Economía uruguaya sacudida en año del Presupuesto y la previa de la negociación salarial, ¿qué se espera?

Balanz Uruguay organizó un evento en el que Alfonso Capurro y Pilar Tavella analizaron los indicadores y dieron sus proyecciones, en el marco del fenómeno Trump y la recuperación macro de Argentina.

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Pilar Tavella, directora de Research Macro & Estrategia en Balanz.

El déficit fiscal en 3,3% del Producto Interno Bruto (PIB) como punto central del Ministerio de Economía y Finanzas, con un concepto de “deuda prudente”, la probable suba de la tasa de interés de referencia del Banco Central (BCU) antes de la próxima negociación salarial y los shocks con impacto negativo mundial de los aranceles impuestos por la administración de Donald Trump, fueron algunos de los temas que se manejaron en “Perspectivas económicas 2025”, un evento organizado por la firma Balanz ayer.

Pilar Tavella, directora de Research Macro & Estrategia en Balanz, y Alfonso Capurro, socio de CPA Ferrere, fueron los ponentes de un encuentro que dio proyecciones para éste y el próximo año.

Los shocks (por los nuevos aranceles, guerras en curso y otros factores de inestabilidad) hicieron que el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otros organismos corrigieran a la baja sus proyecciones de crecimiento mundial y para la región, con la particularidad, en el caso de Uruguay, de que esto se suma a los problemas de bajo crecimiento que arrastra desde hace una década.

La Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos se enfrenta al desafío de un shock inflacionario en Estados Unidos, aunque se ha mantenido bastante cautelosa con las tasas de interés. China, ante su comercio trancado con Estados Unidos, busca nuevos mercados y lo hace bajando precios. Esto, a entender de Capurro, presionará a la baja los precios de los productos industrializados en el mundo.

En ese contexto se desarrolla la economía uruguaya actualmente, la cual creció 3,1% en 2024, pero con desaceleración en el segundo semestre del año. Según Capurro, luego del rebote en 2024, el crecimiento del PIB se enlentecería en los próximos dos años, ante un escenario de inversión insuficiente y contexto externo adverso.

Es decir, el crecimiento de Uruguay convergería cerca del potencial en 2025 —con una proyección de 2,4%—, pero iría perdiendo vigor en 2026, siendo el alza proyectada del PIB de solo 1,7%, según Capurro.

El socio de CPA Ferrere destacó que el déficit fiscal será uno de los principales focos a trabajar por el Ministerio de Economía y Finanzas (así lo anunció el propio Gabriel Oddone), sopesó que la recaudación de la Dirección General Impositiva (DGI) viene bien este año, que las exportaciones siguen creciendo y también la venta de automóviles, entre otros factores positivos, pero siempre con señales de preocupación por el crecimiento inercial de la economía uruguaya que viene bajando y las condiciones de demanda en el ciclo internacional, que se han deteriorado.

Alfonso Capurro: economista de CPA Ferrere presento realidad económica de Uruguay y la región. Foto: CPA

Para el segundo semestre del año, entrará en juego la propuesta de modificación de la Regla Fiscal, con ancla de mediano plazo basada en un nivel de deuda neta “prudente” y metas operacionales de corto plazo. Así lo recordó Capurro, calificando esa propuesta, que se basará en consideraciones del BID y de los bancos centrales de Chile y Colombia, como “innovadora”.

“La herencia fiscal que recibió este gobierno no es buena, pero sí lo que tiene que ver con la inflación”, destacó Capurro sobre la gestión de Azucena Arbeleche. Asimismo, proyectó que la inflación se mantendrá dentro del rango de tolerancia en 2025 (entre 3% y 6%), pero por encima de la meta del 4,5% que se ha propuesto el BCU, liderado por Guillermo Tolosa.

Aunque la baja relativa de la inflación es buena, las expectativas del mercado sobre el indicador no terminan de converger con las del BCU. Hoy están en 5,78%, cuando la inflación es menor (en abril estuvo en 5,36%).

Los analistas consideran que la imposición de aranceles impulsa la inflación en EE.UU.; sin embargo, hay factores que podrían favorecer la desinflación en Uruguay, por los mencionados precios a la baja en el contexto internacional por la guerra comercial de Trump con China, porque los precios de materias primas han disminuido significativamente y el dólar global se ha debilitado.

Sobre la tasa de interés, Capurro recordó que habrá uno o dos Comité de la Política Monetaria (Copom) del BCU antes de la negociación salarial y proyecta que el Central subirá la tasa (actualmente en 9,25%).

