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Hallazgos en el Mides: la oficina de Otis, tres camionetas lujosas y contratos millonarios

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Falta de discurso: según economistas hay estigma social por las transferencias. Se lo adjudican a falta de discurso del gobierno. Foto: Fernando Ponzetto.

CONTINÚA LA AUDITORÍA

Las nuevas autoridades del Ministerio de Desarrollo Social encontraron irregularidades y otros hallazgos curiosos desde que asumieron hace ya casi cuatro meses.

Una misteriosa oficina de la empresa de ascensores Otis, contratos millonarios con ONG, programas sin evaluación, café vencido para las visitas, depósitos con donaciones abandonadas y tres modernas camionetas con poco uso, son algunas de las irregularidades o hallazgos curiosos que las nuevas autoridades del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) encontraron desde que asumieron hace ya casi cuatro meses.

En la campaña electoral el presidente Luis Lacalle Pou había anunciado auditorías y había hecho particular foco en el Mides, un ministerio creado por el Frente Amplio. Ahora las auditorías están en marcha, aunque el director general de Secretaría Nicolás Martinelli dijo a El País que no maneja plazos para su finalización, ya que “son lentas y llevan tiempo”. Además, aparecen cosas nuevas, como hallazgos en depósitos, y la cantidad de auditores es la misma “para todo”.

Si bien la exministra Marina Arismendi no ha respondido las acusaciones lanzadas por la actual administración, otros exjerarcas han hablado del tema y han acusado a los medios de comunicación. La exsubsecretaria Ana Olivera tuiteó que continúa “el show mediático”, mientras que el exdirector de Evaluación y Monitoreo Juan Pablo Labat dijo que se pactó “silenciar el escándalo Argimón y distraer a la gente con inventos sobre el Mides”.

El domingo pasado el programa Santo y Seña de canal 4 dedicó su informe central a los hallazgos en el Mides y allí Martinelli afirmó que muchos de los 49 programas que existen no tenían evaluación ni monitoreo desde 2014.

Martinelli anunció que se van a suprimir los programas que se compruebe que no tuvieron “ningún impacto” y que los programas se superponían porque se trabajaba “con un sistema feudalista”. Y explicó: “Cada director conseguía recursos en algún fondo internacional y armaba su programa, que lo ponía a funcionar”. En el programa Uruguay Trabaja, en tanto, solo el 30% de los recursos llegan al destinatario, según el Mides. El otro 70% se queda en el camino por temas burocráticos, incluyendo un millón y medio de dólares que cobraba el Sunca para asistir a las obras.

Santo y Seña también informó de contratos millonarios con ONG como Plenario de Mujeres del Uruguay (Plemuu), que cobró casi 23 millones de dólares. Ese vínculo está en revisión por el nuevo gobierno. Para el Mides, es más “económico” prescindir de las organizaciones y cumplir tareas con personal propio o contratados.

Ascensores y depósitos.

El programa recorrió el depósito del Mides. Allí hay tres modernas camionetas Kia, que las actuales autoridades consideran que son demasiado costosas y las venderán.

El 15 de abril El País informó de un contenedor del Mides perdido en el puerto de Montevideo con insumos médicos. Otro contenedor había sido encontrado a fines de marzo. A principios de junio el semanario Búsqueda publicó que en un depósito había decenas de cajas con alimentos y productos de higiene vencidos.

Unos días después el diario El Telégrafo de Paysandú informó que en una dependencia del MSP de Paysandú encontraron equipos del Mides destinados a personas con discapacidades que nunca fueron utilizados. El ministro Pablo Bartol, en tanto, denunció el café vencido que utilizaba la ministra.

Santo y Seña también informó que en el último piso del Mides funcionaba una oficina de la empresa de ascensores Otis, utilizada como base para la zona. Un trabajador de la firma dijo al programa que el exdirector de la División Logística, Eduardo Méndez, había autorizado que trabajaran allí. Méndez lo negó. En la imagen se ve un microondas y al lado un termo con el pegotín de la lista 1001.

El Mides también detectó que se le pagaba a la empresa por el mantenimiento de dos ascensores, pero solo uno funciona. La oficina de Otis ya no está más en el edificio.

En el Frente hablan de “inventos” y “show”

La exministra Marina Arismendi ha preferido el silencio, pero otros exjerarcas del Mides han publicado comentarios en redes sociales. La exsubsecretaria y actual diputada comunista Ana Olivera publicó hace unos días, a propósito de un depósito encontrado en Paysandú: “El show mediático continuará, mientras las verdaderas angustias de nuestro pueblo persisten”.

El 10 de mayo El País informó que se había detectado un posible desvío millonario de fondos. En su cuenta de Twitter, Olivera respondió las acusaciones y afirmó: “Si hay denuncia penal y un juez nos convoca a declarar, no voy a acogerme a ningún fuero”.

Christian Mirza, director de Políticas Sociales del Mides entre 2005 y 2010, fue mencionado el domingo en Santo y Seña debido a que es fundador de la ONG Centro de Participación Popular, que tiene contrato con el Mides. En su cuenta de Facebook, Mirza respondió con acusaciones al programa, habló de “chantas que dicen ser periodistas” y dijo que se intenta perjudicar sin fundamento a quienes desarrollan “una tarea política y profesional” en el Mides. También, que fabrican “supuestas verdades de manera malintencionada”.

Y Juan Pablo Labat, director de Evaluación y Monitoreo en el último gobierno, publicó una columna donde habla de un pacto de silencio sobre “el escándalo Argimón” para “distraer a la gente con inventos” sobre el Mides. Y menciona “números inventados, errores sustantivos que desinforman sobre las políticas sociales”.

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