El BCU dispuesto a bajar más rápido el "precio del dinero", ¿qué implica y qué efecto puede tener en el dólar?

El directorio del Banco Central (BCU) está dispuesto a ir más rápido en la convergencia a una tasa de interés de referencia (el "precio del dinero") "neutral", si se dan una serie de condiciones.

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Reunión del Comité de Política Monetaria del Banco Central (BCU) del 19 de agosto de 2025.
Foto: Banco Central (BCU).

Redacción El País
El Banco Central (BCU) se mostró dispuesto a bajar más rápido su tasa de interés de referencia, es decir el “precio del dinero”, si se dan una serie de condiciones, Esto podría tener un efecto sobre el precio del dólar en Uruguay, que actualmente se muestra “planchado” en torno a los $ 40.

Como ocurre tras cada reunión del Comité de Política Monetaria (Copom, que conforman técnicos y el directorio) del BCU, la entidad revela días después las Minutas del mismo, que incluyen mayor información sobre el análisis que estuvo detrás de la decisión que haya tomado sobre la tasa de interés de referencia.

Con esa tasa o “precio del dinero”, el BCU tiene como objetivo que la inflación se ubique en la meta de 4,5% (con un margen de tolerancia de un punto porcentual por encima y por debajo).

La suba de precios en los 12 meses cerrados a julio es de 4,53%, esto es, dentro de la meta oficial.

El último Copom fue celebrado el martes pasado y allí el directorio del BCU resolvió por unanimidad bajar la tasa de interés de referencia de 9% a 8,75%.

Ayer el Central dio a conocer las Minutas de ese cónclave y allí señaló que “el entorno validaría la trayectoria de la instancia de política proyectada, donde se contemplaba una reducción gradual de la tasa de interés de referencia hacia su área neutral en el horizonte de política monetaria”.

El horizonte de política monetaria es de 24 meses, y en ese lapso el BCU prevé llevar el “precio del dinero” a su “área neutral”.

¿Qué significa eso? El Central considera que una tasa real de 2,5% es “neutral” por lo que por encima de ese nivel, la política monetaria será “contractiva” y por debajo de ese nivel “expansiva”.

Con un promedio de expectativas de inflación (lo que estiman analistas, empresarios y el mercado sobre la inflación interanual en los siguientes 24 meses) de 5,23% más una tasa real neutral de 2,5%, el “precio del dinero” que sería neutro es de 7,73%. Así, la actual tasa de referencia de 8,75% es contractiva (está un punto porcentual por encima de la considerada “neutral”).

Según las Minutas, el Copom “realizó una evaluación de los riesgos para la proyección actual de inflación, cuya evolución se espera en torno a la meta para el horizonte de política (siguientes 24 meses).

“Por un lado, se identificaron algunos elementos que afirmarían la trayectoria o incluso podrían actuar como riesgos a la baja, vinculados a la evolución global del dólar, efectos de comparación, y las ganancias de credibilidad alcanzadas” por el BCU, indicó el documento.

Dólares estadounidenses.
Dólares estadounidenses.
Foto: Freepik.

“Respecto al contexto global, tanto la continua debilidad global del dólar y la estabilidad de la mayoría de los precios internacionales de materias primas podrían contribuir a desacelerar la inflación”, expresó.

“En el corto plazo habría un efecto estadístico a la baja de la inflación dado que, como la ronda de negociación salarial está ocurriendo actualmente, los ajustes correspondientes al segundo semestre se encuentran rezagados respecto al mismo período del año anterior, lo que agregaría en el corto plazo un factor extra a la moderación derivada de la dinámica salarial”, agregó.

“Además, se observan ganancias de credibilidad sobre la política de inflación baja y estable en varios frentes: la inflación se mantiene en torno al objetivo; el promedio de expectativas continúa acercándose a la meta, especialmente en el caso de analistas y operadores del mercado financiero; y las pautas salariales presentadas por el Poder Ejecutivo son compatibles con dicho objetivo”, analizó el Central.

Pero, por otro lado, “persisten riesgos al alza” de los precios del consumo en Uruguay “que dependerán de la incertidumbre global latente y la resolución de negociaciones domésticas”, explicó el documento.

“Si bien los mercados han mostrado mayor calma en el último mes, la incertidumbre asociada a eventos geopolíticos y tensiones comerciales se mantiene elevada”, recordó.

“Respecto al contexto doméstico, se destacó que las pautas salariales son consistentes con la meta de inflación de 4,5%. No obstante, aún resta esperar el resultado de las negociaciones dado que, de suscribirse acuerdos superiores a las pautas, esto afectaría la proyección de inflación del escenario base”, advirtió el BCU.