De cara al Presupuesto quinquenal 2026-30, los objetivos —simultáneos— serán: abrir el espacio fiscal para financiar iniciativas políticas del gobierno y recuperar el ancla fiscal; esto es, asegurar una mejora estructural de, al menos, 1,5% del PIB respecto al punto de partida de 2025.

Esta meta se enmarca en un crecimiento magro del PIB, “que será una restricción”, advirtió Capurro.

“El desafío (del MEF) será gestionar los compromisos asumidos y evitar el riesgo de ‘desreforma’ con impacto potencial en la calificación crediticia y el costo del financiamiento”, agregó.

En medio de un entorno externo difícil, “la luz viene de Argentina, que tiene un shock positivo (en relación a Uruguay) en términos de demanda agregada y precios relativos”, alentó al analizar los números macroeconómicos del país vecino.

Impacto de tensiones comerciales en las inversiones y finanzas

Tavella hizo referencia a la “gran movida del tablero” en el mundo que generó la política de aranceles de Estados Unidos y las dudas que existen sobre si Trump busca negociar o si realmente quiere aranceles más altos, inclinándose más por esto último.

En cualquier caso, el panorama —por el factor Trump y otros factores externos— es recesivo para el mundo, Uruguay incluido, lo que significará “menor apetito para el riesgo”, advirtió.

En cuanto a las decisiones de la Fed, estimó que el organismo no va actuar hasta que la economía estadounidense entre en recesión. “No actuará preventivamente, para evitar una recesión”, afirmó.

Según Balanz, el anuncio de EE.UU. de suspender los aranceles recíprocos el 9 de abril (por unos meses) generó un marcado alivio en los precios de los activos. No obstante, el comportamiento del dólar y las tasas del Tesoro muestran que los inversores no están recurriendo a los activos americanos en búsqueda de refugio.

Las valuaciones en la renta variable americana siguen apretadas y los índices tradicionales como el S&P 500 tienen una elevada concentración, con lo que Balanz ve atractiva la búsqueda de diversificación hacia empresas con altos dividendos dentro de EE.UU., así como compañías de capitalización media. “Encontramos mucho atractivo en las acciones de mercados desarrollados como elemento diversificador de los portafolios en este entorno”, dijo Tavella.

En renta fija, Balanz apunta a estrategias de corta duración con elección de calidad, según el perfil del inversor.

Balanz coincidió con CPA Ferrere en que la política comercial de Trump representa un shock negativo para Uruguay en términos absolutos, pero en relación a otros países emergentes tiene ventajas comparativas, dado que además los precios de commodities alimenticios se han mostrado más resilientes que los precios de la energía o los metales industriales.

En otro orden, Balanz afirmó que mantiene una “postura neutral sobre la deuda en dólares uruguaya, balanceando los riesgos fiscales y la mejora en la posición relativa frente a otros emisores soberanos”.

“En cuanto a la moneda nacional, favorecemos las posiciones en instrumentos de tasa fija sobre los instrumentos en Unidades Indexadas (UI), dado que el escenario global generará condiciones favorables para la estabilización de la inflación dentro del rango meta”, acotó.

Más sobre Argentina

Ambos conferencistas hicieron hincapié en que la recuperación de la recesión en Argentina fue muy alta, siendo las reservas netas el “talón de Aquiles” del programa del presidente Javier Milei, ya que no se ha logrado aumentarlas.

“La política monetaria seguirá siendo contractiva para que la inflación siga cayendo”, proyectó Tavella sobre el vecino país.

La analista consideró que antes de acumular reserva, el Banco Central de Argentina (BCRA) emitirá deuda a corto plazo. Luego, alrededor del próximo julio, comprará reservas para que la presión fiscal no se vuelva insostenible, proyectó. Hay que recordar que en Argentina ya hubo mucha emisión de bonos corporativos el año pasado.

Un billete de US$ 100 entre billetes de pesos argentinos.
Un billete de US$ 100 entre billetes de pesos argentinos.
Foto: AFP

“El nuevo esquema cambiario contempla una banda de flotación en el rango de los 1.000 a 1.400 pesos argentinos, que se moverá diariamente a una tasa de 1% mensual. Y el Banco Central ArgentinoBCRA puede comprar reservas para reforzar su balance y proporcionar liquidez en situaciones de volatilidad dentro de la banda”, redondeó Tavella.

La implementación del nuevo esquema cambiario fue exitoso hasta el momento, aunque hay que ver la evolución de la política de estabilización del gobierno de Milei y sus nuevos impactos en Uruguay, hasta ahora en términos generales favorable.

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