Redacción El País
El 9 de octubre pasado surgió un destello de esperanza desde los escombros, que se tradujo en celebraciones en las calles de varias ciudades de la Franja Gaza y un relativo alivio para las familias de los rehenes israelíes secuestrados aquel sangriento 7 de octubre de 2023. Pero treinta días bastaron para que el escepticismo eclipsara lo que parecía el principio del fin de una guerra.
Con logros a medias, este lunes se cumplió un mes de la entrada en vigor del alto al fuego entre Israel y Hamás tras dos años de guerra, impulsado por el presidente estadounidense, Donald Trump, y que aún se encuentra en una frágil primera fase marcada por el retorno de rehenes -no todos, como se estipulaba en un principio-, los ataques israelíes en la Franja y la incertidumbre sobre los siguientes pasos.
Hamás liberó el 13 de octubre a los últimos 20 rehenes con vida que permanecían en Gaza, todos ellos hombres. La liberación se realizó a cambio de unos 2.000 prisioneros y detenidos palestinos. Los secuestrados regresaron con distintos estados de salud física y psicológica, y retornaron a sus hogares de forma paulatina a medida que recibieron el alta hospitalaria.
Hamás ha ido entregando 24 cuerpos de los 28 rehenes muertos que quedaban en Gaza. El grupo terrorista argumenta dificultades logísticas para localizarlos entre los escombros, mientras que Israel le acusa de retrasar deliberadamente su entrega para aplazar el diálogo sobre su desarme, previsto para la segunda fase del pacto. A cambio de la devolución de los rehenes muertos, Israel retornó a Gaza los cadáveres sin identificar de 300 palestinos. Las familias gazatíes han sido capaces de identificar solo a 89, ante la falta de recursos y equipos forenses debido al bloqueo israelí. Entierros masivos tuvieron lugar en la Franja desde entonces.
Retirada
Un mes después, el Ejército israelí se ha retirado en Gaza a la conocida como “línea amarilla”, controlando ahora más de la mitad de la Franja. Pero, según ONGs y la Defensa Civil -controlada por Hamás-, las FDI continúan abriendo fuego contra civiles que se aproximan a sus puestos. Israel alega que se trata de terroristas que han cruzado la línea divisoria, amenazando lo pactado. Desde el 10 de octubre, 242 palestinos han muerto por disparos israelíes y 619 han resultado heridos, según el Ministerio de Sanidad gazatí. Durante la tregua, se recuperaron 528 cuerpos entre los escombros, de los alrededor de 10.000 que se estiman desaparecidos, una cifra que la ONU considera fiable.
Fragilidad
En su primer mes, la tregua pasó por dos jornadas en la que se temió su ruptura definitiva, el 19 y el 28 de octubre. En ambos casos, Israel denunció que militantes de Hamás habían atacado a sus tropas en zonas de Gaza controladas por sus fuerzas, causando un total de tres soldados muertos, unas acusaciones de las que se desvinculó el grupo terrorista afirmando que no tenía contacto con sus efectivos en esas áreas. Como represalia, el Ejército israelí lanzó ataques en ambos días, y luego anunció que volvía a instaurar el alto al fuego.
Mientras no se entreguen todos los rehenes muertos, la tregua continúa en su primera fase. La segunda prevé la desmilitarización de Gaza, el despliegue de una fuerza internacional de estabilización y un programa de reconstrucción con apoyo de países musulmanes. Para coordinarlo, se ha establecido un Centro Cívico Militar Conjunto (CMCC) en el sur de Israel, donde operan unos 200 militares estadounidenses. Según el acuerdo, Gaza será gobernada de manera temporal por un “comité transicional tecnocrático, apolítico y palestino”.
Además del propio Trump, que visitó Israel el día de la liberación de los rehenes vivos, varios representantes del Gobierno estadounidense han viajado a la región para supervisar el cumplimiento del acuerdo, entre ellos el vicepresidente, JD Vance, y el secretario de Estado, Marco Rubio.
Cabe destacar que el Parlamento israelí votó solamente a favor de la primera fase del plan, por lo que se anticipan nuevas negociaciones para concretar la retirada militar y los plazos de aplicación de las siguientes etapas.
Por otro lado, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se reunió ayer con el enviado especial de la Casa Blanca para Oriente Medio, Steve Witkoff, y Jared Kushner, yerno de Trump, para discutir el estado del alto al fuego, según recogen medios israelíes. Según el diario The Times of Israel, la mayor parte de la reunión se centró en discutir el estado de la tregua y los esfuerzos para rescatar a los cuatro rehenes fallecidos que aún permanecen en poder de las milicias palestinas.
El diario Israel Hayom reportó ayer que los representantes estadounidenses tenían además la intención de discutir con Netanyahu la posibilidad de iniciar conversaciones para la segunda fase, todavía incierta. (Con información de EFE y AFP)
15 palestinos por Hadar Goldin
Israel entregó ayer a Gaza, con mediación del Comité de la Cruz Roja, los cadáveres de 15 palestinos tras la devolución este domingo del cuerpo del soldado israelí Hadar Goldin, secuestrado en la Franja desde 2014, informó el Ministerio de Sanidad gazatí. Goldin murió en una emboscada en Rafah, en el sur de la Franja (y donde fue también hallado su cuerpo este sábado) a los 23 años, el 1 de agosto de 2014. “El Ejército de Israel trajo a Hadar a su tierra. Nadie más”, sentenció Simcha Goldin, padre del fallecido. Tras salir Goldin de Gaza, en el enclave quedan los cuerpos de cuatro rehenes.
Cisjordania: actualizan fronteras
El Gobierno israelí fijó los límites de 13 asentamientos en Cisjordania, entre ellos algunos que han sido recientemente legalizados en Israel, informó el diario The Times of Israel.
La Administración de Asentamientos israelí, parte del Ministerio de Defensa pero bajo la influencia del ministro de extrema derecha Bezalel Smotrich (titular de Finanzas pero que también dirige esa entidad), actualizó así las fronteras permanentes de estas 13 comunidades, ilegales para el derecho internacional, en Cisjordania. “Esto es el sionismo en su máxima expresión, es responsabilidad nacional y es la justicia histórica de la generación de niños que regresan para construir su país”, dijo Smotrich, según este diario. Asentar estas fronteras favorece el crecimiento de estos asentamientos y, en el caso de aquellos que han sido recientemente regularizados, contribuye a su proceso de legalización.
Los asentamientos en cuestión son: Ahiya, Harasha, Migron, Nofei Prat, Adei Ad, Shvut Rachel, Sa Nur, la Granja de Yair, Tel Menashe, Maoz Tzvi, Givonit, Ir Hatamarim y Gadi. De ellos, seis estaban aún sin construir o eran puestos de avanzada que han sido regularizados recientemente. Estos “puestos de avanzada” son el inicio de un asentamiento y muchas veces consisten en tan sólo una caseta, una granja y otras estructuras improvisadas.
Israel ha licitado este año la construcción de 5.667 viviendas en asentamientos, un incremento del 48% respecto al récord anterior, de 2018.