Publicidad

Lacalle Pou marca posición en el mundo: más cerca de Israel; lejos de Cuba y Venezuela

Compartir esta noticia
Luis Lacalle Pou. Foto: Fernando Ponzetto
Luis Lacalle Pou, Presidente de la Republica, en acto por el 125 aniversario de la ciudad de Los Cerrillos, en la plaza Jose Batlle y Ordonez de dicha ciudad, departamento de Canelones, ND 20210803, foto Fernando Ponzetto - Archivo El Pais
Fernando Ponzetto/Archivo El Pais

PRESIDENTE

El mandatario posiciona su imagen y sus ideas a nivel internacional, a un día de hablar en la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU).

La encargada del stand de Gran Bretaña reiteró la invitación no menos de cinco veces. Pero el presidente Luis Lacalle Pou tenía tiempo para recorrer uno solo de los pabellones instalados en la Expo Prado: el de Israel. La decisión no era arbitraria, y más allá de una falta de tiempo, el mandatario aceptó tan solo la invitación del embajador Yoed Magen como una muestra del buen relacionamiento del gobierno uruguayo con Israel. Es que las autoridades de ambos países ven camino abierto para avanzar en conversaciones comerciales en el corto plazo.

Este posicionamiento del presidente Lacalle Pou se plasmó en su primera salida del Uruguay por más de 48 horas, lo que lo llevó a hacer el traspaso de mando con Beatriz Argimón. El líder marcó un claro posicionamiento en contra de las dictaduras de Cuba, Nicaragua y Venezuela -cosechando aplausos internacionales- y afianzó los lazos con la comunidad judía, desde donde había recibido algunas críticas al inicio de su mandato.

Ese perfil quedó explicitado ayer cuando se reunió con las autoridades de la organización judía B'nai B'rith en Nueva York, en el marco de la visita que realiza a los Estados Unidos para asistir a partir de hoy a la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), y al asumir el compromiso de que Uruguay no estará en la reunión que conmemora la Conferencia de Durban. Es que este ámbito, conformado en 2001 con el objetivo central de luchar contra el racismo y la discriminación mundial, es de especial sensibilidad para la comunidad judía que fue excluida en el momento de su conformación.

El director de B'nai B'rith América Latina, Eduardo Kohn, comentó a El País que la conferencia de Durban en 2001 había generado gran expectativa en las organizaciones judías que concurrieron al primer encuentro. Sin embargo la expectativa por la lucha contra “el racismo, la xenofobia y la discriminación” pasó a ser -según él- solo un eslogan, ya que en su primera convocatoria se les impidió la participación a las organizaciones judías.

En ese año, el jefe de la delegación uruguaya, el entonces ministro de Educación y Cultura Antonio Mercader -quien falleció en enero de 2019- decidió acompañar la retirada de la conferencia en señal de protesta. “Fue una decisión valiente en un momento de tensión”, comentó Kohn.

El CEO de la B'nai B'rith, Dan Mariaschin, en tanto, dijo desde Nueva York a El País que la reunión con el presidente Lacalle Pou “fue excelente”.

“Cubrimos varios temas en los que compartimos interés, incluida la situación en el Medio Oriente. Hablamos de votar en las Naciones Unidas sobre temas relacionados con los problemas de Oriente Medio”, comentó, agregando que compartieron la preocupación por las amenazas del terrorismo a nivel mundial, pero también especialmente en América Latina.

Mariaschin resaltó que Lacalle Pou mostró gran disposición con la organización, así como también con la comunidad judía. Para el CEO de B'nai B'rith la expectativa es que Uruguay analice una serie de resoluciones que se pondrán a consideración de la ONU y que son de especial interés para Israel.

En concreto, esa expectativa está en la votación de presupuestos para la mejora de los derechos de los palestinos, que según la información de las organizaciones judías terminan en manos de grupos terroristas como Hamás. “Creemos que estas resoluciones son destructivas para cualquier tipo de proceso de paz, porque solo perpetúan el conflicto, no ayudan a ponerle fin”, opinó Mariaschin.

Antes de la reunión con la organización judía, el presidente uruguayo, junto a la ministra de Economía, Azucena Arbeleche -que viajó específicamente para esta reunión- fueron recibidos por un conglomerado de empresarios y representantes de fondos de inversión. En el encuentro también participó el canciller Francisco Bustillo.

El portal web de Presidencia informó que Lacalle Pou “destacó el valor de la libertad como principio rector de las políticas del gobierno, tanto a nivel sanitario, en el manejo de la pandemia, como en la vocación del país de abrirse comercial y financieramente al resto del mundo”.

En esa línea dijo, según Presidencia, que Uruguay “es un bastión de estabilidad institucional, política y social en un mundo convulsionado, y destacó que el país posee una de las democracias más fuertes y estables de América Latina y el mundo, con gran involucramiento cívico”.

Incluso destacó en la reunión que Uruguay ha transitado por varios partidos políticos en el gobierno desde que se reinstaló la democracia hace 35 años. El mandatario invitó no solo a invertir en Uruguay, sino a que elijan al país como un lugar para “ahorrar, vivir, trabajar y proyectar a largo plazo”. Lacalle Pou, así, manejó los conceptos de “país serio, predecible y con alto nivel de transparencia”.

En la tarde la agenda del presidente continuó con una reunión con el enviado especial de Estados Unidos para el cambio climático, John Kerry. Hoy tendrá una reunión bilateral con el presidente de Colombia, Iván Duque, con quien tiene una relación personal desde hace largo tiempo.

El discurso de Lacalle Pou en la Asamblea de la ONU está previsto para el miércoles a las 12 horas de Uruguay, y quienes lo rodean sostienen que sus palabras no pasarán desapercibidas. Se espera, además, que el mandatario insista en lo ya manifestado este fin de semana en la cumbre de la Celac, en cuanto a que los gobiernos de Venezuela, Cuba y Nicaragua son dictatoriales.

(Producción: Clara Lussich)

Una asamblea teñida por el COVID-19 y varios conflictos

Hoy arranca la Asamblea General de la ONU, la que estará marcada por el COVID-19, el cambio climático y las tensiones diplomáticas de Estados Unidos con Francia y China. El encuentro se realizará en forma presencial y remota. Y, pese a que las autoridades sanitarias de Nueva York dijeron que el encuentro estaba sujeto a las reglas para los espacios cerrados, el titular de la Asamblea, Abdulla Shahid, señaló luego que para asistir bastaba con declarar que no se es portador del virus.

El primero en hablar será el mandatario de Brasil. Se anunció también la presencia de los presidentes de Cuba, Miguel Díaz-Canel, y de Venezuela, Nicolás Maduro. Washington ofrece una recompensa de US$ 15 millones por la captura de este último, al que acusa de terrorismo y tráfico de drogas.

El discurso del presidente estadounidense, Joe Biden, también el martes, despierta mucho interés ante la candente realidad internacional tras el caótico retiro de Estados Unidos de Afganistán, el choque diplomático con Francia y las tensiones con Pekín.

Según una fuente de su gobierno, el mandatario dirá que “no cree en la idea de una nueva Guerra Fría con un mundo dividido en bloques” en el contexto de la feroz rivalidad entre Washington y Pekín, sino que “cree en una competencia vigorosa, intensa y basada en principios”.

Estados Unidos también está en conflicto con Francia, por su alianza con Reino Unido y Australia por la cual proporcionará submarinos nucleares a Canberra, echando por tierra un acuerdo para que Francia le abasteciera submarinos convencionales. 

AFP

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad