Irán considera “inevitable” que se extienda la guerra entre Israel y la organización terrorista Hamás

Ejército israelí dijo que “matará” a terroristas que disparen desde hospitales, aunque “tomará todas las precauciones posibles para no atacar a gente con vía intravenosa o con huesos rotos.

Se mantienen intensos combates en el centro de la Ciudad de Gaza
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KENZO TRIBOUILLARD/AFP fotos

Redacción El País
El Ejército de Israel y los terroristas de Hamás mantenían ayer viernes intensos combates en el centro de la ciudad de Gaza, al tiempo que Irán consideró “inevitable” que esta guerra se expanda.

Así lo dijo el ministro iraní de Exteriores, Hosein Amir Abdolahian, para quien la expansión de la guerra entre Israel y Hamás “se ha convertido en inevitable”, y culpó de ello a la intensidad de los ataques israelíes en la Franja de Gaza.

Abdolahian hizo esta afirmación en una conversación telefónica con su homólogo catarí Mohammed bin Abdulrahman bin Jassim Al Thani.

El jefe de la diplomacia iraní no especificó a qué se refería con la “expansión del conflicto” en la conversación que mantuvo en la noche del jueves con Al Thani y de la que informó ayer viernes el Ministerio de Exteriores del país persa.

La advertencia llega en medio de crecientes ataques de milicias proiraníes contra bases estadounidenses en Siria e Irak, así como de choques entre el grupo libanés Hezbolá e Israel, además de lanzamientos de misiles de los rebeldes hutíes desde Yemen.

Irán ha advertido desde el ataque de su aliado Hamás contra Israel el 7 de octubre en repetidas ocasiones de la posibilidad de que sus aliados abran otros frentes si no paran los bombardeos de Gaza.

El régimen iraní lidera una alianza informal antiisraelí de la que forman parte organizaciones militantes como Hezbolá, Hamás y la Yihad Islámica, además de una miríada de grupos en Irak y Siria.

La República Islámica de Irán e Israel son enemigos acérrimos.

Combates en Gaza

En tanto, Israel afirmó ayer viernes que “matará” a comandos de Hamás que abran fuego desde hospitales de la Franja de Gaza, poco después de informes palestinos sobre hospitales de ese territorio tomados por blancos de bombardeos y de francotiradores.

“Si vemos a terroristas de Hamás disparando desde hospitales, haremos lo que tenemos que hacer (...), los mataremos”, dijo el portavoz militar israelí Richard Hecht, admitiendo el carácter “sensible” de ese tipo de operaciones.

“Sería más fácil si Hamás abandonase los hospitales y nos lo mostrase claramente”, añadió, acusando al movimiento terrorista de “operar desde dentro de los hospitales”.

Hecht también afirmó que el ejército israelí “toma todas las precauciones posibles para asegurarse de que no ataca a gente con vía intravenosa o con huesos rotos”.

El Ejército informó el jueves de intensos combates cerca del hospital Al Shifa que tenían como objetivo un centro militar de Hamás.

También dijo ayer haber matado en las últimas horas a numerosos miembros de las fuerzas de élite del brazo armado de Hamás en Gaza, así como a unos 30 milicianos en redadas en un puesto militar y un campo de entrenamiento, mientras sigue sus bombardeos y ofensiva terrestre.

“Durante el último día, basándose en inteligencia precisa del Ejército, las tropas mataron a numerosos terroristas de Nukhba”, los cuerpos de élite de Hamás, dijo un portavoz militar, que remarcó que estos fueron parte activa del ataque del 7 de octubre a Israel que acabó con más de 1.200 muertos y unos 240 rehenes llevados a Gaza.

Según concretó, entre los operativos de alto rango muertos están los comandantes Ahmed Musa y Omar al Hindi, ambos de la localidad norteña de Yabalia, donde los ataques israelíes han impactado con fuerza estas últimas semanas. A su vez, las tropas mataron a Mohamed Kakhlout, jefe de francotiradores de la Brigada Norte de Hamás.

De acuerdo con el Ejército, Musa fue uno de los comandantes que el pasado el 7 de octubre lideró la incursión de milicianos palestinos a la base militar de Zikim y el kibutz vecino con el mismo nombre.

Asimismo, “las tropas israelíes atacaron durante la noche del jueves a 19 terroristas de Hamás que planeaban atacar a soldados”, y “un contenedor de transporte situado en una playa que tenía aproximadamente 20 lanzacohetes”.

En operaciones en el barrio de Sheij Ijlin -en el sur de la ciudad de Gaza-, también “localizaron un lanzacohetes” guardados junto a edificios residenciales. “Todas las armas encontradas fueron destruidas o confiscadas por las tropas”, agregó el comunicado.

El Ejército israelí también realizó redadas contra una posición militar de Hamás y un complejo de entrenamiento en zonas civiles. (AFP, EFE)

Además

Israel precisa que son 1.200 los asesinados por Hamás

Israel redujo de 1.400 a 1.200 el balance de muertos por el ataque terrorista de Hamás del 7 de octubre, indicó ayer viernes un portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores.

“Esta es la cifra revisada. Esto se debe a que había muchos cadáveres sin identificar y ahora pensamos que pertenecen a los terroristas (...). No son víctimas israelíes”, precisó el portavoz del ministerio, Lior Haiat.

El nuevo balance de 1.200 muertos, en su mayoría civiles, fue mencionado inicialmente en un comunicado de la cancillería.

“Los terroristas de Hamás asesinaron a sangre fría a 1.200 personas y secuestraron a 240, incluyendo bebés, niños, mujeres y ancianos”, señala el comunicado.

Haiat confirmó luego a AFP la revisión del balance anterior, de 1.400 muertos.

Por su parte, el Ejército israelí informó ayer que cinco soldados israelíes resultaron este viernes heridos, tres de ellos de gravedad por el impacto de misiles antitanque contra un puesto militar, y otros dos padecieron también heridas por “la caída de un aparato aéreo hostil”.

En respuesta a los disparos a lo largo del viernes, las fuerzas israelíes volvieron a atacar territorio libanés, tras una jornada más marcada por el fuego cruzado en el área fronteriza.

Durante el día, milicianos de Hezbolá lanzaron desde Líbano una ráfaga de misiles antitanque que impactó contra el puesto militar de la zona de Manara, en el norte de Israel, lo que causó heridas a los tres militares, que igual que los otros dos que resultaron heridos por el impacto de un aparato aéreo, fueron evacuados a un hospital.

Video de rehenes, “un crimen de guerra”

La organización Human Rights Watch (HRW) denunció ayer viernes que los vídeos de israelíes secuestrados difundidos por las organizaciones terroristas Hamás y Yihad Islámica constituyen “un ultraje contra la dignidad de las personas” y un “tratamiento inhumano” que “equivale a un crimen de guerra”.

La organización de defensa de los derechos humanos recuerda que el pasado 9 de noviembre Yihad Islámica mostró un vídeo en que dos secuestrados israelíes, uno de ellos un niño, pedían ser liberados.

“Hamás y la Yihad Islámica no sólo retienen ilegalmente a civiles como rehenes, incluidos niños, sino que además difunden al mundo las imágenes de los rehenes en su estado más vulnerable”, señaló Omar Shakir, director para Israel y Palestina de Human Rights Watch, quien insistió en que, “en lugar de filmar a un niño bajo coacción, los grupos deberían liberarlo sano y salvo junto a su familia”.

HRW recordó que tanto mantener rehenes como ultrajar la dignidad de los detenidos “constituyen serias violaciones de la ley humanitaria internacional o de las leyes de la guerra”.

“Hamás y la Yihad Islámica deben liberar inmediata e incondicionalmente a todos los civiles bajo su custodia y permitir que los que siguen retenidos se comuniquen con sus familias por medios privados y reciban visitas de una agencia humanitaria imparcial”, zanja la nota.

El pasado día 9, Las Brigadas Al Quds, brazo armado de Yihad Islámica, aseguraron que estaban “dispuestas” a dejar en libertad por motivos humanitarios a dos rehenes israelíes en Gaza, un niño y una anciana, de los que difundió un vídeo donde aparecen pidiendo su liberación a Israel. “Estamos dispuestos a liberar a los cautivos Hanna Katzir y el niño Yigal Yaakov por razones humanitarias”, indicó un portavoz de la Yihad Islámica en un vídeo de siete minutos.

En las declaraciones del vídeo, donde ambos rehenes parecían sufrir estrés y coacción, y de los que no se concretó la ubicación ni el estado de salud, Katzir -de 77 años- y Yigal Yaakov -de 13 años- pidieron su liberación, agradecieron a Yihad Islámica las condiciones en las que estaban y echaron la culpa de todo ello al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.

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