El Partido Comunista está renovando sus autoridades este fin de semana. Y más allá del hermetismo y abroquelamiento con el que se muestra esta histórica y centenaria agrupación de izquierda, las diferencias entre los rumbos que debe tomar el partido existen.
Su peso relevante en el movimiento sindical trajo consigo las secuelas de dos duros golpes que sufrieron sindicatos con histórica presencia de dirigentes comunistas como el de la construcción y el de la salud. La Justicia ya condenó a exdirigentes del Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (Sunca) por desviar dinero del Fondo Social de Vivienda de Obreros de la Construcción (Fosvoc). Y quien liderara la Federación Uruguaya de la Salud (FUS) durante décadas -también miembro del Partido Comunista- fue expulsado del gremio luego de que una auditoría detectara irregularidades en los gastos durante su gestión.
De todos modos, de acuerdo a lo que relataron a El País fuentes frenteamplistas, el escenario que se espera confirmar hoy es una continuidad de Juan Castillo -hoy ministro de Trabajo- como secretario general del Partido Comunista y un fortalecimiento del senador Óscar Andrade junto al presidente del Pit-Cnt, Marcelo Abdala, con presencia en el comité central.
Estos resultados y la posible línea que seguirá el Partido Comunista es monitoreada de cerca por todo el Frente Amplio y también desde Torre Ejecutiva, donde entienden que algunos de los planteos hechos en los últimos meses apuntan a una suerte de “gobierno en disputa” con cuestionamientos o “discrepancias” (ver aparte) que surgen desde dentro del Frente Amplio.
En especial, la discusión sobre gravar al 1% más rico. Y por ello, según indicaron fuentes de gobierno a El País, se da por sentado que desde su peso en el movimiento sindical y en la orgánica del Frente Amplio, los comunistas insistirán con levantar esa bandera a pesar de que coloque en un brete al Poder Ejecutivo que lidera Yamandú Orsi.
Es que para el gobierno el primer planteo, hecho por la central sindical en junio, ya implicaba ir en contra de lo anunciado en campaña electoral. Fue así que el presidente salió al cruce al decir el 22 de junio: “Nosotros planteamos que no vamos a crear más impuestos”.
En todo caso, lo que se sostiene desde Torre Ejecutiva, es que la apuesta del gobierno estaba colocada en el Impuesto Mínimo Global, que se envió como propuesta en la ley de Presupuesto. Algo que el propio secretario de Presidencia, Alejandro Sánchez, se encargó de remarcar en estos días (ver aparte).
Luego, se alineó detrás de la propuesta de gravar al 1% más rico el Partido Socialista, otros sectores menores y el Partido Comunista, en la voz de Andrade principalmente.
Se debatió incluso sobre cómo interpretar el programa de gobierno que el Frente Amplio le ofreció a la ciudadanía en 2024 cuando ganó las elecciones. Mientras los detractores de la idea remarcaron que el planteo no forma parte de la hoja de ruta para el Poder Ejecutivo, sus impulsores aseguraron que el programa “no habla de no tocar impuestos”, dicho en palabras de Andrade en radio La Diaria el 21 de julio.
El ministro de Economía, Gabriel Oddone, también desestimó la propuesta y, según dijeron los informantes, pese a que los planteos se vuelven a colocar sobre la mesa es algo que para la administración Orsi sigue estando fuera de consideración.
Pero a pesar de lo enfática de las posiciones de Orsi, Oddone y demás jerarcas del Poder Ejecutivo, el Pit-Cnt, liderado por Abdala, siguió adelante. La central sindical elaboró su propuesta respaldada en análisis técnicos, la presentó a la sociedad y tiene previsto a partir del 2026 salir a militar por ella, con el respaldo del Partido Comunista.
Malestar
El argumento que muestran quienes impulsan la creación del nuevo impuesto es que con él se podrá recaudar unos US$ 800 millones por año para destinar a combatir la pobreza infantil.
Una primera crítica que realizan dirigentes de otros sectores del Frente Amplio, que rechazan la propuesta, es que los legisladores del Partido Comunista no plantearon durante la negociación por el Presupuesto que hubiera reasignaciones específicas para destinarlas a aumentar los recursos para atacar la pobreza infantil.
En filas del Movimiento de Participación Popular y de Fuerza Renovadora y otros sectores socialdemócratas se entiende que el Partido Comunista busca posicionarse con esta iniciativa y que su objetivo principal es que se cree un impuesto para el 1% más rico del Uruguay y capitalizar electoralmente esa decisión política.
Por su parte, fuentes comunistas indicaron a El País que su sector hizo planteos de reasignaciones en el Parlamento y que se priorizó que las negociaciones con la oposición, sobre todo en Diputados donde el Frente Amplio no tiene mayoría, llegaran a buen puerto.
Por otra parte, el presidente del Frente Amplio, Fernando Pereira, dejó planteada un escenario que contemple de alguna forma las dos posturas. “Puede ser que no sea la fórmula que nos presentó el Pit-Cnt, pero un pacto contra la pobreza infantil tiene que haber. No es utilizar un instrumento, no nos podemos enamorar de un instrumento. Nos tenemos que enamorar de la solución al problema de la pobreza infantil”, afirmó durante la apertura del XXXIII congreso del Partido Comunista el pasado viernes.
Sánchez dijo que el Poder Ejecutivo ya tomó un camino
El secretario de Presidencia, Alejandro Sánchez, participó el pasado jueves por la noche de una cena de gala de la Cámara de Comercio e Industria Franco Uruguaya (CCI), donde, entre otros temas, reflexionó sobre el planteo del Pit-Cnt y sectores frentistas de gravar al 1% más rico.
El jerarca dio a entender que el gobierno sigue optando por no crear un impuesto como el propuesto. “El debate sobre la justicia tributaria es un debate que está instalado en el mundo porque las democracias están siendo tensionadas y evidentemente hay un conjunto de demandas porque los 1.000 millonarios crecen en el mundo. Y ese es un debate internacional y académico que está puesto sobre la mesa. Y yo creo que no hay que evitarlo”, comenzó diciendo.
“En este debate sobre los 1.000 millonarios hubo distintas propuestas. La OCDE avanzó en una propuesta que es la del mínimo global para generar una serie de mecanismos que permita generar una redistribución con mayor justicia. Y Uruguay decidió unirse a esta propuesta y es la propuesta que ha hecho el Poder Ejecutivo en el marco de la ley de Presupuesto”, añadió Sánchez.
Luego, el secretario de Presidencia explicó que los demás planteos de crear impuestos que surgen “pueden estar muy bien explicadas de hacia dónde queremos ir, pero soluciones de esta naturaleza tienen que ser de carácter global”. “Es muy difícil que se puedan construir en países aislados”, sostuvo.
“Por eso nosotros elegimos que el esfuerzo en materia de política económica, lo dijimos en campaña electoral cuando el presidente presentó las 42 propuestas electorales en Colonia, sea la búsqueda de localizar impuestos que hoy se pagan en el marco de ese impuesto global. Ese es el centro de política económica que se ha trazado este gobierno”, dijo y remarcó: “Luego, son bienvenidos los debates sobre otras propuestas, pero nosotros tomamos un camino y logramos en ese camino construir consensos que son muy difíciles”.
La lectura del PCU para su congreso
El pasado viernes, en el club Atenas, el secretario general del Partido Comunista, Juan Castillo, realizó el informe de apertura de su XXXIII congreso. Allí repasó la visión que tienen los comunistas sobre la coyuntura nacional e internacional.
El primer planteo fue reivindicar el “internacionalismo” del PCU manifestando su “solidaridad con el pueblo palestino” y “condenando al genocidio del Estado de Israel en su contra”. “Nacimos, fuimos y somos un Partido internacionalista, antiimperialista, que lucha por la paz, la autodeterminación, la no injerencia y la unidad de los pueblos”, afirmó Castillo. También expresaron su solidaridad “con Venezuela, amenazada por el imperialismo yanqui, que despliega portaaviones, barcos y miles de marines frente a sus costas, con la excusa de la lucha contra el narcotráfico, cuando en realidad lo que quieren son el petróleo y las riquezas naturales del país hermano”.
Luego, el ministro de Trabajo se dedicó a la coyuntura nacional y tras reivindicar el aporte que hace el Partido Comunista al gobierno liderado por Orsi enumeró “con franqueza algunas discrepancias” con el gobierno. La primera, que no se haya calificado de genocidio lo que sucede en Gaza. También se refirió a que los recursos aprobados en el Presupuesto son “insuficientes” y allí remarcó la necesidad de encontrar nuevos mecanismos recaudatorios. “Entendemos que la recaudación para enfrentar el déficit dejado por la derecha y lograr recursos para llevar adelante políticas públicas claves, se consigue mediante ajustes tributarios progresivos a las grandes transnacionales y a los capitales en el exterior. Somos claros, estas iniciativas no afectan a las grandes mayorías de nuestro país. Los incrementos del gasto e inversión están bien dirigidos, principalmente a la infancia y a los sectores más vulnerables”. Más adelante aseguró que el Partido Comunista “respalda esa iniciativa y el Frente Amplio resolvió analizar y discutir”.
E insistió en “tener la suficiente capacidad, cabeza abierta y lograr motivar a las grandes mayorías que respalden o mejoren la iniciativa (de gravar al 1% más rico), que es poner en discusión y tomar medidas concretas en torno a la desigualdad, será una tarea central en todo el período”.
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