Ute enfrenta la “segunda transición energética” y acelera el cumplimiento de metas en este período que culmina en marzo de 2025. En ese marco, El País entrevistó a su presidenta, Silvia Emaldi, quien hace un balance en cifras de ganancias, pérdidas, patrimonio y activos de UTE, cuenta en qué se ha invertido, por qué la electricidad es cara y más. Emaldi es la primera mujer en ser presidenta de UTE, cargo que ocupa desde 2020. Nacida en la ciudad de Montevideo el 17 de mayo de 1964, es ingeniera de sistemas y máster en administración de empresas (MBA). Ingresó a la Administración Nacional de Usinas y Transmisiones Eléctricas (UTE) en 1986 y ocupó varias posiciones como ser la de subgerente de Base de Datos y Soporte Técnico, gerente de Sector Técnicas de Sistemas y gerente de División Sistemas de Información. Lo que sigue es un resumen de la entrevista.
-¿Cómo son los números de UTE, comenzando por el plan de inversiones?
-Para este período, UTE tiene autorizado un plan de inversiones de US$ 1.370 millones y llevamos ejecutados US$ 1.090 millones desde marzo de 2020 a la fecha. Es un plan de inversiones importante. El 70% se destinó a mejorar las redes de transmisión y distribución de energía eléctrica, porque cada vez hay más usos eléctricos en el país y se requiere más potencia para emprendimientos productivos, tambos, regantes, empresas, comercios y particulares, más los cambios en la generación de energía. Un hito es que vamos a llegar a la totalidad de la medición inteligente en Uruguay este fin de año. Seremos el primer país de la región que la va a tener ese alcance. Son 1.640.000 clientes que van a tener estos medidores, lo que habilita que todas las actividades, como la toma del consumo, el cambio de tarifas que se realicen y demás operaciones se van a poder hacer a distancia y en forma automática, a través de estos medidores, lo que genera eficiencia y beneficia a los clientes.
-Sin embargo, los clientes señalan que la energía les resulta cara, ¿por qué es cara siendo el 98% renovable?
-Porque hay que pagar todos esos contratos de energía renovable y, si nos comparamos con países de la región, la calidad del servicio de acá es destacada, con buena infraestructura, que hay que mantener. Si no, habría apagones todo el tiempo. También, en algunos países, los que viven más lejos pagan más por la energía, pero en este país el precio es igual para todos, solo varía según el consumo. Hay que tener en cuenta que bajamos las tarifas 11% en términos reales y seguimos bajando con la tarifa inteligente, que pueden llegar a tener descuentos del 20% o más, para quienes se pasaron a ese sistema.
-Las ganancias de UTE bajaron en 2023 por la sequía, ¿qué cifras manejan y qué esperan para este año?
-El consumo de combustible en 2023, por la sequía, representó más de US$ 200 millones adicionales al presupuesto de UTE, por lo que cerramos ese año con unas ganancias de US$ 114 millones, es decir menos que los años anteriores. Los años 2021 y 2022 fueron buenos porque exportamos mucha energía a Argentina y Brasil. De hecho, 2021 fue récord de exportación de energía, con US$ 560 millones. Y en 2022 fueron US$ 240 millones. Ya en 2023 las exportaciones de energía bajaron a US$ 20 millones, porque no teníamos excedentes, todo se consumió acá por la sequía. Esperamos ir recuperando ya que actualmente estamos exportando. En lo que va del año, llevamos unos US$ 7 millones de exportación de energía, y desde hace un par de semanas estamos vendiendo a ambos países todos los días.
-¿A cuánto asciende la deuda del ente en este momento?
-UTE tiene una deuda del orden de los US$ 1.000 millones. En realidad, está en ratios razonables, del orden del 25% de sus activos. Es un endeudamiento muy bajo para una empresa que tiene unos US$ 4.000 millones en activos y un patrimonio de US$ 3.500 millones. Esta empresa tiene 6.170 empleados en todo el país. Y la infraestructura es impresionante, con 93.000 kilómetros entre líneas de alta y baja tensión, y 60.000 estaciones y subestaciones.
-Uno de los temas que preocupaba era las pérdidas de energía por conexiones directas ilegales o manipulación de medidores. ¿Cómo se presenta esa situación?
-Ese tipo de pérdidas han disminuido significativamente. Cuando comenzó la administración (en marzo de 2020), las pérdidas por hurto de energía estaban en el 12%, y ahora se bajó a 8%. Cada punto porcentual son US$ 15 millones, o sea que UTE recuperó US$ 60 millones en la facturación, que los hemos volcado a un menor ajuste de tarifas a los clientes. En todo el período, UTE redujo en 11% las tarifas que le mencioné, en relación al Índice de Precios del Consumo (IPC), siempre con ajustes por debajo de la inflación. También venimos haciendo un trabajo de regularización en los barrios más vulnerables, donde se actualizaron y agregaron instalaciones en las calles y viviendas. Allí aplica el “bono social de la energía eléctrica”, para que los beneficiarios del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) tengan descuentos entre el 80% y 90% en su factura. Hemos regularizado unos 40.000 hogares en todo el país en este período, con los que sumados a los anteriores y a los que proyectamos para fin de año, llegaremos a los 80.000. También llegaremos al final de esta administración, en marzo 2025, con el 100% de los clientes del interior alejado que quieran soluciones de energía, con conexión.
-El gran desafío que tienen ahora es la segunda transición energética, ¿cómo avanzan?
