Por Carlos Tapia
"Pollito, ojo que estás recibido. Esa materia la hiciste conmigo”. Este fue el mensaje que recibió Adrián Peña -a quienes algunos amigos le dicen “Pollo” por su actividad en el rubro avícola- horas después de haber renunciado al Ministerio de Ambiente por no haber terminado la licenciatura en Dirección de Empresas y decir lo contrario. Luego otras dos excompañeras de generación le dijeron lo mismo. Tenían razón: el curso de seis días que el líder de Ciudadanos supuestamente no había hecho, lo culminó en realidad hace 18 años. El centro de estudios le confirmó ayer que está recibido. Y, tras una reunión que mantuvo luego, el presidente Luis Lacalle Pou le dijo que “estaba en su derecho” si quería volver a la cartera.

Peña dejó el cargo el lunes 30 de enero, a pocos días del jueves en que el semanario Búsqueda advirtiera que, sin serlo, se había presentado como licenciado alguna vez, pero sobre todo había dejado que otros le atribuyesen ese título. Presidencia de la República lo respaldó, porque Peña mostró su escolaridad y dijo enseguida que había terminado la carrera en 2022, mientras ya estaba al frente del ministerio. Pero al domingo siguiente Búsqueda informó que, según fuentes del centro de estudio, Peña en realidad no estaba recibido.

“La noticia de que me restaba rendir un curso breve me llevó inmediatamente a la decisión de renunciar al ministerio, actuando fiel a los principios y valores que pregono, salvaguardando al gobierno y blindando a mi sector político”, dijo ayer Peña a El País, pero añadió que, sin embargo, siempre tuvo “la absoluta convicción de haber realizado ese curso y de que nada debía de la carrera”.

Peña enseguida se comunicó con la Universidad Católica para advertir que recordaba haber cursado ese seminario. Lo que le contestaron fue que su escolaridad decía lo contrario. Al rato estaba dando una conferencia de prensa reconociendo que dejaba el ministerio y que había mentido. A las horas fue que recibió el mensaje de su excompañera de clase y empezó a indagar.

Peña empezó a estudiar en la Universidad Católica en 2002 y en 2006, cuando estaba terminando su tesis, dejó la carrera en suspenso. Un exprofesor con el que se encontró en 2021 lo motivó a terminarla. Preguntó en la universidad y le dijeron que le faltaban la tesis y otras tres materias. Cursó todo siendo ministro, compartiendo el aula con los otros estudiantes, y salvó la tesis con Sote en 2022.

El seminario que supuestamente no había realizado se llama Simulación de Gestión. Peña tras anunciar su renuncia el mes pasado se anotó para cursarlo. Le dijeron que podía hacerlo en julio. Pidió por la premura de la situación que se lo tuviera en cuenta para cursar antes. Le contestaron que podía hacerlo el 6 de mayo.

Son seis días en que clases de una veintena de alumnos se dividen en cuatro y cada grupo debe gestionar una empresa. La gracia está en que todas las firmas imaginarias son del mismo rubro, así que deben competir entre ellos. Cuando Peña vio el programa, estuvo aún más seguro de que había participado de este ejercicio.

Se acordaba incluso de que cada grupo debía manejar una compañía que vendía bicicletas. Y las compañeras que cursaron con él recordaban que esto había sucedido en el segundo semestre de 2005.

Una vez anotado en la Católica, pidió para reunirse con el profesor que dictaba la materia. Él diálogo que tuvieron fue, en líneas generales, así:

—Yo voy a cursarlo, pero esto yo ya lo hice —empezó diciendo Peña.

—¿Estás seguro? —preguntó el profesor.

—Sí, en la universidad no figura pero estoy seguro.

—¿Y cómo es el curso?

—Es un ejercicio en que 20 alumnos se dividen en cuatro grupos y cada grupo debe gestionar una empresa...

—Es exactamente eso. ¿Y quién fue tu profesor?

—No me acuerdo, pero era canoso, de mediana edad y hoy debe tener unos 65 años.

—¡Es el ingeniero Hugo Donner! No está más en la Católica, pero deberías buscarlo.

El líder de Ciudadanos salió en su búsqueda y se encontró con que trabajaba en la ANII. Cuando lo llamó, Donner le dijo: “No me di cuenta de que la materia que te faltaba era la mía”. Peña le pidió algún documento donde figurara que había estado en su clase, y Donner le dijo que era difícil que tuviera algo. Igual, le pidió unos días. Y, al final, sí encontró algo.

Donner le reenvió al exministro un mail del 14 de noviembre de 2005, en el que una funcionaria de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Católica le preguntaban si una alumna, llamada Carolina estaba asistiendo a las clases de Simulación de Gestión. El exprofesor también le mandó a Peña lo que él le había contestado: “Efectivamente, sí. Los alumnos Carolina..., Rodrigo... y Nelson Peña se agregaron a último momento”. Nelson es el primer nombre del exjerarca.

“Este mail convirtió mi convicción en certeza. Así que junté elementos como para exigir a la universidad que buscara en los archivos el acta de clase correspondiente”, dijo Peña. Ante este reclamo el centro de estudios le contestó que de los tres alumnos que se nombraban uno había aprobado, otro había perdido, pero de él no figuraba información, así que suponían que había abandonado la materia. El exjerarca, con la certeza también de nunca haber dejado un curso por la mitad, insistió en revisar el acta de la clase de Donner de 2005, y esta vez el reclamo lo hizo ante el rector, Julio Fernández Techera.

En un mail, al que accedió El País, Peña le relató todos estos hechos y en el último párrafo señaló: “Con estos elementos y mi absoluta certeza de que cursé el seminario mencionado es que solicito su diligencia para ubicar el acta correspondiente de modo de demostrar fehacientemente que culminé y aprobé, y así defender mi honor confirmando que no mentí cuando afirmé que había culminado mis estudios”.

El líder de Ciudadanos envió este correo el jueves 23 pasado y tuvo la primera respuesta el sábado 25. Allí Fernández Techera le señaló que, dada la situación, debía proceder a la solicitud del título para que la oficina técnica de la universidad “realizara el estudio oficial de la ficha académica y se pronunciara sobre la procedencia del otorgamiento” del diploma.

Ayer a las 8:49 de la mañana fue que Peña recibió en su correo electrónico una copia de la escolaridad que certifica la aprobación del Seminario Especial de Simulación de Gestión con Muy Bueno el 18 de noviembre de 2005. Al rato le mandaron otro mail desde bedelía de la Universidad Católica en el que se señala que “ha cursado y aprobado todas las asignaturas de la Lic. en Dirección de Empresas” y que su título “está en trámite”.

“Este ha sido un hecho penoso que me afectó muchísimo. Hoy tengo la tranquilidad de espíritu de salvar mi honor al haber podido demostrar que tal cual anuncié en su momento tengo los estudios culminados. Efectivamente soy licenciado”, dijo Peña a El País. Y añadió que aún no empezó a analizar la posibilidad de hacer un reclamo legal contra la universidad.

(Producción: Pamela Díaz)