Redacción El País
La escasa presencia de líderes latinoamericanos en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la COP30, que se lleva a cabo en la ciudad amazónica de Belém, ha llamado la atención en el evento que culminó ayer viernes y cuyo anfitrión este año es Brasil.
Solo tres mandatarios latinoamericanos asistieron a la cita organizada por el líder progresista, Luiz Inácio Lula da Silva: los presidentes de Honduras, Xiomara Castro; de Colombia, Gustavo Petro, y de Chile, Gabriel Boric, todos ellos aliados de Lula.
La tensión entre Venezuela y EE.UU., por la ofensiva militar de la Administración Trump en aguas del Caribe contra el narcotráfico, impidió que el presidente Nicolás Maduro asistiera a la cita de su aliado brasileño, a la que también faltó la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum; y el uruguayo, Yamandú Orsi.
El presidente boliviano, Luis Arce, también declinó a la invitación por la transición con el mandatario Rodrigo Paz, que tendrá lugar hoy sábado; así como Perú, que tiene a José Jerí como presidente interino tras la destitución de Dina Boluarte.
A ellos se sumaron el libertario argentino, Javier Milei, un reconocido negacionista climático, y sus homólogos de Paraguay, Santiago Peña, y Ecuador, Daniel Noboa.
Ya entre los líderes de otras regiones, destacó la ausencia del primer ministro indio, Narendra Modi, y del presidente de China, Xi Jinping, cercanos al mandatario brasileño.
Faltaron igualmente a la cita el presidente Donald Trump, que retiró a EE.UU. del Acuerdo de París, y la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, en la que fue su primera ausencia en la cita por el clima desde que asumió el cargo en 2022.
El jefe del Kremlin, Vladímir Putin, quien tiene una orden de arresto de la Corte Penal Internacional (CPI) por crímenes de guerra en Ucrania, se sumó a la lista de ausentes de la cita climática.
En cambio, sí asistieron el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez; el presidente francés, Emmanuel Macron y el canciller alemán, Friedrich Merz, así como la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
A la cumbre de líderes asistieron en total 57 jefes de Estado y de Gobierno entre los que sorprendió la presencia del presidente sirio, Ahmad Al Sharaa.
Por su parte, Uruguay hizo ayer un llamado a renovar los compromisos en materia de financiamiento climático y abogó por decisiones firmes y concretas en materia de adaptación.
“Este encuentro nos convoca con una responsabilidad histórica: reafirmar nuestro compromiso colectivo con la acción climática, la justicia ambiental y la solidaridad entre los pueblos”, dijo el viceministro de Ambiente uruguayo, Óscar Caputi.
En ese sentido, reiteró el compromiso de Uruguay con la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y con el Acuerdo de París como los instrumentos multilaterales “legítimos y esenciales” para enfrentar la crisis climática de forma colectiva, inclusiva y basada en la ciencia. “En esta instancia decisiva, Uruguay hace un llamado a renovar los compromisos en materia de financiamiento climático, con especial énfasis en la adaptación, incluyendo la definición de una nueva meta colectiva y cuantificada que permita fortalecer la resiliencia de los países más vulnerables”, dijo Caputi.
Añadió que es fundamental brindar “claridad y previsibilidad” sobre el cumplimiento efectivo de los compromisos financieros de los países desarrollados hacia los países en desarrollo.
“Las brechas que aún existen en los montos y en las condiciones preferenciales del financiamiento deben ser abordadas con determinación y sentido de justicia”, enfatizó.
Finalmente, recordó que Uruguay se posicionó como un país pionero en la integración de la sostenibilidad ambiental con el desarrollo económico productivo. Cerca del 9 % de la energía se genera a partir de fuentes renovables, tras una primera etapa de transformación que se llevó a cabo a partir de la descarbonización casi total de la matriz energética.
Uruguay reconoce el cambio climático como uno de los grandes retos de la actualidad y, en ese sentido, Caputi hizo hincapié en que la instigación y la adaptación al cambio climático representan una prioridad mundial inmediata y urgente. EFE, AFP