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Se acelera el desarrollo de la vacuna contra el COVID-19: 10 están en la fase más avanzada

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Los estudios de Pfizer/BioNTech y Moderna todavía deben publicarse en una revista científica que permita a expertos independientes pronunciarse. Foto: Reuters

LA LUCHA CONTRA EL VIRUS

Cada vez es mayor la posibilidad de que antes de fin de año al menos una vacuna contra el coronavirus esté autorizada para su uso en la población.

Sí, el mundo está cada vez más cerca de tener una vacuna contra el COVID-19. Una semana después de que la alianza entre la empresa estadounidense Pfizer y la alemana BioNTech anunciara que su vacuna había demostrado una eficacia de más del 90%, la humanidad recibió la misma noticia de otro laboratorio.

La estadounidense Moderna dijo ayer lunes que su vacuna experimental era eficaz en un 94,5%, basándose en datos provisionales de una prueba clínica de fase avanzada.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) dio cuenta el 12 de noviembre de 48 proyectos de vacuna en el mundo que son objeto de ensayos clínicos en humanos. Diez están en fase tres, la más avanzada. Dos anunciaron en la última semana que su vacuna tiene una eficacia superior al 90%: Pfizer /BioNTech, y Moderna.

No todas las vacunas se producen igual. Algunos laboratorios trabajan con productos clásicos, que emplean un virus “muerto”: son las vacunas “inactivas”, como las chinas Sinovac y Sinopharm. También están las “subunitarias”, a base de proteínas, que activan una respuesta inmunitaria.

Otras, llamadas de vector viral, son más innovadoras: se transforma y adapta otro virus para combatir el COVID-19, como en los casos del laboratorio británico AstraZeneca y la Universidad de Oxford, y la Sputnik V de Rusia.

Moderna y Pfizer/BioNTech desarrollan en cambio vacunas de “ADN” o “ARN”, unos productos innovadores que utilizan fragmentos de material genético modificado para ordenar a las células los tipos de proteínas que deben producir para combatir el nuevo coronavirus.

Los estudios de Pfizer/BioNTech y Moderna todavía deben publicarse en una revista científica que permita a expertos independientes pronunciarse al respecto. Así, estos proyectos deben todavía responder a preguntas clave, como ¿durante cuánto tiempo protege la vacuna? ¿Impide la infección y por tanto la transmisión del virus o bien solo reduce la gravedad de la enfermedad? ¿Es eficaz también para las personas más vulnerables?

Tres proyectos fueron suspendidos recientemente, antes de reanudarse. Los proyectos de Oxford y del grupo farmacéutico Johnson & Johnson fueron interrumpidos por la enfermedad inexplicada de un paciente, mientras que el de Sinovac se suspendió por la muerte de un participante, que podría finalmente haberse debido a un suicidio.

“Esto demuestra que el proceso de vigilancia funciona, es motivo de confianza”, según el doctor Stephen Evans, de la London School of Hygiene & Tropical Medicine, citado por el organismo británico Science Media Centre.

Vacuna de Moderna contra el coronavirus. Foto: Reuters.
Vacuna de Moderna contra el coronavirus. Foto: Reuters.

Para conciliar rapidez y seguridad, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) aprobó un procedimiento acelerado que le permiteexaminar los datos de las vacunas a medida que van surgiendo. Los proyectos de Oxford/AstraZeneca y BioNTech/Pfizer son objeto de este “examen continuo”, al que se sumó también Moderna.

En Estados Unidos, BioNTech/Pfizer y Moderna prevén someter su demanda de salida al mercado rápidamente.

¿Para cuándo?

“Ignoramos si se aprobarán vacunas y cuánto se tardará: es difícil prever un calendario”, admite la EMA.

Pero algunas farmacéuticas, conscientes del valor financiero de sus anuncios, aseguran que es posible antes de fin de año.

El fundador de BioNTech, Ugur Sahin, aseguró el domingo a la BBC que el objetivo es suministrar más de 300 millones de dosis en el mundo hasta abril, lo que permitiría “empezar a tener un impacto”.

“Lo que es esencial es contar con una tasa elevada de vacunación para el otoño/invierno” boreal de 2021, dijo Sahin.

En un primer momento, la cantidad de vacunas - suministradas en dos dosis -, “será limitada y se dará prioridad al personal médico, a las personas mayores y a las personas de otros grupos de riesgo”, subrayó el lunes en Twitter el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Médica rusa recibe la vacuna Sputink V. Foto: Reuters.
Médica rusa recibe la vacuna Sputink V. Foto: Reuters.

Anthony Fauci, el principal epidemiólogo de Estados Unidos, aseguró ayer lunes en entrevista con NBC que los primeros en recibir la posible vacuna serán las poblaciones de riesgo, seguramente personal sanitario y hogares de la tercera edad.

Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID), parte de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), que trabajan en coordinación con Moderna y otras farmacéuticas, consideró que para finales de diciembre “habrá dosis de vacuna disponible para personas en las categorías de alto riesgo en las dos compañías”.

“Se acaba de anunciar otra vacuna. Esta vez de Moderna, con un 95% de efectividad. Para esos grandes ‘historiadores’, por favor recuerden que estos grandes descubrimientos, que acabarán con la Peste China, ¡todos ocurrieron bajo mi mandato!”, dijo ayer Trump en Twitter.

El presidente electo Joe Biden también saludó el nuevo anuncio, pero recordó que todavía falta para que todos reciban la vacuna.

“La noticia de hoy de una segunda vacuna es una razón más para sentir esperanza” (…) “Lo que fue cierto con la primera vacuna sigue siendo cierto con la segunda: todavía estamos a meses de distancia. Hasta entonces, los estadounidenses deben seguir practicando el distanciamiento social y el uso de mascarillas para tener el virus bajo control”, dijo Biden.

Descenso de casos en Europa y “tercera ola” en EE.UU.

Los contagios diarios de coronavirus registran un descenso en Europa, aunque las cifras siguen siendo altas, por lo que los países se muestran reticentes a aliviar unas restricciones que, en buena parte, han favorecido esa ralentización durante la segunda ola de la pandemia.

Mientras que América presenta un fuerte ascenso de positivos y supera los 23 millones (se habla de una tercera ola ya en Estados Unidos), Europa vive en términos generales un descenso de casos, hasta los 15 millones, con unos 345.000 fallecidos. No obstante, Europa sigue siendo el segundo continente más golpeado por el COVID-19 y, de los diez países con más positivos, cinco son europeos: Rusia (2 millones), Francia (1,9 millones), España (1,4 millones), Reino Unido (1,3 millones) e Italia (1,2 millones).

España mantiene la incidencia por cien mil habitantes a la baja y ahora se sitúa en 470,3 casos, tras notificar 3.321 nuevos casos y 484 defunciones, hasta un total de 41.253. Pero la bajada de casos no se traduce en algunos países de Europa en una caída de defunciones y de hospitalizaciones. Es el caso de Italia, que vive un aplanamiento de la curva de contagios (con 27.354 nuevos ayer) y de defunciones (504 muertos, hasta un total de 45.733), mientras aumenta la presión en los centros sanitarios.

El efecto frío.

Las acciones de Pfizer caían ayer lunes después de que la farmacéutica rival Moderna dijo que su vacuna experimental contra el COVID-19 tenía una efectividad del 94,5% y que se puede almacenar a temperaturas relativamente normales. Mientras la vacuna de Pfizer debe almacenarse y trasladarse a temperaturas ultra frías (-70 grados), la de Moderna se puede mantener en un refrigerador normal.

La vacuna de Moderna
Moderna. Foto: Archivo El País

La vacuna experimental de Moderna, llamada ARNm-1273, se basa en la tecnología del ARN mensajero (ARNm), que recurre a genes sintéticos que pueden ser generados y fabricados en semanas, y producidos más rápidamente que las vacunas convencionales. La vacuna de Pfizer también usa la tecnología del ARNm. Otras empresas que desarrollan vacunas COVID-19 que usan la tecnología del ARNm son la alemana Curevac y la empresa biotecnológica estadounidense Arcturus Therapeutics Holdings Inc. Una vacuna autorizada, segura y eficaz de ARNm para el COVID-19 sería un debut de la tecnología, ya que no ha sido usada antes para una vacuna o un medicamento aprobado.

Autorización. La empresa Moderna pedirá una autorización para uso de emergencia de la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA) una vez que tenga más datos de seguridad, que se esperan para finales de este mes.

El organismo regulador de la salud del Reino Unido inició en octubre un examen en tiempo real de su vacuna experimental COVID-19. La Agencia Europea de Medicamentos, la de Canadá y Suiza también han comenzado a realizar revisiones. Moderna espera poder producir 20 millones de dosis para finales de año, y entre 500 millones y 1.000 millones en 2021.

Pruebas. La compañía Moderna fue una de las primeras en llevar a cabo pruebas de una vacuna para el COVID-19 en humanos, a partir de marzo, y sus pruebas de etapa avanzada con 30.000 participantes comenzaron el 27 de julio en Estados Unidos y la inscripción acabó en octubre. La compañía redujo la inscripción en septiembre para aumentar la diversidad de la población de la prueba. Al final, inscribió a 3.000 participantes negros y a más de 6.000 hispanos. La vacuna candidata de Moderna se está probando en unos 89 centros de investigación clínica de Estados Unidos. El ensayo estadounidense de Moderna fue el primero en el marco del programa gubernamental “Operación War Speed” y está financiado por la Autoridad de Investigación y Desarrollo Biomédico Avanzado y el Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas, parte de los Institutos Nacionales de Salud.

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