionales.

En este contexto, el Copom valoró la importancia de mantener una política que consolide la inflación en la meta y refuerce la trayectoria descendente de las expectativas hacia el nivel mencionado.

El comunicado agrega que el directorio del BCU resolvió "por unanimidad" reducir la TPM a 9%, manteniendo la política monetaria en terreno contractivo y orientada a la convergencia de la inflación y sus expectativas al 4,5% anual hacia el final del horizonte de política.

“En la medida en que la inflación evolucione conforme a lo esperado y las expectativas de los agentes sigan descendiendo, el BCU entiende que podría haber espacio para continuar revisando la tasa de interés a la baja”, concluye el texto.

Cabe recordar que el pasado 27 de mayo el BCU resolvió, también por unanimidad, mantener la tasa de referencia en 9,25% tras la reunión de su Copom. Esa resolución llegó luego de que en la reunión anterior, fechada el 8 de abril, que había resuelto una suba de 25 puntos básicos. Para tomar esa decisión, el BCU sopesó efectos “contrapuestos”, según afirmó, y tuvo en cuenta el debilitamiento del dólar. “Esta decisión profundiza el sesgo contractivo de la política (monetaria) dado el descenso de las expectativas de inflación”, indicó en su momento el Central.

Economistas opinan

Según Marcelo Sibille, gerente senior de KPMG, “si bien la inflación ha descendido y tiende a converger a la meta de 4,5%, esperábamos que el Copom mantuviera la TPM en vista de que la inflación subyacente, pese a haber disminuido, aún supera a la efectiva y se encuentra más cerca del techo que del centro de la meta”.

“En todo caso —continuó Sibille para El País— se mantiene el sesgo contractivo de la política monetaria. Claramente se valoró la baja de las expectativas de inflación tanto de analistas económicos como financieros al reducir la TPM. De todos modos, persiste una mayor rigidez en las expectativas de los empresarios, quienes en definitiva fijan los precios de los bienes y servicios”. Ahí, tal vez, una advertencia.

Para Alejandro Vallcorba, consultor senior de Exante, “la rebaja se da en un contexto en el que el tipo de cambio viene evolucionando a la baja en los últimos meses, en los que la inflación convergió a la meta algo más rápido de lo previsto y en los que las expectativas de inflación se han moderado”, dijo a El País.

En este sentido, Vallcorba entiende que la baja de 25 puntos básicos de la tasa “estuvo en línea con lo que estábamos esperando en Exante en estos días y con lo que se estaba observando en las tasas de mercado”. De hecho —agrega el economista—, la aplicación de una regla de Taylor (que es la técnica estándar para calibrar la política monetaria), ya sugería que la tasa de interés nominal debería estar por debajo del 9,25% anual que teníamos hasta ahora.

Guillermo Tolosa, presidente del BCU.jpg
Guillermo Tolosa, presidente del Banco Central (BCU).
Foto: Darwin Borrelli / El País.

A su entender, el BCU no debería buscar “sobrecumplir” la meta de inflación, yendo a niveles por debajo de 4,5%, porque si bien un descenso aún más pronunciado de la inflación podría ser positivo desde el punto de vista de la credibilidad de la política monetaria, también conllevaría costos en materia de competitividad, sobre las finanzas públicas y en la dinámica del mercado laboral. Así lo advierte el consultor senior de Exante. De todas formas, Vallcorba también marca que “la inflación subyacente aún permanece por encima de la meta de 4,5% y las expectativas de inflación aún no convergen plenamente al objetivo”.

“En Exante, pensamos que ambos (inflación subyacente y expectativas) son factores a monitorear y a tener en cuenta para evaluar las próximas decisiones de política monetaria”, concluye.

Por su parte, Deborah Eilender, economista del Centro de Estudios para el Desarrollo (CED), destacó para El País, haciéndose eco de los fundamentos del Central, que “la reducción de la tasa de interés de 9,25 a 9%, es decir, de 25 puntos básicos, se debió fundamentalmente a dos factores: la inflación —“que viene reduciéndose muy favorablemente, de hecho, por debajo de lo que esperábamos los analistas”, dijo—, y a las expectativas de inflación.

Sobre el primer punto, Eilender consideró que “la inflación de los últimos meses estuvo por debajo de las expectativas del mercado y el último dato lo ubica en 4,59%, llegando casi a la meta de inflación del Banco Central de 4,5. Es decir, la inflación viene teniendo una evolución positiva en los últimos meses, especialmente explicado por una baja en el precio de frutas y verduras”.

Sobre el otro factor, Eilender destacó que las expectativas a 24 meses del “horizonte de política monetaria”, tanto de los analistas como las del mercado financiero, se redujeron en el último tiempo, aunque las de empresarios se mantienen bastante fijas en 6%. “Pero las expectativas estables de los empresarios, sumadas a una reducción de las expectativas de mercado financiero y de analistas, hace que el promedio esté bajando”, sopesó.

La economista del Ced observó que, hoy en día, el promedio de las expectativas de inflación se ubican en 5,5%, es decir, dentro del rango de tolerancia por tercer mes consecutivo. “No solo la inflación viene bien, sino las expectativas para la inflación futura también vienen reduciéndose”, comentó. “Dado todo esto, el BCU tomó la decisión de recortar 25 puntos la tasa de interés, como indicaba la regla de Taylor, pero no solo esto, en el comunicado del Copom han dado un indicio de que podrían seguir reduciendo la tasa en el próximo tiempo”, proyectó.

Banco Central del Uruguay
Fachada del edificio sede del Banco Central del Uruguay.
Foto: Archivo El País

De su lado, Sofía Harguindeguy, gerente de Consultoría Económica de Grant Thornton, al igual que Eilender, hizo foco para El País en que, tal como el propio BCU indica, de mantenerse la trayectoria, habría espacio para nuevos recortes de la tasa. “En ese sentido, la evolución del tipo de cambio —que continúa debilitándose a nivel global— también podría facilitar una reducción adicional de la tasa antes de fin de año”, agregó Harguindeguy.

La economista destacó finalmente que la reducción de la tasa a 9% es una continuación del ciclo de endurecimiento iniciado en diciembre de 2024. Y que “esta baja podía anticiparse tras conocerse el dato de inflación de junio, cuando el Índice de Precios del Consumo (IPC) volvió a descender y se ubicó en 4,59%, en línea con la meta del BCU. Sumado a que las expectativas de inflación a 24 meses marcaron nuevos mínimos históricos: 5,2% según analistas y mercados financieros, y 6% según empresarios”, concluyó.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar