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“Estoy convencido de que podré ganar con más apoyo que en 2019”, dijo en entrevista con El País el precandidato blanco Álvaro Delgado

Cree que la coalición debe subir un “nuevo escalón” y que un próximo gobierno debería tener una mesa de coordinación de los partidos oficialistas.

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Álvaro Delgado
Álvaro Delgado.
Foto: Leonardo Mainé.

Álvaro Delgado es secretario de la Presidencia por poco tiempo más porque abandonará el cargo para embarcarse “100%” en la campaña electoral como precandidato blanco. Dice tener confianza en que ganará la elección, incluso con “más apoyo que en 2019”, cuando Luis Lacalle Pou llegó a la Presidencia. Tiene planes para la coalición -plantea llevarla a un “nuevo escalón”- y ya delinea ideas para implementar en un eventual futuro gobierno.

-¿Tiene una fecha para renunciar al cargo y embarcarse en la campaña al 100%?

-El año que viene me van a tener al 100% metido en lo que tengo que hacer, que es estar a la altura de la confianza que los compañeros me dieron. No ha sido solo una agrupación, sino varias agrupaciones: Aire Fresco, D Centro, Futuro Nacional, Renovación y Victoria, y quizás alguna se integre ahora a un proyecto que más que personal, es colectivo; y en el cual nos vamos a jugar la posibilidad de que este camino continúe. No voy a pedir ni reserva de cargo, ni voy a pedir licencia, voy a renunciar para dedicarme 100% a la campaña. Estoy viendo la fecha con el presidente.

-¿Por qué quiere ser el próximo presidente?

-Primero porque estoy convencido de que en la próxima elección se juega mucho más que cinco años. Mucho más. Soy orgullosamente integrante de este gobierno. Viví todos sus procesos. Viví las cinco crisis y viví las cosas buenas. La experiencia de gobernar es intransferible. Y eso es un activo que para mí es importante cuando uno quiere ser presidente. Además, tenemos que encarar una mejora continua. Creo que el próximo gobierno debe ser una evolución de este y transformador. La elección va a definir qué Uruguay se quiere para adelante. El nuestro es un Uruguay transformador, con reglas claras, con equilibrio, que trata de generar condiciones de desarrollo y de avanzar. Y que genera certezas. La alternativa es retroceder a un gobierno de asamblea, que seguramente eche para atrás una cantidad de cosas que avanzaron en este gobierno. Y sobre todo, es una alternativa generadora de incertidumbre, por falta de propuestas y porque es el Frente Amplio más radicalizado de los últimos tiempos, sin cortafuegos que nos garanticen límites.

-¿Cuáles son los cambios concretos que piensa impulsar?

-Puedo decirles por dónde va mi sueño, mi idea: es un rumbo claro de continuidad. En lo económico hay una agenda para la competitividad importante. El Uruguay sigue siendo un país caro. Tenemos que trabajar sobre eso, sobre el costo de vida, sobre el costo país. Tenemos que ir hacia un plan de riego que abarque 20, 30 años, como la ley forestal con subsidios, no solo para tener la contingencia del déficit hídrico, de la falta de lluvia, sino para aumentar la productividad del agro y cambiar la base. También hay que poner el acelerador en la inserción internacional; creo en un instituto de promoción de exportaciones mucho más fuerte, más sólido, con intervención de los actores públicos, coordinación pública y privada, parecido a lo que es Prochile, modificando algunos temas de la agencia Uruguay 21, dándole más fuerza en el tema de inserción comercial. Tenemos que modernizar las relaciones laborales sin la pérdida de derechos; aplicar una descontaminación burocrática, porque Uruguay tiene una cantidad de registros, muchos superpuestos, y muchos trámites que terminan encareciendo o desestimulando al inversor o al ciudadano. Y luego hay que profundizar la descentralización como emulador de oportunidades, transversal en todas las políticas públicas.

-¿Hay alguna gran reforma que vaya a proponer en un eventual nuevo gobierno de esta coalición?

-En principio soy partidario de la creación de un Ministerio de Justicia. Un Ministerio de Justicia que se encargue de la Fiscalía y las cárceles.

-¿Siente que es o va a ser un líder del Partido Nacional?

-Eso te lo dan los votos. Y si la gente confía, se lidera un proceso.

-¿Hubo un fracaso en la seguridad pública?

-No, no. Es notorio que ha habido otra actitud, que hubo respaldo político y jurídico a la Policía. Hoy la Policía tiene más cercanía con la gente y todos los indicadores de delitos han bajado. Los que bajaron menos fueron los homicidios, que es donde hay que trabajar.

-El gobierno tuvo varios episodios polémicos que dieron una sensación de desorden en el Ministerio del Interior. El caso Astesiano y las comunicaciones con jerarcas policiales, el caso Penadés y el involucramiento de funcionarios también policiales, y el caso Marset con la entrega del pasaporte. ¿Cómo vio el funcionamiento de esta cartera en ese sentido?

-A ver, es el ministerio más grande en cantidad de funcionarios. Es un ministerio complejo, y gente que se desvía hay en todos lados. Podría hacer un racconto de todos los problemas que hubo durante la gestión de Bonomi. Pero no lo voy a hacer. La diferencia es que Bonomi seguía en el cargo. El tema no es que haya problemas, sino cómo se solucionan. Yo creo que en este caso, cuando hubo problemas fue el propio Ministerio del Interior el que generó los mecanismos de depuración para detectar qué sucedía y ayudar a solucionarlo.

-El gobierno ha cesado a varios ministros tras varios cuestionamientos. Algunos eran de su partido, otros de la coalición. ¿Qué análisis le merece?

