Redacción El País
El Senado de Brasil votó ayer miércoles en contra de un proyecto de enmienda constitucional para ampliar la inmunidad de los legisladores, luego de que su aprobación en la Cámara de Diputados desencadenara grandes protestas el domingo en el país.
Conocida como “proyecto de blindaje”, la iniciativa exigía que el Congreso autorizara mediante voto secreto cualquier acusación penal contra diputados y senadores.
Decenas de miles de brasileños salieron el domingo a las calles en varias ciudades, con carteles de “Congreso, vergüenza nacional”, para protestar contra lo que bautizaron como el “proyecto de los bandidos”.
Las manifestaciones, consideradas las mayores de la izquierda desde la victoria del presidente Luiz Inácio Lula da Silva en 2022, también apuntaron contra un proyecto de amnistía que podría beneficiar al expresidente Jair Bolsonaro, condenado por golpismo.
La Cámara de Diputados aprobó la semana pasada la iniciativa del blindaje, incluso con apoyo de algunos aliados de Lula.
Según el senador Alessandro Vieira, relator del proyecto el Senado, el texto era “claramente inconstitucional” y “parecía tener como real objetivo proteger a los autores de delitos graves, como corrupción, lavado de dinero y hasta homicidios”, dada la amplitud de las garantías que ofrecía a los legisladores.
Vieira dijo que las manifestaciones públicas en contra de este polémico proyecto demuestra que “la sociedad brasileña grita en un sentido diametralmente opuesto y exige el fin de toda impunidad”.
El proyecto había sido rechazado más temprano por la Comisión de Constitución y Justicia del Senado, cuyos 27 miembros votaron en contra en forma unánime.
Llevado luego al pleno del Senado, el polémico proyecto de ley fue archivado sin siquiera debates, en un acto simbólico por unanimidad.
El rechazo en el Senado, contrasta con la posición que primó en la Cámara de Diputados, que aprobó la propuesta en régimen de urgencia, sin pasar por comisiones, con una amplia mayoría de 353 votos frente a 134 en contra.
El blindaje habría congelado una treintena de casos actualmente ante la corte suprema contra 108 de los 594 parlamentarios, según un recuento del diario O Estado de S. Paulo.
Estos procesos incluyen una investigación sobre desinformación en redes sociales que implica a varios legisladores del bolsonarismo.
El senador Flávio Bolsonaro, hijo del expresidente, votó contra el blindaje pero deslizó que “parece que hoy estamos creando aquí en el Senado la bancada del síndrome de Estocolmo”.
El bolsonarismo acusa a jueces del Supremo Tribunal Federal (STF) de perseguir al expresidente y a legisladores de la derecha.
El máximo tribunal tiene en sus manos una imputación al diputado Eduardo Bolsonaro, otro hijo del expresidente, por alentar presiones de Estados Unidos para interferir en el proceso a su padre, condenado a 27 años de cárcel por intento de golpe de Estado. AFP, EFE