-Un primer objetivo es utilizar y aprovechar el 98% de energía renovable que el país dispone, para que sus usos eléctricos, entre ellos la electromovilidad, sea un factor importante en la reducción de CO2 a la atmósfera. En Uruguay, el 70% de las emisiones de CO2 son causadas por el transporte y el 30% por los usos industriales y comerciales y domiciliarios. Por eso, el foco de descarbonizar es la sustitución en el transporte del uso de los combustibles fósiles por energía eléctrica. La electromovilidad está en todos los sectores. Se están incorporando más unidades eléctricas en el país, ómnibus, aplicaciones (tipo Uber o Cabify), flotas de empresas, autos particulares. El país tiene unos 3.000 vehículos eléctricos (autos y camiones) y la cámara del sector automotor estima que se va a triplicar ese número este año. El ahorro de un vehículo eléctrico versus uno a combustión es de 8 a 1, es decir cuesta ocho veces menos la carga para los mismos kilómetros.
-¿Dónde está la mayor complejidad en esta transición?
-En seguir invirtiendo e incorporando energías renovables a medida en que el consumo del país siga aumentarnos. Para mantenernos en el 98% de renovables, hay que incorporar -y UTE está haciendo licitaciones para eso- parques solares fotovoltaicos. Hay 1.500 megavatios de energía eólica instalados en el país y 250 megavatios de solar, por lo que hay que crecer en energía solar para equilibrar con la del viento, que es mayor en la tarde y noche. La tecnología de los parques solares -con paneles solares- ha bajado sustancialmente. Por eso, Uruguay tiene la previsión de que, a partir de 2026, lo que más va a incorporar básicamente es energía solar fotovoltaica, para mantener la relación de ser 98% renovable. Las licitaciones que se están haciendo son por los próximos 25 años.
-¿En cuánto calculan que aumentará la demanda de la energía eléctrica en los próximos años?
-El consumo de energía eléctrica va aumentando en forma tendencial en el orden del 2% anual. Con la incorporación de la movilidad eléctrica y muchos data-centers que se están instalando en el país y lo que significará el hidrógeno verde, va a requerir más del 3%. Cada vez se requieren más fuentes de energía, en particular la fotovoltaica, para consolidar la segunda transición.
-¿Cómo se preparan para la incorporación del buque eléctrico China Zorrilla de Buquebus, que se anuncia para el próximo año?
-UTE empezará las obras en el Puerto de Colonia en tres meses para que, cuando llegue ese buque a Uruguay, pueda hacer su carga rápidamente. Hace meses se firmaron los contratos con Buquebus, porque el barco necesita una potencia considerable para recomponer la carga de su batería y salir nuevamente a Argentina. Hay que hacer toda una instalación eléctrica importante. Esa obra para Buquebus es de unos US$ 5 millones y llevará 18 meses de ejecución. Vamos a ser pioneros con ese buque eléctrico.
Planes: bomba de calor
“Hay 1.000 edificios en Uruguay que, si cambiaran sus calderas de gasoil, fueloil o leña por la tecnología de bomba de calor, serían más eficientes hasta en un 70%. Ya hay varios edificios que están cambiando sus calderas por estas bombas de calor, que también son muy utilizadas en el mundo para la calefacción de piscinas y el calentamiento de agua a nivel industrial. Tenemos planes especiales para promover esos usos”, dijo la presidenta de UTE, Silvia Emaldi.
Cargadores serán bajo norma europea
-Con la llamada “Ruta Eléctrica Nacional”, llegaron a la instalación de 300 cargadores eléctricos en el territorio nacional e hicieron un llamado para que los privados se sumen a esta iniciativa con espacios para más instalaciones. ¿Qué resultados están teniendo con ese llamado?
-En realidad, con la Ruta Eléctrica Nacional, llegamos a 300 cargadores hace algunas semanas, ahora estamos en los 320. Esto en lo que tiene que ver con los espacios públicos. Seguimos trabajando y calculamos que, para fin de año, estaremos en los 380 en todo el país. Estamos instalando en las estaciones Ancap y en los espacios que las intendencias nos habilitaron. Tenemos convenios con las 19 intendencias, es decir con todos los departamentos. Y ahora estamos tratando también que las empresas privadas y más estaciones de servicio, o quienes dispongan de espacios para habilitar instalaciones de cargadores eléctricos, lo hagan. Por eso el llamado. A fines del año pasado, UTE aprobó una serie de incentivos para que inversores privados instalen su propia red de carga de vehículos eléctricos, para que hoteles, restaurantes y comercios de grandes superficies, lo hagan. Para eso hacemos promociones, para incentivarlos.
-¿Qué compañías se han sumado para ese tipo de instalaciones hasta ahora?
-La empresa Evergo ya ha empezado a instalar cargadores eléctricos. Lo hizo en Montevideo Shopping y en Zonamerica, y tiene un plan para continuar en forma más masiva. También hay cargadores, aunque más puntuales, de marcas de autos, como Volvo y BYD. La empresa Sadar, por su parte, tiene un punto de carga en el Portones Shopping. Y Enel Group ha escalado con alguno en el Shopping de Punta del Este.
-Los usuarios de autos eléctricos han manifestado inquietudes por la compatibilidad de los cargadores, dado que, de no haberla, les complica mucho la situación. ¿Han encontrado alguna solución al respecto?
-Estamos haciendo los máximos esfuerzos y coordinaciones para que todo esto funcione bien y fluya. Uruguay adoptó, básicamente, la norma europea de los cargadores, si bien UTE adquirió y ya tiene instalados cargadores con norma china. A partir de ahora, no va a haber ningún problema porque todos vehículos que están llegando al país, lo están haciendo con la norma europea. Igual, UTE mantendrá algunos cargadores con norma china, pensando en quienes tienen vehículos anteriores a estos nuevos arribos. Pero la tendencia y lo que se va a estandarizar en este país es la norma europea.
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