-Si eran del Partido Nacional o de la coalición es una cuenta menor. Pero a ver, estamos hablando de un gobierno de cinco años con cinco crisis. Todos tuvimos que aprender a convivir en una coalición a la que le daban poca vida y funcionó. Yo estoy convencido de que vino para quedarse y que además se va a presentar de vuelta en las próximas elecciones. Y que va a tener un solo candidato en el balotaje, que espero ser yo para después ser presidente de los uruguayos. Para el próximo gobierno, que ojalá me toque encabezar, vamos a tener una estructura diferente de la coalición. Porque esta etapa de maduración nos hace ver con introspectiva que tenemos que pasar a un nuevo escalón, con una mayor coordinación colectiva, más estable. Y es un desafío que yo lo voy a plantear.

-Ya se buscó eso en este período, con la famosa mesa de coordinación.

-Sí, pero era más puntual y para algunos temas. Los momentos son diferentes. Necesitamos que todos se involucren y se comprometan. Y poder escuchar.

-¿Cómo se imagina el relacionamiento con Cabildo Abierto en un próximo gobierno? Fue bastante complicado en este período. De hecho hay cierta tensión todavía con la salida de Irene Moreira del Ministerio de Vivienda.

-Tengo un buen vínculo con Manini Ríos. Si estoy proponiendo un ámbito superador de la situación actual es porque creo necesario generar, con esta maduración de cinco años, una nueva etapa.

La coalición tiene que pasar a un nuevo escalón y tener una mayor coordinación.

-La última crisis política por el caso Marset llevó a la renuncia de dos ministros, un subsecretario y del asesor presidencial, Roberto Lafluf. ¿Cómo cree que puede haber impactado eso en el gobierno?

-Difícil medir cómo impacta, porque creo que más allá de que se pueda estar en desacuerdo con lo sucedido, la verdad es que la normativa habilitaba la entrega del pasaporte. Pero esto, a diferencia de lo que quiso instalar en el Frente Amplio, de que se trataba de una crisis institucional, fue una crisis política. Y la crisis política se resuelve con decisiones políticas. Vino el presidente desde Estados Unidos, tomó decisiones políticas, hubo cambios, cambios de ministros y de un subsecretario. Eso implicó un cambio de criterio con respecto a lo que hacían los gobiernos del Frente Amplio.

-El Frente Amplio ha dicho que el gobierno ocultó información al Parlamento al decidir no dar a conocer los chats entre Guillermo Maciel y Carolina Ache. Esa información no se brindó. ¿Hace una autocrítica?

-La otra vez escuchaba al ministro Heber decir que no se ocultó información al Parlamento, que pudo haber errores y quizás algunas situaciones que eran innecesarias.

-Hoy hay una distancia considerable en las encuestas entre los partidos sumados de la coalición y el Frente Amplio. ¿Se tiene confianza como para recortarla?

-Estoy convencido de que la gente, el año que viene, cuando haga el balance internamente, más allá de lo que haya votado en 2019, e incluso mucha gente que no nos votó en 2019, decidirá que nos va a votar en esta elección, y nos va a renovar la confianza. Estoy convencido.

-O sea, ¿está convencido de que puede ganar con más distancia que en 2019?

-Estoy convencido de que podré ganar con más apoyo que en 2019.

-¿Se define como wilsonista?

-Mi formación viene de ese lado. Mi vínculo con el Partido Nacional es a través de épica de Wilson. Me tocó ser diputado por primera vez por Correntada Wilsonista.

-¿A Laura Raffo la ve más identificada con el polo herrerista?

-La apoya el Herrerismo. Raffo es una compañera que quiero mucho, una gran economista y una militante que está haciendo un muy buen esfuerzo. La verdad, creo que le hace mucho bien al partido.

Mi vínculo con el Partido Nacional es a través de la épica de Wilson; fui diputado de Correntada.

-Los dos se proponen como continuidad. ¿Dónde está la diferencia?

-No lo voy a decir yo, lo tiene que decir la gente. Tampoco está bien que lo diga porque yo durante cuatro años fui el corazón del gobierno. No fui el riñón, fui el corazón del gobierno.

-¿Cómo será su campaña?

-Voy a hacer una campaña dura en el debate, firme con las ideas, firme en la defensa de lo que hicimos, muy pragmática, diciendo que uno no es infalible, tratando de transmitir la experiencia de gobernar que es intransferible. Siendo muy franco con la gente y muy duro con algunas actitudes del Frente Amplio.

- Se dio la salida de Lafluf tras la última polémica por el caso Marset, ¿integrará su equipo de campaña como lo hizo con Lacalle Pou?

-Hace una semana que acepté la proclamación. Recién estoy empezando a armar todos los equipos técnicos, los de comunicación y los de estrategia.

El mensaje a Raffo sobre la fórmula

-Laura Raffo ha dicho que estaría dispuesta a integrar la fórmula presidencial con usted luego de las internas, sea el resultado que sea. ¿Cuál es su posición?

-Yo voy a estar en cualquier lugar que el Partido Nacional entienda que tengo que estar. Porque para mí lo más importante es que el proyecto continúe.

-¿La aceptaría como candidata a vicepresidenta?

-Para lo que sea que el partido entienda como el mejor mecanismo para lograr el objetivo y que el proyecto continúe van a contar conmigo. No se preocupen.

-¿Cree que va a ser paritaria la fórmula del partido o no necesariamente?

-Sería deseable.

-El jueves se conoció que la exfiscal Gabriela Fossati se integró al proyecto de Laura Raffo, de Sumar. ¿Cree que es un buen mensaje que justo la fiscal que investigó el caso Astesiano se integre al Partido Nacional?

-Ella tiene su derecho. Son decisiones personales que yo no voy a comentar.

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