EDUCACIÓN EN PANDEMIA

El presidente de la República, Luis Lacalle Pou, anunció un nuevo “ajuste en las perillas” de la pandemia. El jefe de Estado reunió ayer a su gabinete ministerial para acordar el cronograma de la vuelta a las aulas.

Pasaron 43 días desde que el mandatario -obligado por una escalada significativa en los números de contagios y muertes por coronavirus- anunció una serie de restricciones para bajar la movilidad. El presidente admitió no estar conforme aún con los niveles de la reducción de la movilidad y de los contagios diarios. Pero sí mostró la existencia de un escenario más auspicioso al que se preveía el 16 de marzo cuando se anunciaron las restricciones, y dijo que el plan de vacunación avanza “a buen ritmo”. Por eso es que Lacalle Pou acordó con su gabinete un cronograma para la vuelta a clases que, en primera instancia, tiene tres etapas.

A partir del 3 de mayo abrirán sus puertas las escuelas rurales que tienen un único docente a cargo. Consta de una población de un máximo de 6.000 alumnos que, en varios casos, presenta problemas de conectividad. Es, a la vez, un estudiantado que habita en zonas de baja movilidad y escasa densidad poblacional.

A partir de una semana después, el 10 de mayo, se habilitarán las escuelas rurales con hasta 50 alumnos y la educación inicial, en públicos y privados de todo el país. Con esto se incorporarán hasta un máximo de 200.000 niños más.

A partir del 18 de mayo se sumarán los escolares de primero, segundo y tercero. La excepción será Canelones y Montevideo, donde solo comenzarán las escuelas de contexto más vulnerable (Aprender y Tiempo Completo). Este tramo incorporará hasta 112.000 alumnos más.

El gobierno ya tiene previsto el resto del cronograma de retorno a las aulas, pero decidió no anunciarlo pues a mediados de mayo se volverá a revisar la situación. Por el momento el resto de las medidas que buscan bajar la movilidad y evitar un repunte de los contagios por coronavirus se mantienen hasta el 16 de mayo.

Casi en su totalidad los que volverán a las clases presenciales en esta etapa tienen menos de ocho años. En el encuentro que habían tenido las autoridades educativas y sanitarias el lunes pasado se explicó que los niños de hasta ocho años “están entre el penúltimo y último lugar de la transmisión del virus”, según palabras del presidente del Codicen, Robert Silva. Esto fue puesto en la mesa de discusión del Consejo de Ministros de ayer en la tarde.

El grupo de científicos que asesora al gobierno (GACH) había sugerido que, al mismo tiempo que las escuelas rurales, diera inicio la educación inicial y primera infancia. ¿El motivo? Es la población estudiantil que más está sintiendo el impacto de la falta de presencialidad: en el desarrollo cognitivo, emocional y hasta en la falta de protección ante los posibles casos de maltrato por parte de los adultos. Por eso el Codicen fijó que, a partir del 10 de mayo, se reintegren los menores de cinco años sin distinción de zona geográfica o contexto socio-económico.

En la tercera etapa -esa que rige desde el 18 de mayo y que incorpora a los escolares del primer ciclo-, sí existe una diferencia por regiones y por contextos. ¿Por qué esa distinción si todos los departamentos están en la máxima zona de riesgo epidemiológico? Según Silva, “en el área metropolitana hay una mayor densidad y los datos sanitarios indican que la circulación del virus podría ser más compleja... entonces se prefirió dar pasos seguros”. El GACH había sugerido que, para mayor seguridad y evaluación de las etapas, cada fase debía distanciarse de la otra en al menos tres semanas.

Primaria, que había pedido se le diera al menos dos días hábiles previo a la reapertura de escuelas para preparar la logística, aclara que no todas las escuelas rurales con un solo profesor iniciarán en la fecha mencionada. “De las 715 escuelas rurales unidocentes, por ejemplo, hay 32 que ya sabemos que no podrán empezar en fecha por falta de auxiliares o cuarentenas de los docentes”, explicó la directora Graciela Fabeyro.

En el caso de los escolares, Primaria sabe que hay 80 niños que están cursando la infección del COVID-19. Todos ellos se contagiaron fuera del centro educativo (de hecho, las instituciones suspendieron la presencialidad hace más de un mes). “Ese es un indicador de que hay que hacer el esfuerzo como comunidad de cuidarse más”, dijo Fabeyro.

Las autoridades educativas están preocupadas, a su vez, por algunos resultados: el Monitor Escolar muestra que el año pasado, en promedio, los escolares acudieron a clase solo 60 días (casi un tercio que en un año sin pandemia). Y por primera vez en más de dos décadas hubo un aumento de la repetición -un dato que llamó la atención teniendo en cuenta que esta herramienta solo iba a ser utilizada en casos excepcionales.

En esta vuelta a las aulas la asistencia será obligatoria, por tiempo completo y con servicio de comedor habilitado.

DANIEL SALINAS

“Tienen la oportunidad de agendarse”

"El 72% de los educadores están vacunados. Podía haber sido el 100% (porque fueron priorizados). Los invitamos a que se vacunen. Maestros y personal que están en contacto con niños, tienen la oportunidad de agendarse por edad. Los invitamos a hacerlo”.

PABLO DA SILVEIRA

“Se va a empezar despacito”

"Va empezar despacito el 3 de mayo, pero únicamente con escuelas rurales unidocentes de todo el país. Son alumnos que están en una situación de particular desventaja. Tienen menos posibilidad de conectividad y por lo tanto de usar los programas del Plan Ceibal”.

ROBERT SILVA

“Hincapié en el cuidado socioemocional”

"Es importante el trabajo de las familias y la comunidad educativa. Hay que evitar aglomeraciones. Habrá varios horarios de entrada y de recreos. Y también vamos a hacer hincapié en el cuidado socioemocional de los más chicos. Es algo muy necesario”.