Por Raúl Santoprieto y Carlos Tapia
Lasalida de Adrián Peña no era una situación que se esperara en el gobierno que lidera Luis Lacalle Pou. No estaba en los planes de dirigentes colorados tampoco. Y por ello, el impacto de una renuncia que se da a partir de la constatación de que el exministro no había culminado la licenciatura en Administración de Empresas que ostentaba, puede generar diversos coletazos. Y diferente puede ser el daño, de acuerdo a dirigentes y analistas políticos consultados por El País, según el lugar hacia donde se mire.
Peña integra una lista de seis ministros que dieron un paso al costado. El primero en hacerlo fue el entonces canciller Ernesto Talvi, luego le siguió Germán Cardoso (Turismo), Pablo Bartol (Desarrollo Social), José María Uriarte (Ganadería) y Daniel Salinas (Salud). Si bien se dieron en contextos y por situaciones diferentes, el acumulado es algo que desde la oposición se cuestiona.
Sin embargo, en filas de gobierno están convencidos de que la renuncia de Peña -luego de que Búsqueda informara que carecía del título- no afectará la imagen de la administración Lacalle Pou. Fuentes de Presidencia dijeron a El País que “se hizo lo que se tenía que hacer y se hizo rápido”, lo que, de acuerdo a los informantes, es considerado algo que “se diferencia bien” del caso del exvicepresidente durante el último gobierno del Frente Amplio, Raúl Sendic, quien decía ser licenciado en Genética Humana sin contar con la titulación.
“Él (Peña) tuvo la sensibilidad de irse. Y el gobierno no quedó mal parado porque esto se resolvió en horas”, remarcó una de las fuentes. Desde el gobierno se considera que se lo hubiese comprometido si el hoy senador colorado “se abroquelaba” al cargo de ministro y el presidente debía pedirle que diera un paso al costado, como se dio en su momento con Sendic que no dejó la vicepresidencia.
Si bien aún no hay mediciones de opinión pública realizadas luego del episodio Peña como para determinar su impacto en la opinión pública, entre los directores de las consultoras hay cierta unanimidad en que la mayor afectación es al Partido Colorado, pero, en menor medida, también repercute en el gobierno.
Para el sociólogo y director de Opción Consultores, Rafael Porzecanski, “esto se suma a una cadena de acontecimientos que lo que le generan al gobierno como conjunto es ruido”.
“El hecho en sí no va a tener las implicancias del caso Sendic, que se sumó además a su gestión en Ancap. La gestión de Peña acá no está en juego. Y por eso, es importante que la haya respaldado una figura de la oposición con la intendenta de Montevideo, Carolina Cosse”, explicó.
“Pero esto -agregó- sumado al caso Astesiano y al caso Marset genera un ruido para el gobierno”.
Por su parte, para el director de Factum, Eduardo Botinelli, la forma en que dimite Peña “impacta en el gobierno porque no es una decisión que se tome para la mejora de la gestión”, como pudo ser la salida de Bartol donde Lacalle Pou decidió dar un giro en la conducción del Ministerio de Desarrollo Social.
“Si bien es un tema personal, lo es de una persona que estaba liderando una facción de un partido socio de la coalición. Ahí hay una afectación al gobierno. Y por otro lado, a Ciudadanos le complica la reconstrucción que venía haciendo e impacta también al Partido Colorado”, sostuvo Botinelli.
Para la politóloga Mariana Pomies, directora de Cifra, “el problema no es el cambio de un ministro sino las causas por las que esto se da”. Pero consideró que “como no es un problema de gestión, de corrupción, al gobierno no lo afectaría tan fuerte”.
“No sé si lo va a golpear fuerte, porque no es un tema de gestión sino más bien personal. El ministro elegido tuvo una gestión razonable, por lo menos no parecía problemática. El gobierno en todo caso quedó embretado en un tema más personal del ministro”, remarcó.
El golpe
Ahora bien, cuando se plantea la posible incidencia de la salida de Peña en la imagen del Partido Colorado tanto analistas como dirigentes políticos coinciden en que es un cimbronazo que mueve sus cimientos. No por el hecho de ser una figura de relevancia dentro del partido, sino porque impacta directamente en un nuevo intento por reconstruir liderazgos.
