Luego de un primer intercambio realizado durante la última reunión de su bancada parlamentaria bicameralel Partido Colorado comenzó un proceso de discusión y sistematización de las diversas "ideas" que sus integrantes manejan para incorporar al proyecto de reforma jubilatoria, como respuesta al polémico acuerdo entre el Poder Ejecutivo y Cabildo Abierto que los dejó en el incómodo lugar de ser los que ahora dilatan la definición de la iniciativa.

Apelando a la nueva prórroga que tendrá la comisión especial que analiza el tema en la Cámara de Diputados los dos sectores mayoritarios -Ciudadanos y Batllistas- comenzaron este miércoles, cada uno por su lado, a construir sus plataformas para, una vez definidas, unificarlas en la interna y luego presentárselas al gobierno. El trabajo supone una serie de análisis que giran en torno fundamentalmente a calcular cuánto significarían -en términos de impacto económico- los cambios que se vayan a proponer.

Fuentes coloradas señalaron a El País que, por el momento, no se trata más que de "ideas preliminares" que se vienen "peloteando" y que no suponen nada concreto. En la práctica, hasta este miércoles no había más que un acuerdo sobre las "líneas generales" que debe tener la propuesta que se vaya a presentar. El objetivo es que la alternativa unificada llegue a más tardar el lunes, para luego llevarla a la Torre Ejecutiva para su aval.

Una de las indefiniciones pasan por la fórmula acordada entre el presidente Luis Lacalle Pou y los cabildantes en torno a los años previstos para calcular la tasa de reemplazo de las futuras jubilaciones. Algunos lo consideran un hecho consumado en el que no vale la pena insistir. Otros se inclinan por presentar una alternativa.

Al respecto, en la bancada se señala que esta exigencia concedida a los cabildantes sobre un tema que se consideraba cerrado y que el propio gobierno había definido como inmodificable significa que las negociaciones volvieron a abrirse. Así, algunos colorados propusieron reflotar algunas propuestas que en su momento ni siquiera llegaron a presentar, ya que tomaron al pie de la letra la premisa del gobierno de no alterar determinados "pilares" del sistema.

Otras de las "ideas pasan por lo previsto sobre las cajas paraestatales. Allí algunos colorados notaron que el proyecto complementario enviado a fines de marzo al Parlamento por el Poder Ejecutivo plantea una redacción un tanto confusa sobre lo previsto para la Caja Notarial.

El texto indica que ese subsistema quedará excluido del nuevo régimen durante los primeros tres años de vigencia de la ley y que, luego de ese "período ventana", se tomaría una definición en base a la situación económica y financiera que presente la caja en ese momento, a partir de un informe a cargo de una comisión especialmente formada a los efectos.

El acuerdo era que el eventual ingreso de los afiliados a la Caja Notarial al régimen común deberá ser refrendado por el Parlamento a través de una ley. Sin embargo, algunos colorados advierten que, tal como está redactado, el proyecto mantiene esa potestad en manos del Poder Ejecutivo de turno.