El frenteamplista Gerardo Núñez presentó formalmente su renuncia este martes a su banca en la Cámara de Diputados, luego de haber estado más de un año de licencia tras haber sido acusado por violencia de género por parte de su expareja. "Me mantuve en silencio con él fin de no entorpecer los procesos que se llevaron a cabo en la justicia", apuntó en una extensa carta en sus redes sociales.

"Presento la renuncia a la responsabilidad para la que fui electo, porque entiendo que en este momento no están dadas las mejores condiciones para desempeñarme correctamente en dicha función. Vivimos momentos de mucha polarización social y política, donde no siempre importa la verdad ni los resultados judiciales. Importa más la instalación de relatos. En este contexto lo que menos quiero es perjudicar a mi fuerza política y a mi partido", agregó Núñez.

"Mi defensa nunca estuvo ni estará vinculada a la permanencia en tal o cual lugar, siempre estuvo en función de la verdad. Quienes me conocen saben que jamás milité con el fin de ocupar lugares, siempre me movilizaron las ideas y es lo que sigo sosteniendo", prosiguió el exdiputado.

A pesar de asegurar que no pretende victimizarse, Núñez dijo que transitó "momentos muy dolorosos y complejos" durante este año. "Fui objeto de todo tipo de calumnias, ataques y acusaciones, que no solo me afectaron en lo estrictamente personal, sino que además impactaron en mi familia y seres queridos, principalmente en mis hijas".

De las denuncias recibidas un año atrás, en una, asegura Núñez, "se demostró en la Justicia" que fue "objeto de difamaciones e injurias". En tanto, la causa por violencia doméstica fue archivada. "Todo esto refuerza mi firme convicción personal de no haber cometido ninguna falta ética ni delito alguno", enfatizó.

Luego, el exlegislador frenteamplista reflexionó que hay herramientas legales "muy valiosas" que, "cuando se producen manejos espurios de las mismas, lo que se hace es dinamitar los avances que protegen a las personas en situación de violencia, aumentando el descreimiento respecto a dichos instrumentos".

Finalmente, Núñez agradeció a quienes lo apoyaron durante este año y apuntó que a pesar de que se cierra una etapa en su vida, "se abren otras que sin dudas serán de esperanza".

Tras su renuncia, Núñez pidió el subsidio reglamentario que, por un año, le corresponde a todos los diputados y senadores que dejan funciones y que equivale al 85% de su salario. En la previa de la sesión, Cabildo Abierto comunicó a la coordinación de bancada que no votaría esto. Así lo transmitió el diputado Álvaro Perrone, según consignó El Observador. La decisión le fue ratificada a El País por su colega Martín Sodano.

La renuncia de Núñez fue aprobada por los 73 diputados presentes en sala. Instantes después, el subsidio fue ratificado solo por 66 de 72 presentes.

Desde el entorno de Núñez resaltaron que el legislador renunció por su propia voluntad y en acuerdo con el partido, para evitar más exposición ante un manejo público que, por momentos, "fue muy impreciso". Además, indicaron a El País que la información que, en un inicio surgió sobre el caso judicial que lo involucraba, no se correspondía con la realidad y resaltaron que en este tiempo de alejamiento de su banca Núñez dejó actuar a la Justicia.

La Justicia, indicaron los allegados al legislador, saldó el tema y hoy no existe ninguna medida legal en su contra. Incluso, recordaron que la denunciante se retractó de sus acusaciones.