La muerte de una bebé de un mes y 23 días registrada en las últimas horas en Paysandú, que no llegó a ser atendida por un médico, generó indignación en todo el país. Mientras avanza una investigación para conocer detalles de su fallecimiento y los antecedentes que podrían haberla llevado al trágico desenlace, se abrió un debate sobre la asistencia médica en zonas alejadas de Montevideo.

La bebé, oriunda de Rivera, se encontraba este martes con su familia de paseo en la pequeña localidad sanducera de Pueblo Zeballos, a 93 kilómetros de la ciudad de Paysandú, cuando sobre las 14.00 horas “empezó de forma brusca con dificultades respiratorias” y “luego dejó de respirar”, según el relato hecho este miércoles por la directora del Hospital de Paysandú, Kalinska Crego, en base a lo que narró la madre.

A las 15.20 horas, la madre llamó al 911 para pedir el traslado al centro de salud más cercano. Poco después concurrió un patrullero tras valorar que la ambulancia más cercana demoraría más tiempo en llegar, tal como informó El Telégrafo.

La directora de la Red de Atención Primaria (RAP) de Paysandú, Paola Sención, declaró en conferencia de prensa que a las 15.44 horas del martes recibió un llamado del 911, y un minuto después dio la orden al chofer de la ambulancia que estaba “más cercana”, a 19 kilómetros, de ir a buscar a la bebé.

Sobre las 16.10 horas, en el kilómetro 86 de la ruta 26, se produjo el pasaje de la menor con su madre desde el patrullero a la ambulancia. Minutos antes de las 17.00 horas, el móvil llegó al Hospital de Paysandú, pero la bebé ya había fallecido.

Según supo El País con fuentes de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) y el Ministerio de Salud Pública (MSP), no está claro si la bebé ya estaba fallecida cuando ingresó a la ambulancia o esto ocurrió durante el traslado. Lo cierto es que la menor no recibió atención médica, lo que encendió un debate público sobre la asistencia.

La bebé riverense era “prematura” y tenía “desnutrición crónica”, acotó el miércoles el presidente de ASSE, Leonardo Cipriani, en rueda de prensa. También dijo que se cumplió con “todas las pautas”, compartiendo el criterio de enviar esa ambulancia porque era la “más rápida” en llegar.

“Desgraciadamente, por el resto de las patologías tuvo un desenlace. Son realidades que ocurren y pueden seguir ocurriendo en el interior del país debido a las distancias”, dijo el titular de ASSE.

En tal sentido, Cipriani planteó en diálogo con El País que en este caso “el sistema actuó rápido” e insistió que “es imposible” tener una ambulancia especializada, con médico a bordo, en cada localidad rural, ya que “no hay” médicos en muchos casos.

El jerarca planteó que no es posible que una comunidad de alrededor de 100 personas, como Pueblo Zeballos, cuente con “un centro de urgencia y emergencia y una ambulancia especializada”.

“Uruguay es el país de la región que tiene más médicos por densidad de habitante, y más puntos de atención”, agregó Cipriani, quien señaló que durante su gestión se “aumentaron” las rondas y policlínicas rurales.

Consultada por El País, la diputada frenteamplista Cristina Lustemberg, presidenta de la Comisión de Salud, planteó que este caso “habla de las dificultades que tiene Uruguay” respecto a los traslados médicos. Por ello, buscará revertirlo con un proyecto de ley que cree un Sistema Nacional de Trauma y Emergencia Médica, y con él se “garantice una cobertura universal en todo el país”.

El texto, que venía trabajando desde tiempo atrás, se presentará en los próximos días, adelantó. “Uruguay no tiene un sistema nacional de emergencia como debería tener un país con tan pocos habitantes”, insistió Lustemberg. Y remarcó que en un “país chico” las distancia no deberían ser problema para “llegar a tiempo” y de esa manera evitar muertes.