“¡Ya basta!" y "hemos pasado por un infierno": el testimonio de los palestinos que apoyan el plan de paz

Hace mucho tiempo que los pobladores civiles de Gaza están hartos de la organización Hamás y sus actos terroristas, pero ahora se están animando a expresarlo y esperan que prospere la propuesta de EE.UU.

Palestinos son fotografiados en un sendero costero al noroeste del campo de refugiados de Nuseirat.
Palestinos son fotografiados en un sendero costero al noroeste del campo de refugiados de Nuseirat.
Foto: AFP

Redacción El País
Los palestinos de la Franja de Gaza llevan casi dos años anhelando el fin de la guerra que ha destruido sus comunidades y matado a decenas de miles de sus vecinos. Muchos afirman que su mayor esperanza hasta el momento es el último plan de alto el fuego propuesto por Estados Unidos, siempre y cuando Hamás lo acepte.

“Hamás debe decir sí a esta oferta: ya hemos pasado por un infierno”, dijo Mahmoud Bolbol, de 43 años, un trabajador de la construcción que ha permanecido en la ciudad de Gaza con sus seis hijos en el destartalado caparazón de su casa durante toda la guerra.

El presidente estadounidense Donald Trump dio a conocer la propuesta durante una reunión con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en la Casa Blanca el lunes. Trump afirmó que si Hamás no aceptaba sus términos, daría luz verde a Israel para que “concluya la tarea” de destruir al grupo armado.

Hamás aún no ha dado su respuesta a la propuesta, pero entrevistas con palestinos en Gaza el miércoles sugirieron un amplio apoyo público al plan. Exige el fin inmediato de una guerra que ha causado un inmenso sufrimiento a la población civil.

Palestinos con pertenencias llegan a un sendero costero al noroeste del campo de refugiados de Nuseirat mientras son desplazados hacia el sur desde Wadi Gaz.
Palestinos con pertenencias llegan a un sendero costero al noroeste del campo de refugiados de Nuseirat.
Foto: AFP

Durante los últimos dos días, dijo Bolbol, sus vecinos no han hablado prácticamente de nada más que de la propuesta de alto el fuego de Estados Unidos.

Si Hamás la rechaza, añadió, su familia finalmente abandonará la ciudad de Gaza y se dirigirá a lo que él esperaba que fuera la relativa seguridad del sur del enclave. “Hamás debe entender: ¡Ya basta!”, dijo Bolbol.

La mayoría de los palestinos de Gaza no son miembros del grupo, añadió, “¿por qué involucrarnos en esto?”.

El plan exige que Hamás libere a todos los rehenes restantes capturados durante el ataque del 7 de octubre de 2023 contra el sur de Israel en un plazo de 72 horas tras la entrada en vigor de la propuesta. Esto incluye a unos 20 secuestrados que se cree que aún siguen vivos y los cadáveres de unos 25 más.

A cambio, Israel liberaría a unos 250 prisioneros palestinos que cumplen cadena perpetua en Israel, a otros 1.700 palestinos detenidos durante la guerra y los restos de 15 prisioneros palestinos muertos por cada rehén israelí cuyo cuerpo sea devuelto. Pero la propuesta contiene varios elementos que Hamás considera inaceptables.

Palestinos con pertenencias llegan a un sendero costero al noroeste del campo de refugiados de Nuseirat mientras son desplazados hacia el sur desde Wadi Gaza.
Palestinos con pertenencias llegan a un sendero costero al noroeste del campo de refugiados de Nuseirat.
Foto: AFP

Estas medidas incluyen la prohibición de que el grupo ejerza poder en Gaza, la exigencia de que se desarme y el establecimiento de un gobierno de transición supervisado por funcionarios extranjeros, incluidos el propio Trump y Tony Blair, ex primer ministro británico.

La propuesta, presentada el lunes, generó una inusual esperanza en Gaza, según comentaron algunos en entrevistas. Pero otros son menos optimistas.

Algunos dijeron que los términos de la propuesta les hacían dudar de que Hamás aceptara. Otros dijeron que sus dudas provenían de algo más básico y amargo: simplemente no creían que Hamás antepusiera los intereses del pueblo palestino a los de la organización.

“Morimos por nada, y a nadie le importamos”, dijo Nasayem Muqat, de 30 años, quien huyó el lunes de la creciente campaña militar israelí en la ciudad de Gaza hacia el sur del territorio con su hija pequeña, Selene. “Hamás debería pensar más en nosotros y en lo que hemos pasado”.

Abdelhalim Awad, de 57 años, encargado de una panadería en Deir al-Balah, en el centro de Gaza, afirmó que aceptaría prácticamente cualquier precio para poner fin a la guerra. Sin embargo, afirmó que no creía que Hamás pudiera decir lo mismo.

Palestinos llevan sus pertenencias por un sendero costero al noroeste del campo de refugiados de Nuseirat mientras son desplazados hacia el sur desde Wadi Gaza.
Palestinos llevan sus pertenencias del campo de refugiados de Nuseirat mientras son desplazados hacia el sur.
Foto: AFP

“No les importa lo que piense la gente ni la opinión pública”, dijo Awad. “Si les importara eso, no estaríamos en esta situación”.

En Khan Younis, en el sur de Gaza, Mahmoud Abu Mattar, de 35 años, dijo que esperaba que Estados Unidos pudiera de alguna manera obligar a Hamás a aceptar el acuerdo y luego hacer que tanto el grupo armado como Israel cumplan con todos sus términos.

“Mi deseo es que Trump lo imponga como realidad a ambos lados, directamente, sin darles opciones”, dijo Abu Mattar, quien alguna vez fue contador en la ciudad de Gaza.

Dijo que los combates lo habían obligado a desplazarse por el norte de Gaza diez veces con su esposa y sus tres hijos hasta la semana pasada, cuando huyeron al sur por primera vez.

Dijo que estaba disgustado con los negociadores en salas de conferencias lejanas que parecen controlar el destino de su familia.

“Quienes negocian en mi nombre están sentados en habitaciones con aire acondicionado”, dijo.

“No son ellos los que viven en la arena, caminando media hora para buscar agua o buscando un saco de harina y siendo asesinados”, comentó este palestino. Liam Stack / The New York Times

Gianni Infantino

“La FIFA no resuelve los problemas geopolíticos”

El Consejo de la FIFA no adoptó ninguna decisión contra la Federación de Israel en la primera reunión después de que la Federación Palestina y un grupo de expertos de la ONU le pidieran la suspensión de la selección hebrea.

El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, reiteró el papel del fútbol como vehículo de paz y unidad, especialmente en el contexto de la situación en Gaza, y reconoció el diálogo constante con los presidentes de las confederaciones sobre este tema durante la reunión ayer jueves en Zúrich.

Infantino aseguró que “la FIFA no puede resolver los problemas geopolíticos, pero puede y debe promover el fútbol en todo el mundo aprovechando sus valores unificadores, educativos, culturales y humanitarios”.

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