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"Tragedia", "profunda desazón" y golpe "tremendo": así procesan en el Partido Nacional la imputación de Penadés

Laura Raffo dijo estar "muy impactada por la acumulación de cargos" de la Fiscalía; otros, como Jorge Gandini y Sebastián Da Silva, acusaron al exsenador de mentiroso.

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El exsenador Gustavo Penadés ingresando al juzgado donde fue formalizado
El exsenador Gustavo Penadés ingresando al juzgado donde fue formalizado.
Foto: Leonardo Mainé

El caso Penadés. Nadie en el Partido Nacional se imaginó nunca que ese título pudiera significar, como significa desde hace tiempo pero a partir de ayer con un impulso fuerte e impensado, una historia de explotación sexual de menores que involucrara a alguien tan importante en sus filas.

Porque es un asunto de enorme impacto para el partido del gobierno y de preocupación específica en el sector herrerista, que ahora tuvo un capítulo relevante con la confirmación de la imputación del implicado por 22 delitos -la mayoría de ellos por abuso sexual, pero junto con otros como desacato- y la decisión de la Justicia de enviarlo a prisión preventiva mientras continúa la investigación penal.

El evento era esperado con mucha ansiedad en filas nacionalistas, en donde más allá del dolor personal de quienes conocían y trataban a quien fue legislador de este partido por casi 30 años, tienen la atención enfocada en las consecuencias políticas que puede seguir generado todo este episodio.

Son 180 días de cárcel para quien era visto por muchos como el representante del Poder Ejecutivo en el Parlamento. El que negociaba con el Frente Amplio. El respetado por todos los partidos. Y ahora acusado de los delitos más complejos del Código Penal.

No se recuerda un golpe de estas dimensiones en el partido, cuyos dirigentes de primera línea hablan de “profunda desazón”, de “tragedia”, de golpe “tremendo”, por citar solo algunos calificativos.

Penadés era el hombre que, además, estaba directamente involucrado en la construcción de la precandidatura de Laura Raffo. Fue uno de los primeros impulsores de su nombre, que en cuanto recibió en marzo las primeras denuncias públicas se apartó de toda actividad política.

Pero su peso en el Herrerismo, especialmente en la Lista 71, era muy grande, y por eso son ellos quienes acusan un golpe que, según varios consultados, los tiene muy heridos.

Raffo, que desde un comienzo ha dicho que esperaría el pronunciamiento de la Justicia, ahora dijo a El País que estaba “muy impactada por la acumulación de cargos e imputaciones que presentó la Fiscalía” y que todo esto era “muy grave”. Y volvió a lo dicho meses atrás: “Dejemos que cumpla su rol y, de concluir que es culpable, debe aplicarse todo el peso de la ley”.

El impacto llegó a todos los rincones del partido, aunque las valoraciones varían. La vicepresidenta Beatriz Argimón, por ejemplo, reconoció ahora a El País que era “obvio” que esta iba a ser la “definición” judicial y que lo único que diría en este momento era que cree en el Poder Judicial.

El senador Sebastián Da Silva directamente acusó a Penadés de “mentiroso”, y que ya había “advertido” sobre la implicancia del exdirigente herrerista en lo que se le acusaba.

Y su par Jorge Gandini, otro probable precandidato nacionalista señaló que, pese al shock, no era momento de “guardar silencio” ni “dejar pasar” al trago amargo. “Impacta la gravedad de los hechos que se imputan a Penadés. Excede lo peor que pude imaginar”, dijo en su cuenta de X, en donde también lamentó que el imputado haya “mentido a todos en la bancada y a cada uno en persona” y solo se consoló con esto: “Nos ahorró la vergüenza de tener que expulsarlo”.

Quien hasta ahora no se expresó es el secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado, pero en su entorno aseguraron que se remite a lo dicho meses atrás: que su postura era “irrelevante” y que se debía dejar actuar a la Justicia.

El consuelo está en una reflexión que hacen varios nacionalistas: que al margen del “uso político” que pueda hacerse de este tema, los delitos de estas características, a diferencia de los vinculados a la corrupción, en teoría solo inciden en la “órbita personal” del implicado y no mucho más.

Pero eso estará por verse, porque la campaña electoral está a la vuelta de la esquina, y en el oficialismo tienen asumido que aunque aún no ha afectado al gobierno de Luis Lacalle Pou en forma directa, el hecho de que este y otros dirigentes de primera línea del gobierno -como el ministro del Interior Luis Alberto Heber- hayan defendido al imputado cuando recién se conocieron las primeras denuncias, tarde o temprano sería capitalizado por el Frente Amplio.

De hecho, ya ocurrió. El senador Óscar Andrade los instó ayer a “reconocer la gravedad de su error” en las redes sociales y el presidente del Frente Amplio dijo que el hecho es de lo “peor” de la historia política nacional.

Heber, por lo pronto, ya lejos de considerar como “difamación” las denuncias contra el imputado, dijo antes de la audiencia que Penadés debía rendir cuentas a la “opinión pública” y a quienes, como él, lo conocían “personalmente”.

Además

“Lo más horrible de la historia”

Desde la sede del Frente Amplio, su presidente, Fernando Pereira, declaró ayer que la imputación de Gustavo Penadés “es de las cosas más horribles de la historia política uruguaya” y que en cuanto se confirmen los delitos -es decir, cuando el exsenador sea condenado- su partido lo va a “condenar”.

“Y condenar -agregó- supone que a alguien con el que teníamos respeto, a alguien con el que dialogábamos, le dejamos de tener ese respeto. Además, y refiriéndose tácitamente al presidente Luis Lacalle Pou -que meses atrás dijo que le “creía” a Penadés-, Pereira aseguró que para él esta imputación no es minimizable. “No se mira a la cara y se cree en alguien cuando hay por lo menos una decena de denuncias de niños que fueron abusados”.

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