Conflicto en el Mides: Lema dijo a los trabajadores que "la decisión ya está tomada y no hay marcha atrás"

Redacción El País
El ministro de Desarrollo Social, Martín Lema, se refirió hoy al conflicto que mantiene con los trabajadores de su cartera, que critican el proceso de regularización funcional, ya que entienden que ello significa un aumento de carga horario sin ajuste en sus ingresos.

“La decisión ya está tomada y no hay marcha atrás”, dijo al respecto el ministro Lema, que detalló la situación, tal como él la ve, pero antes remarcó que “con medida de fuerza no hay diálogo”. “Es lo que la administración define, lo que yo defino”.

En cuanto al cambio normativo, recordó que forma parte de una serie de transformaciones en la administración pública introducidas en la última Rendición de Cuentas, que corre para varios ministerios. En esencia, lo que se plantea es dar la posibilidad a los trabajadores contratados de pasar a ser funcionarios públicos en regla. Y esto, dijo Lema, es “opcional”, aunque los que opten por este camino deberán trabajar ocho horas de lunes a viernes.

“Tienen todo el derecho de hacer las movilizaciones pertinentes. Nosotros tenemos todo el derecho de tomar las resoluciones también pertinentes”, dijo al respecto.

“Solo en el Mides estamos teniendo problemas, pero son varias las instituciones —agregó—. El artículo les da la opción a aquel trabajador que viene renovando los contratos durante años (...) si quiere ser funcionario público con toda la estabilidad que genera, cobrando aguinaldos que ahora no se reciben, con todos los beneficios de funcionarios públicos. Y aún así se reclama”.

El artículo, dijo también, en su momento fue “promovido” por los propios trabajadores, nucleados en la Confederación de Organizaciones del Estado.

Por este tema, el sindicato del Mides decretó un paro de 24 horas la semana pasada para manifestar la “profunda preocupación por la pérdida salarial que implica el proceso de regularización que se está llevando a cabo".

Según el sindicato, 370 trabajadores "pasarán a cumplir una carga horaria de 40 horas semanales sin ajuste salarial, lo que supondría una pérdida de 30% de sus haberes".

"Hoy cerca del 44% de su plantilla de trabajadoras y trabajadores están en esta situación. Se trata de un problema estructural que es menester corregir", detallaron los trabajadores.