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Cruce entre Uruguay y Argentina por modelo del Mercosur

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Cumbre del Mercosur en Montevideo
Cumbre del Mercosur, Montevideo ND 20221205 foto Leonardo Maine - Archivo El Pais
Leonardo Maine/Archivo El Pais

CUMBRE EN MONTEVIDEO

Cafiero alertó por eventual “ruptura” y Bustillo por un destino de “fracaso”. Los ministros de RR.EE. del Mercosur debatieron ayer sobre la postura de Uruguay de buscar acuerdos bilaterales.

El agobiante calor de diciembre que envolvía al Palacio del Mercosur de Montevideo de alguna manera, sin forzar la metáfora, se correspondía con la temperatura que tomó ayer al mediodía el intercambio entre los cancilleres. La tensión era esperada por el gobierno uruguayo, inamovible en su posición de defender la mentada “flexibilización” y modernización del bloque para evitar que quede “condenado irremediablemente al fracaso, a la intrascendencia”, como dijo, enfático, el ministro uruguayo Francisco Bustillo en su discurso de apertura.

El clima y el tono eran predecibles no solo porque durante el gobierno de Luis Lacalle Pou la tónica ha sido el seguir adelante -y defender con convicción pese a varios cuestionamientos- el camino de las negociaciones con terceros países en procura de acuerdos bilaterales, sino por la reciente declaración conjunta previa de Brasil, Argentina y Paraguay, que fustigaron especialmente que Uruguay presentara su carta de adhesión para integrar el Tratado Transpacífico (Cptpp). Allí habían señalado incluso que se reservaban “adoptar las eventuales medidas” del caso.

Como también ocurre siempre en el mundo de la diplomacia, estas tensiones suelen quedar bien escondidas entre las sonrisas del protocolo, que incluyen amenas fotos entre los cuatro cancilleres y en el caso de ayer un almuerzo en el Club de Golf.

Sin embargo, también es cierto que no hubo conferencia de prensa ni declaración conjunta suscrita por los Estados parte, gestos también significantes en el plano diplomático cuando brillan por su ausencia.

De modo que el desacuerdo en lo central, pese a que no hubo menciones directas al crítico comunicado contra Uruguay, fue lo que predominó en la primera jornada de esta cumbre, y se espera que lo mismo ocurra en el encuentro entre los presidentes que se inicia esta mañana.

Se firmó un tratado con el banco de desarrollo

Al final de la jornada de ayer los cancilleres firmaron un memorándum de entendimiento con el Banco de Desarrollo de América Latina con el objetivo de establecer un marco de colaboración con la entidad financiera. “Nos complace sumar aliados para mejorar la calidad de vida de los latinoamericanos y caribeños y promover la competitividad de la región”, dijo Sergio Díaz-Granados, presidente Ejecutivo de CAF. Con este acuerdo se buscará construir el puente internacional entre Monte Caseros y Bella Unión.

El canciller Francisco Bustillo y autoridades uruguayas en la cumbre del Mercosur en Montevideo
El canciller Francisco Bustillo y autoridades uruguayas en la cumbre del Mercosur en Montevideo. Foto: Leonardo Mainé

Los cruces

El primero en tomar la palabra y en marcar ya la tonalidad que tendrían todos los discursos fue Bustillo, cuyo lenguaje sin salirse de la estrategia fue celebrado dentro de la Cancillería por basarse al mismo tiempo en la “solidez” y la “altura” necesarias para sorprender a los países socios. “Nos mantuvimos firmes en nuestra posición y no recibimos tampoco una escalada de críticas”, dijo a El País una fuente del gobierno. En lo fundamental, el canciller uruguayo aseguró que si el bloque no se sincera y moderniza, para así “entender y comprender la necesidad de cada uno de los Estados parte”, el Mercosur “estará condenado irremediablemente al fracaso”. Algo que, con otras palabras, ha sido el mensaje que buscó enviar una y otra vez el propio Lacalle Pou, como cuando en la cumbre virtual de marzo de 2021 llamó “lastre” y “corset” a la alianza comercial tal como funciona hoy.

Por eso, también, Bustillo remarcó las históricas críticas de Uruguay contra la ineficacia del funcionamiento del bloque: recurrió a una frase que es casi una muletilla uruguaya -que el Mercosur es prácticamente “una zona de libre comercio imperfecta”- para subrayar que no hay ni siquiera “un arancel externo común” sino “diferentes aranceles” que perforan al acuerdo, o que al mismo tiempo “abundan las restricciones no arancelarias que impiden uno de los postulados más sagrados: la libre circulación”.

Con lo cual, el Mercosur es para Uruguay una unión aduanera que “nunca se quiso conformar”.

Las respuestas eran previsibles. El canciller argentino Santiago Cafiero empezó señalando que a Argentina le preocupan “ciertas actitudes unilaterales”, que constituyen un camino que puede “desembocar en una ruptura” con el Mercosur.

Algo más medido pero igualmente claro fue el mensaje que transmitió a su turno el ministro brasileño, Carlos França, que manifestó también su “preocupación” con las “negociaciones individuales, (y) los problemas jurídicos y comerciales” que está generando la postura de Uruguay, que busca a toda costa un Tratado de Libre Comercio con China, además lograr lo mismo con Turquía y de pertenecer al Cptpp, entre otros.

Julio César Arriola, el canciller paraguayo, usó términos muy similares a los de su par argentino. Afirmó de igual manera que “las iniciativas unilaterales son inadecuadas y se contraponen a los principios fundamentales y normativos” del Mercosur, y que la actitud uruguaya es sencillamente “contraproducente” y perjudicial contra el bloque. Con voz clara y pausada, agregó no tener dudas de que las “reglas” de la alianza comercial que Uruguay a su criterio no respeta “permiten construir un bloque más fuerte”.

Pero luego vinieron las fotos y una armónica firma de un convenio, como es de estilo desde la fundación.

Los cancilleres uruguayo y argentino, Francisco Bustillo y Santiago Cafiero
Los cancilleres uruguayo y argentino, Francisco Bustillo y Santiago Cafiero. Foto: Leonardo Mainé

“Tienen que elegir si están en el Mercosur o se van con China”

El canciller argentino Santiago Cafiero convocó ayer a una reducida conferencia de prensa en el último piso del Palacio del Mercosur para ahondar sobre algunas de las afirmaciones realizadas durante la cumbre. Allí, ante la consulta de El País acerca de qué “eventuales medidas” pueden tomar los socios contra Uruguay si el gobierno de Luis Lacalle Pou persiste en su voluntad de firmar acuerdos con terceros países por fuera del bloque, contestó que eso será materia de un “tribunal de arbitraje” y que Uruguay debía elegir si “está con el Mercosur o se va con China”.

“No se puede hacer las dos cosas. No se puede tener un tratado de libre comercio con otro Estado”, afirmó. Ante la repregunta sobre el mecanismo formal que puede aplicarse entonces contra Uruguay en ese caso, se limito a responder: “Es que no se puede… El fundamento del Mercosur es justamente ese. No se puede avanzar con un tratado de libre comercio, firmarlo y pertenecer al Mercosur”.

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