A eso se agrega que “las expectativas de inflación aún no convergen plenamente al objetivo puntual, especialmente en el caso de los empresarios, quienes además son formadores de precios y actores clave en las negociaciones salariales”.

La decisión sobre el "precio del dinero" y la señal

Según las Minutas, en el análisis que hizo el Copom para decidir luego bajar la tasa de referencia de 9% a 8,75% “se destacó que la eventual materialización de riesgos al alza sobre la inflación podría tener un costo mayor que los riesgos a la baja, influyendo en forma negativa sobre la acumulación de credibilidad alcanzada”.

No obstante, “en la medida en que la inflación evolucione conforme a lo esperado, las expectativas de los agentes —en particular las empresariales— sigan descendiendo hacia la meta y las negociaciones salariales y el Presupuesto se consoliden en torno al escenario base (que es el más probable), el BCU continuará con su ciclo a la baja de la tasa de interés de referencia, transitando hacia la neutralidad de la instancia de política”, expresó el documento.

La clave es que “el directorio estuvo de acuerdo en que la no materialización de los riesgos al alza podría justificar un cambio en el ritmo de convergencia hacia la neutralidad”.

Esto es, una baja más rápida de la tasa de interés que la planteada.

¿Qué implica esto? La tasa de referencia del BCU marca el “precio del dinero”. Así señaliza lo que les cuesta a los bancos hacerse de liquidez (pesos uruguayos en este caso) mediante préstamos entre sí a un día y entre estos y el Central. Luego los bancos toman como referencia esa tasa para determinar la que cobran a empresas y personas por los créditos que otorgan.

Una tasa “contractiva”, como la actual, en teoría promueve el ahorro frente al consumo, es decir que las empresas y familias prefieran guardar y no gastar esos pesos (y no endeudarse para consumir). Aunque en los hechos, esto es más complejo e inciden otros factores.

Llegar a una tasa “neutral” más rápido implicaría poner un poquito de combustible al motor de la economía.

A su vez, esto tiene efectos sobre el precio del dólar. Una tasa “contractiva” en pesos en teoría, propiciaría una menor demanda de dólares (porque para los inversores es más atractivo posicionarse en la moneda local) impulsando su valor hacia abajo.

Por tanto, una tasa “neutral” quitaría parte de la presión a la baja que tiene el dólar en Uruguay. De todas maneras, allí también inciden otros factores como la política monetaria estadounidense.

En una disertación el mes pasado ante la Academia Nacional de Economía, el presidente del BCU, Guillermo Tolosa dijo que "el dólar en Uruguay ha seguido de cerca lo que son las tendencias internacionales, en particular el dólar en Uruguay se ha depreciado (y por tanto) la moneda uruguaya se ha apreciado, en términos semejantes de la depreciación que ha tenido el dólar en el resto del mundo contra las otras monedas".

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Guillermo Tolosa, presidente del Banco Central (BCU) en una disertación.
Foto: Banco Central.

Otros análisis y medidas del Banco Central

En las Minutas del Copom, el Central analizó que la actividad económica en Uruguay "continúa estable y en torno a su crecimiento potencial".

"Tras el crecimiento desestacionalizado del Producto Interno Bruto (PIB) de 0,5% en el primer trimestre, se proyectan aumentos de 0,8% en el segundo y 0,7% en el tercero", agregó. Esos datos se conocerán a mediados de setiembre y diciembre respectivamente.

Además, "se mantiene la estimación de crecimiento anual en torno al 2,5%, con una brecha del PIB cercana a cero", indicó el BCU.

Por otro lado, el Central tomó una medida adicional en la política monetaria. En ese sentido, el documento señaló que "en el marco de las acciones orientadas a fortalecer la transparencia y la previsibilidad en la implementación de la política monetaria, se reafirmó que las adjudicaciones de las licitaciones de Letras de Regulación Monetaria (LRM, un título de deuda que emite el Central para quitar pesos uruguayos del mercado) se realizarán conforme al calendario publicado".

"No obstante, con el objetivo de dotar de mayor flexibilidad a la gestión de liquidez, el BCU se reserva la facultad de ampliar o reducir hasta en un 20% el monto adjudicado en cada semana, ponderando adecuadamente las expectativas privadas y la orientación general de la política monetaria. Esta medida busca compatibilizar la previsibilidad operativa con la capacidad de respuesta ante cambios en el entorno financiero", concluyó.

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