La salida de Ernesto Talvi, quien había llegado -según su campaña- para cambiar la política y al Partido Colorado generó “desconcierto”, pero Peña poco a poco logró construir un liderazgo en Ciudadanos que lo posicionaba como un eventual candidato hacia las elecciones nacionales de 2024
Los analistas políticos, entonces, coinciden en que el mayor “golpe” se lo lleva un Partido Colorado que buscaba reposicionarse tras la pérdida de Talvi como su emergente figura de renovación.
Pomies sostuvo que al Partido Colorado “lo afecta mucho porque está intentando reconstruirse, levantar un poco su imagen, construir nuevos liderazgos y todos los eventos que han pasado, porque no es uno más sino que hubo varias renuncias, son un golpe mal a esa estrategia”. Además de la de los ministros está la de la vicecanciller Carolina Ache, que salió del cargo luego de que Ciudadanos le pidiese la renuncia. Uriarte y Ache justamente han sido uno de los más críticos con Peña luego de que se supiera lo de su título.
Botinelli dijo que si bien “no lo descarta (a Peña) como candidato, este tipo de episodios dificulta” su situación. Para el director de Factum aunque Peña culmine sus estudios y luego retome la actividad política desde el Senado, le quedará “esta mancha”. “No es fácil hacer una campaña electoral como cara visible con el estigma que se generó”, afirmó.
Por su parte, Porzecanski manifestó que esta situación le provoca “un dolor de cabeza importante” a la dirigencia colorada por el hecho en sí y “por los ruidos internos que esto genera”.
Para el director de Opción que Peña no cuente con posibilidades de competir complica la situación de otros posibles postulantes o figuras de Ciudadanos, como el caso del presidente del Codicen de la Administración Nacional de Educación Pública, Robert Silva, quien para competir electoralmente debería dejar su cargo en octubre, en momentos en que se esté llevando adelante la reforma educativa que impulsó.
Ahora, como pasó desde la renuncia a la política en el período pasado de Pedro Bordaberry, el principal referente de los colorados -para el afuera pero también para el gobierno- es el expresidente Julio María Sanguinetti, quien acaba de cumplir 87 años. Hay dos caminos posibles: el de la renovación con figuras como Silva o el de regreso de Bordaberry, algo que es anhelado por varios dirigentes.
La visión de los analistas
Eduardo Botinelli, director de factum
“Si bien es un tema personal, es un tema personal de quien estaba liderando una facción dentro de un partido socio de la coalición, por lo que allí hay una afectación al gobierno. Por otro lado, al sector Ciudadanos le complica el proceso de reconstrucción que venía realizando (tras la salida de Talvi) y ni que hablar que este episodio impacta también en el Partido Colorado”.
Rafael Porzecanski, director de opción
“Esto se suma a una cadena de acontecimientos que lo que le generan al gobierno como conjunto es ruido. Entonces, el hecho en sí no va a tener las implicancias del caso del exvicepresidente de la República Raúl Sendic, que se sumó además su gestión al frente de Ancap. La gestión de Peña acá no está en juego. Es importante que la haya respaldado una figura de la oposición como Cosse”.
Mariana Pomies, directora de cifra
“Cardoso sí se fue por un tema de presunta corrupción. Lo de Uriarte no quedó muy claro los motivos. Esas situaciones sí pueden afectar más. Lo de Salinas o lo de Peña creo que no tiene impacto para el gobierno. La salida de Talvi obviamente afectó pero más por el desconcierto. La salida de Peña le hace mucho daño al Partido Colorado, pero no creo que afecte al gobierno”.
La renuncia de Adrián Peña al Ministerio de Ambiente provocó una sucesión de cambios entre los dirigentes colorados que ocupan cargos de gobierno. El 30 de enero Peña dejó su cargo de ministro tras anunciar que daría un paso al costado en conferencia de prensa. Esto implicó que su lugar sea ocupado por el dirigente colorado Robert Bouvier, que asumió el pasado jueves dejando así la vicepresidencia de Antel, cargo que tenía desde la asunción del último directorio.
Su salida de la estatal de telecomunicaciones aún no fue cubierta, aunque en las últimas horas se aceleraron los intercambios en filas coloradas para que su vacante sea cubierta en los próximos días. Se apuesta por un perfil técnico que permita continuar la gestión que lidera el también colorado Gabriel Gurméndez.