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"Me voy sin un centavo más; no es ningún mérito, pero es raro en Argentina", dijo Alberto Fernández

El presidente saliente de Argentina reconoció que la coalición con Cristina Kirchner “funcionó al comienzo, pero se volvió disfuncional”, y criticó duro a Scioli por trabajar con Milei.

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Asamblea General de Naciones Unidas
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, en la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Foto: archivo AFP.

La Nación/GDA
A menos de dos semanas de dejar la Casa Rosada, el presidente Alberto Fernández hizo un balance de su gestión y aseguró: “Tengo la tranquilidad espiritual de haber puesto todo en los cuatro peores años del siglo”.

Además, admitió que apostaba a que una persona de su propio espacio tomara las riendas del Gobierno y dijo: “Siento tristeza porque me hubiera gustado que uno de los nuestros me sucediera. Y digo qué pena que no pudimos hacer lo que queríamos o no salió. Pero aun sabiendo que hubo situaciones complejas, tengo la convicción de que hicimos muchas cosas y que, si uno tiene en cuenta el contexto, se hicieron bien”.

Asimismo el presidente se tomó un tiempo para cuestionar con severidad a Daniel Scioli, embajador argentino en Brasil, tras su acercamiento con La Libertad Avanza (LLA). “No entiendo cómo se puede representar al Gobierno de Fernández y al de [el presidente electo, Javier] Milei”, dijo al respecto. “No me vengan con la historia de que se puede representar a la Argentina. Eso es falso. Es problema de Scioli si se queda. A cualquiera que haya trabajado en nuestro gobierno le tiene que ser objetivamente imposible trabajar con Milei”, lanzó contra el representante diplomático.

La frase de Fernández llega poco después de conocerse la intención que tiene el próximo Gobierno de que Scioli continúe al frente de la embajada argentina en Brasil, algo confirmado por la futura canciller Diana Mondino. En este contexto el exgobernador bonaerense reconoció que tiene un vínculo desde “hace muchos años” con el presidente electo y aseguró que estará “donde sea” para aportar su experiencia y “seguir defendiendo los intereses del país”. También contó que intercambiaron “unos chat” durante los días posteriores al triunfo electoral del 19 de noviembre.

La renovación del peronismo

Durante una extensa entrevista en radio Urbana Play, el presidente indicó sobre los funcionarios de su gestión: “Tengo la certeza de que mi equipo hizo todo lo que humanamente se podía hacer para que la Argentina progrese. Me voy sin un centavo más, no es ningún mérito, pero es raro en nuestro país. No tengo testaferro, no tengo cuentas en el exterior. Todo lo que tengo está declarado en la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP)”.

“Habiendo sido el Gobierno que más obra pública hizo en la historia argentina, no hay una denuncia de corrupción”, aseveró

Respecto de la coalición de gobierno que formó con la vicepresidenta Cristina Kirchner, Fernández reconoció que “funcionó al comienzo, pero se volvió disfuncional”. “Eso es algo que debemos revisar. No creo que sea momento de cargar culpas sobre nadie, es algo compartido”, resaltó el mandatario. “La cosa no funcionó como debía funcionar en una coalición; parecía que íbamos para distintas direcciones, y eso se trasladó en acciones e hizo más difícil la gestión. Me parece que es parte de un debate que nos debemos internamente en el peronismo”, reflexionó Fernández sobre el futuro de Unión por la Patria (UP) y habló sobre la necesidad de una “reconfiguración” dentro del partido.

“El peronismo tiene que discutir lo que es y lo que quiere ser. Fueron demasiadas cosas a lo largo de la historia: ha sido conservador neoliberal con [Carlos] Menem; conservador popular con [Eduardo] Duhalde; progresista con Néstor [Kirchner], con Cristina y conmigo. ¿Qué es el peronismo?”, se preguntó y sumó que hay que “darle identidad y democratización real para que vuelva a ser un partido nacional y no una congregación de partidos locales”.

En el seno interno de UP, reconoció que con su vicepresidenta "por ahora" no habló y no sabe "qué pasará en el tiempo". Distinta es la relación con el ministro de Economía, Sergio Massa, con quien Fernández contó que hablan permanentemente.

Sergio Massa y Alberto Fernández
El presidente argentino Alberto Fernández y el ministro de Economía y candidato de Unión por la Patria (UxP), Sergio Massa
Foto: María Eugenia Cerutti/Presidencia de Argentina

Milei, el encuentro y la dolarización

En otro tramo de la entrevista, y al referirse en particular a las propuestas con las que el libertario Javier Milei llegó a la Casa Rosada, Fernández fue tajante. “No es una buena idea la dolarización porque el plan de convertibilidad nació para contener la inflación. Como plan fue exitoso, pero era para dos años. Cuando se volvió una política económica fue un desastre porque privó al país de una herramienta central que es la política monetaria”, argumentó.

El mandatario contó también que le planteó su mirada a Milei cuando lo recibió la semana pasada en la Quinta de Olivos: “Y le recordé cómo termino ese programa en el 99, con un proceso recesivo, con la industria nacional aniquilada y 18 puntos de desempleo”. Dijo que su sucesor lo escuchó.

“Tengo que reconocer que tuvo una actitud muy respetuosa conmigo. Fue una reunión muy correcta en el trato, pero, obviamente, pensamos muy distinto”, detalló sobre el encuentro con quien hará la transición de Gobierno.

A continuación el mandatario indicó que Milei dijo muchas cosas que le preocupan, algunas de las cuales se las transmitió durante el encuentro. Habló de que su sucesor tiene “un discurso muy violento, una actitud homofóbica, donde también desconoce una realidad que es la igualdad de género, un discurso que dice que es mentira que las mujeres están en peores condiciones que los hombres en términos laborales, un discurso en el que dice que ser homosexual es lo mismo que el que elige tener piojos y que, por lo tanto, se atenga a las consecuencias”.

“Son discursos terribles y se lo dije de buen modo, debe medir cómo esos discursos son decodificados por sus seguidores. Porque un día uno de sus seguidores decodificó ese discurso y le puso una pistola en la cabeza a Cristina”, prosiguió. Sobre los motivos de su triunfo, indicó: “Lo que consiguió fue hacerle sentir a la gente que la política es una casta y que somos un conjunto de privilegiados que vivimos como no vive nadie y eso no es cierto. En la política hay corruptos y hay muchos que vivimos tratando de servir a la gente y que no cambia nuestra vida”, opinó sobre Milei.

Tras ello Fernández comparó al líder de LLA con el expresidente Menem. “Habla de que el principal problema que tenemos es el déficit fiscal. Ojo, yo creo que es un problema y que hay que atacarlo y que hay que vivir sin eso. Sin embargo, el problema es cómo atacarlo y en esto es el parecido con el menemismo. Ajustemos todo lo que podamos y cómo lo hacemos: terminanos con la obra pública, con la educación, y si no me alcanza, vendo la joya de la abuela que son las empresas públicas. Es exactamente la misma lógica”, se explayó y equiparó: “En lo que Menem fue convertibilidad, con Milei es dolarización”.

Al referirse a las Leliqs, apuntadas por el presidente electo como el problema mayor de la economía argentina, aseguró que le hubiera gustado “terminar con ellas de no haber sido que, objetivamente, lo que hacen es respaldar los depósitos de la gente”. “Fue una creación macabra, perversa, y que a nosotros nos costó muchísimo desmontarlas y le va a costar a cualquier desmontarlas”, opinó.

Javier Milei y Alberto Fernández reunidos en la Quinta de Olivos. Foto: Presidencia de la Nación.
Javier Milei y Alberto Fernández reunidos en la Quinta de Olivos.
Foto: Presidencia de la Nación.

La economía que deja

Por su parte, Fernández dio detalles de su gestión económica y dijo que, en su momento, si no firmaba el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) la situación se iba a poner “difícil”. Explicó que ese arreglo “permitió hacer un standby” y fue “una buena solución”. Además indicó que durante 2022 “se sobrecumplieron los objetivos que el Fondo impuso”.

“La guerra nos hizo perder 5.000 millones de dólares por la importación de energía. Al mismo tiempo, creo que si no hubiéramos tenido la sequía que nos privó de dólares, podríamos haber cumplido con las metas este año”, aseguró Fernández sobre la relación con el FMI. Apuntó a que el dólar “es parte de la conciencia generalizada; entonces si el dólar se mueve, empiezan a aumentar los precios. Nos faltaron 23.000 millones de dólares, por lo que se volvió escaso y el aumento se trasladó a los precios”.

Fernández además aseguró que el Producto Bruto Interno (PBI) “creció casi un tercio en relación con el gobierno de [Mauricio] Macri”. Dijo que con esos números “también crecen las inversiones y la inflación hace que se paguen mayores tasas, pero hubo en la Argentina un crecimiento de la economía real entre 2021 y 2022 de 16 puntos”.

“Este año vamos a terminar cayendo como consecuencia de la sequía, pero cuando mirás la actividad industrial casi toda creció y tenemos 70% de nuestra capacidad en uso. Tenemos 30 meses consecutivos de aumento del consumo y somos el gobierno en democracia que más obra pública realizó”, prosiguió Fernández durante la entrevista e hizo referencia al gasoducto Néstor Kirchner.

“Tenemos un problema con la inflación. Negar esto es un necedad. Nos costó mucho ordenarla, más cuando el dólar se volvía una carencia y llevó los precios por las nubes”, dijo el presidente a días de dejar la Casa Rosada. Para Fernández, “hay que medir todo; si no, pareciera ser que el Gobierno deja 140 puntos de inflación; eso es real, tan real como que dejó dos años consecutivo de un crecimiento enorme”.

Cristina Fernández de Kirchner y Alberto Fernández
Cristina Fernández de Kirchner y Alberto Fernández.
AFP fotos

La pandemia

Al ser consultado si consideraba que se le “había ido la mano” con la cuarentena durante la pandemia de coronavirus, Fernández respondió primero que “no”; luego, cambió su respuesta por un “creo que no…. qué sé yo”. Dijo que respecto de las críticas sobre la extensión del aislamiento, que lo que sucedió en la Argentina “no fue ni por casualidad la cuarentena más prolongada en el mundo”.

“Todas las decisiones que tomé siguieron la lógica de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de las recomendaciones de quienes me asesoraban”, enfatizó.

Luego volvió a pedir perdón por la fiesta en la quinta de Olivos que tuvo lugar en plena cuarentena, cuando estaban prohibidas las reuniones: “Lamento enormemente lo que ocurrió ese día. Ese día deben haber entrado no menos de 70 personas a Olivos porque era la Casa Rosada porque la Argentina necesitaba seguir siendo administrada. Hice reuniones con un montón de gente que me planteó problemas y cuando llegó la noche Fabiola me dijo que iban a hacer un brindis y nunca reparé que eso no se podía hacer”.

“Me equivoqué. Trato de explicarme por qué hice semejante pavada. Asumo mi responsabilidad”, agregó.

Para Fernández el resultado de las elecciones también tuvo que ver con el Covid 19. Si bien dijo no tener certezas para su declaración, lanzó: “La pandemia alteró psicológicamente a todas las sociedades del mundo. Prácticamente, todos los que gobernamos en pandemia perdimos las elecciones. Quedó una mirada irritante, un desánimo muy grande, la gente debe haber buscado un culpable y era el que gobernaba en ese momento”.

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