Postergación de la firma del acuerdo entre Mercosur y la Unión Europea generó “desilusión” en el gobierno

Redacción El País
La Cancillería asistía a esta nueva cumbre del Mercosur con la mirada puesta en dos planos. Por un lado, en lo regular, que implica la continuidad de las negociaciones e intercambios entre los países miembros y sus asociados y donde la sensación, según dijeron fuentes de gobierno a El País, es que viene siendo una cumbre “fructífera”. Y hay señales concretas. Una de ellas, que el presidente argentino, Javier Milei, que mantuvo en vilo a varias cancillerías sobre su asistencia, finalmente confirmó que estará presente hoy. Esto es visto como una consolidación del bloque ya que es la segunda cita en que todos los mandatarios concurren y de ahora en más que alguno falte sería la excepción, entienden en el Palacio Santos. La otra, que en la jornada de ayer se definió la reactivación de Urupabol, un espacio de intercambio entre Uruguay, Paraguay y Bolivia, que no funcionó en la última década.

Por otro lado, está el plano de lo excepcional y es ahí donde el gobierno uruguayo resumió su sentimiento negativo en el término “desilusión”. La postergación, debido a los problemas que enfrenta Europa con masivas protestas en diferentes países, del acuerdo entre Mercosur y la Unión Europea cayó como un balde de agua fría para el bloque sudamericano ya que tras más de dos décadas de negociación se había planteado la fecha del 20 de diciembre como la cita pactada para su firma.

“Nos gustaría expresar nuestra desilusión de no poder firmarlo en el día de mañana, como estaba previsto, por la falta de consensos internos en el seno de la Unión Europea”, expresó ayer el canciller Mario Lubetkin en su discurso realizado ayer en Foz de Iguazú, Brasil, según consigna un escrito del Ministerio de Relaciones Exteriores.

Por su parte, de acuerdo a la Agencia EFE, la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, afirmó este viernes que los países de la Unión Europea (UE) necesitan “unas semanas más” y que solo han “pospuesto ligeramente” a enero la firma del acuerdo de asociación con el Mercosur.

Foto: EFE

“Esta tarde hemos logrado un avance decisivo que allana el camino para la culminación satisfactoria del acuerdo con el Mercosur en enero”, declaró Von der Leyen en una rueda de prensa al término de una cumbre de líderes de la UE en Bruselas.

El principal punto de fricción lo aporta Francia, liderada por Emmanuel Macron, que se sigue oponiendo al acuerdo argumentando que este será perjudicial para sus agricultores por permitir la entrada de productos sudamericanos con estándares ambientales y sanitarios distintos.

En este sentido, según recoge La Nación, Lubetkin mostró cierto escepticismo al asegurar que Francia tendrá las mismas resistencias en unas semanas, con bloqueos y movilizaciones en las calles.

“Los cancilleres del Mercosur coincidimos en que este es el tiempo, este es el momento. Lamentamos que la UE haya perdido una oportunidad extraordinaria”, afirmó, en tanto, el canciller de Paraguay, Rubén Ramírez Lezcano.

Foto: AFP

Esta decisión, que era más que posible en los últimos días por las duras manifestaciones en Europa, llevaron al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva -quien recibió la llamada de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, anunciando que no se firmaría este sábado- a lanzar una advertencia al bloque europeo. “Si no lo hacemos ahora, Brasil no firmará más acuerdos mientras yo sea presidente. Es bueno saberlo: llevamos 26 años de espera para este acuerdo. Es más favorable para ellos que para nosotros”, sostuvo.

El pacto, que lleva más de dos décadas en negociación, representaría la mayor reducción arancelaria en la historia de la Unión Europea, beneficiando sectores como el automotor y la maquinaria europea, a cambio de un mayor acceso al mercado de carne y granos para el Mercosur.

Está claro que para Uruguay, aunque en un tono menos fulminante que el que usó el presidente de Brasil, se esperaba que el bloque europeo pudiera superar sus diferencias y concretar la firma ya que así había sido anunciado. Es por eso, que si bien la postergación -en principio- es solo por unas semanas, la cancillería transmitió su postura de no comprometerse a una fecha. “Que resuelvan sus diferencias y cuando estén listos para firmar nos avisan”, resumió una fuente de Relaciones Exteriores.

A las explícitas diferencias de Francia, motivadas por sus agricultores, se sumaron las de Polonia y las de Italia, aunque en menor medida porque Meloni no se mostró contraria al acuerdo sino que solicitó más tiempo para convencer a sus agricultores locales.

Foto: Ignacio Sánchez

De hecho, varios medios internacionales señalan que las autoridades europeas ya tienen en mente el 12 de enero como una nueva fecha para la firma del acuerdo, que se haría en Paraguay.

Sin embargo, la Cancillería que dirige Lubetkin prefiere evitar marcar un nuevo día en el calendario. Es que para Uruguay lo que sucedió en estas horas no puede volver a repetirse, con los presidentes de los países miembros del Mercosur “con la lapicera pronta”, como graficó la fuente, y sin que llegue la contraparte europea.

Incluso el excanciller Omar Paganini, que formó parte de las recientes negociaciones durante la etapa final del gobierno de Luis Lacalle Pou, se mostró escéptico tras la postergación y llamó a que la administración liderada por el presidente Yamandú Orsi redireccione sus esfuerzos diplomáticos.

“Europa no sabe bien qué quiere, tenemos que empezar a mirar a otro lado, a Asia, el Acuerdo Transpacífico y otros mercados”, dijo Paganini en diálogo con El Observador. El exjerarca agregó que es una “decepción” la “falta de voluntad” que mostraron los jefes de Estado europeos para que se firmara el acuerdo. “Si al final terminan primando intereses locales más chicos, no veo cómo en un mes lo van a solucionar”, concluyó.

Desde Bruselas, el canciller alemán Friedrich Merz restó importancia al retraso, señalando que el tiempo adicional servirá para que la primera ministra italiana logre el consenso interno necesario. “Esto significa que el acuerdo con el Mercosur va a poder entrar definitivamente en vigor. Tras la aprobación italiana, mantengo la esperanza de que el gobierno francés también decida dar su consentimiento”, afirmó Merz. (Con información de O Globo/GDA y La Nación/GDA)

Foto: Leonardo Mainé/Archivo El País.