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Fake news en época de crisis sanitaria: la lucha de la prensa contra la desinformación

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El País, con una trayectoria de 100 años de periodismo, realiza cada día un despliegue de profesionales para informar con certeza. Foto: Gerardo Pérez

ESPECIAL GRUPO DE DIARIOS AMÉRICA

Los medios del Grupo de Diarios América (GDA) se han dado a la tarea de combatir las noticias falsas, que se hacen virales principalmente a través de las redes sociales.

La pandemia del coronavirus ha trastocado al planeta entero en los últimos meses, con múltiples consecuencias en la salud y la economía. Y entre los retos que enfrentan los gobiernos, la ciudadanía y la prensa, se encuentra la proliferación de noticias falsas con el potencial de afectar adversamente la lucha contra el novel coronavirus, que ha cobrado cientos de miles de vidas en todo el mundo.

El continente latinoamericano, con sus similitudes y diferencias regionales y por países, está siendo muy golpeado por el virus que causa la enfermedad COVID-19; y los medios de comunicación, así como los gobiernos, tienen otro frente de batalla ante la desinformación y las “fake news”.

Los medios del Grupo de Diarios América (GDA) se han dado a la tarea de combatir las noticias falsas, que se hacen virales principalmente a través de las redes sociales, con distintas iniciativas de verificación o “fact checking” en los últimos años. Pero en el contexto de una pandemia, esa labor se hace más relevante, cuando las noticias falsas pueden poner en riesgo a miles, si no millones, de personas en la región.

En esta pandemia de COVID-19, las “fake news” son particularmente peligrosas cuando provocan el pánico generalizado que hace que las personas salgan en masa a comprar productos para subsistir durante las cuarentenas decretadas en la mayoría de los países, pues la conglomeración de gente es un riesgo adicional para la propagación del peligroso virus. Este ha sido el caso en países como México y Puerto Rico.

El viernes 28 de febrero, cuando se confirmó el primer caso de COVID-19 en México, circuló información en redes sociales como Facebook, Twitter y WhatsApp de que había tres casos confirmados en Culiacán, Sinaloa, luego que se confirmó que el segundo hombre contagiado permanecía aislado en un hotel de la localidad. Los datos falsos provocaron que los habitantes de Culiacán abarrotaran los supermercados en busca de desinfectantes, de cubrebocas y gel antibacterial, por lo que la secretaría de Salud llamó a no caer en compras de pánico ni difundir noticias sin confirmación oficial.

Falsedades.

Una cadena de WhatsApp que circuló mayormente entre la población de Ciudad de México, aseguró que medicamentos como esteriflu y estericide, producidos por el laboratorio nacional Esteripharma, fueron probados contra COVID-19 y funcionaron, pero esta información es falsa. El laboratorio farmacéutico confirmó que no se han probado contra el coronavirus y solo son eficaces para tratar la influenza A, B, influenza AH1N1, virus respiratorio y adenovirus.

Algo similar ocurrió en Puerto Rico el pasado 21 de marzo, cuando se hizo viral un audio de un pastor difundido a través de WhatsApp pidiendo a sus feligreses que se prepararan para una cuarentena más larga, al alegar que tenía información sobre un cierre de todos los comercios, incluidos supermercados y farmacias, a partir de la semana siguiente. Esto provocó que más gente de lo normal saliera y llenara los supermercados.

Los medios del continente dan información actualizada. Foto: Archivo El País
Los medios del continente dan información actualizada. Foto: Archivo El País

Luego de desmentir la información por escrito, la gobernadora Wanda Vázquez publicó un vídeo para insistir en la falsedad del cierre de los establecimientos a los que se les permite abrir. Incluso, las autoridades informaron que se radicarán cargos contra el pastor responsable del audio, por violar un artículo de ley que dispone que habrá “sanciones y multas hasta los US$ 5,000 o cárcel de hasta seis meses para toda persona que dé falsas alarmas en medio de un estado de emergencia”.

Consejos.

Mientras, en la mayoría de los países de la región abundan las noticias falsas sobre casos positivos de COVID-19 y, sobre todo, sobre supuestos remedios caseros o farmacológicos contra la enfermedad.

