Redacción El País
El presidente de la Cámara de la Construcción, Alejandro Ruibal,planteó dos iniciativas, una de carácter público y otra privada, para pensar en obras claves para el país, por fuera de las iniciativas político-partidarias que se renuevan cada cinco años.

Ruibal señaló en diálogo con El País que apuesta a desarrollar un Consejo de Política de Infraestructura. Se trataría de un órgano privado que reuniría a representantes de las cámaras más relevantes del país para analizar los proyectos más estratégicos para los diferentes sectores.

Este consejo, “totalmente privado”, tomaría en cuenta la experiencia que existe desde hace años en Chile. Para dimensionarlo, dicha institución la preside el expresidente andino, Eduardo Frei Ruiz-Tagle. En ese ámbito se analizan cuáles son las obras que cada sector busca para dar un salto.

La apuesta de Ruibal es juntar en la misma mesa a los presidentes de las cámaras más “importantes” de la economía nacional. El grupo, que incluiría al presidente de la Cámara de la Construcción, recogería los proyectos que cada sector plantee como estratégicos.

El también vicepresidente comercial y de operaciones de Saceem -una de las constructoras más grandes del país- planteó que las solicitudes proyectadas pueden ir desde construir una nueva ruta, por ejemplo, para reimpulsar el turismo en una zona; hasta el desarrollo del riego en algunos puntos del territorio, aspecto vital para el sector agropecuario.

Ruibal enfatizó -tal como informó en Radio Carve- que los privados tienen una “visión” de la economía y, por ende, pueden elaborar “políticas de infraestructura” que pueden diferir en función de los intereses de cada sector.

A su vez, apuesta a complementar esta visión empresarial con otra iniciativa, de carácter público. Con la Agencia de Infraestructura busca generar un “banco” de los proyectos más relevantes para el desarrollo nacional, que supongan una especie de “menú” para el gobernante de turno.

Ruibal aclaró que no está buscando ni “más burocracia”, así como tampoco “más empleados públicos”, sino que implicaría “reasignar” recursos para este tipo de agencia, que ya existente en Australia, Canadá, Nueva Zelanda e Inglaterra, entre otros países.

Destacó que este plan aspira a que los proyectos relevantes se estudien por “fuera de la discusión política, de las campañas electorales”. Puso como ejemplo el debate generado este año, en medio de una sequía histórica, sobre si se debió hacer una reserva en Casupá o impulsar el proyecto Arazatí.

La idea de Ruibal es que cada iniciativa, que ejemplificó como “un puerto en determinado lugar, una línea de ferrocarril, una carretera nueva o una obra de agua”, lo analice “profesionalmente” un equipo de economistas e ingenieros, entre otros profesionales “por fuera de la calentura política”.

El directivo acotó que no se analizaría cualquier iniciativa, sino solo aquellas que “apuntalen” al Uruguay. Subrayó que esta agencia de planificación de obras claves es lo que llevan adelante los “países en serio”.

Para esta iniciativa, encomendó un estudio al economista Alfonso Capurro, que ya fue presentado a políticos del oficialismo y la oposición.

“Todos me dijeron que estaba bien”, aseguró Ruibal tras las reuniones, sobre la agencia que busca “alojar una capacidad de planificación importante dentro del Estado”.