En Uruguay, circuló información acerca de personalidades políticas que supuestamente tenían el virus, pero no era cierto, como fue el caso de la vicepresidenta Beatriz Argimón, quien salió a desmentirlo.

whatsapp
Foto: Pixabay

En Venezuela, entre otros casos, un audio que circuló por WhatsApp aseguraba que la parroquia El Cafetal, ubicada en el municipio Baruta del estado Miranda, se encontraba totalmente aislada por la presencia de 120 casos de coronavirus. La información resultó ser falsa. El alcalde Darwin González señaló que hasta el 19 de marzo solo existían 6 casos confirmados en esa localidad.

En la Argentina, la publicación de parte de la OMS de los “Consejos para la población acerca de los rumores sobre el nuevo coronavirus” se replicó en los medios nacionales, lo que redujo en gran parte el impacto de las falsas noticias, y organizaciones como chequeado.com también verifican constantemente afirmaciones para contrarrestar la “infodemia” o pandemia de información falsa.

Miles de mensajes y curas caseras con jengibre, agua caliente y sal

Brasil, además del avance del COVID-19, también sufre la avalancha de noticias falsas. En el país más grande de la región y el que suma más casos de coronavirus, el Ministerio de Salud creó un número de WhatsApp con la finalidad de recibir “información viral” sobre el coronavirus, que es analizada por un equipo de técnicos de la cartera.

Desde el comienzo de la epidemia, se han recibido 6.500 mensajes, de los cuales 90 por ciento estaban relacionados con la nueva enfermedad. De estos, el 85 por ciento resultaron falsos.

El diario O Globo creó una página con una actualización diaria en la que agrega y niega las noticias falsas que circulan en las redes: vea qué es #FACT o #FAKE sobre el coronavirus.

En Perú, también circulan informaciones de todo tipo, por lo general las que se refieren a curas caseras (uso de jengibre, sal, bicarbonato, agua caliente, inhalación de vapores, entre otros supuestos métodos que terminan con el virus), principalmente a través de WhatsApp.

También tuvo amplia circulación un documento que se hacía pasar por oficial sobre movilización de tropas, restricciones en las calles y decisiones gubernamentales relacionadas con el aislamiento social obligatorio.

En El Comercio, al igual que en la mayoría de los miembros del GDA, se viene generando contenido constante en sus diferentes plataformas, relacionado con el fact checking de estas informaciones malintencionadas.

¿El virus vive 9 horas en el asfalto?
Coronavirus catástrofe. Foto: Reuters.

La ofensiva de falsedades incluye datos sobre cómo prevenir la enfermedad o medicamentos que se pueden utilizar, muchos de estos orientados al consumo de plantas (té o infusiones), pero la gran mayoría son rumores orientados a casos positivos o muertes por el COVID-19. Eso ocurre en El Salvador, donde La Prensa Gráfica tuvo que desmentir en su cuenta de Twitter un caso positivo en la Villa Olímpica, un albergue de cuarentena ubicado al norte de San Salvador. La información tenía el logo de La Prensa Gráfica. De esa forma, se hace circular información de casos que son atendidos en hospitales y que tienen carácter falso.

Pero, no es un fenómeno exclusivo de ese país de Centroamérica, sino de alcance continental.

En Chile, también se ha detectado desinformación en las redes sociales: que el virus vive nueve horas en el asfalto; que el té caliente, tomar sol, hacer gárgaras con sal o con enjuague bucal previene o elimina el coronavirus, lo mismo que el olor de las ramas o el aceite de eucalipto; o que el virus vive más en las superficies de metal. También hay cadenas con experiencias de médicos que atendieron pacientes con COVID-19 que no eran tales, o sobre la fuga de un paciente contagiado. Lo mismo una foto de una supuesta enfermera chilena cubierta con bolsas plásticas como protección, que en realidad era de España, y que a un niño bautizaron Covid.

En Colombia, falsos remedios, divulgación de medidas que no existen y alarmas generales con las cifras de enfermos y muertes son cada vez más abundantes.

La ola de “fake news” se disparó también en forma considerable durante la emergencia por el nuevo coronavirus en Costa Rica. El blog #NoComaCuento, un servicio de La Nación especializado en la aclaración de noticias falsas, ha venido realizando una intensa labor de divulgación de informaciones falsas o erróneas, e incluso se han publicado compilaciones de las principales mentiras que circulan en redes sociales en torno al COVID-19.

Recientemente, La Nación formó una alianza con una iniciativa latinoamericana llamada Fact Check Regional para robustecer la lucha contra la desinformación y evitar perjuicios a los ciudadanos que son objetivos de las campañas falsas.

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