Redacción El País
El presidente de la República, Luis Lacalle Pou, visitó el pasado viernes el hogar “Lo de Carlo”, un espacio en el que conviven 27 personas que al salir en libertad luego de cumplir condena en la cárcel no tenían dónde ir, según supo El País.
El centro, ubicado en Progreso, es dirigido por la organización no gubernamental “Nuestros hijos nos esperan”, que trabaja en convenio con el Ministerio de Desarrollo Social (Mides). Allí los exreclusos cuentan con un lugar donde vivir durante el año y, apoyados en acuerdos del ministerio, también hay quienes acceden a trabajo en diversas empresas como Teyma, Saceem, Ingener, Bilpa, Ebital.
Gabriel Camilo es un exrecluso que se convirtió en referente y líder en la obra. En diálogo con El País destacó la importancia de la visita del presidente por el entusiasmo que generó.
Lacalle Pou -que acudió sin medios de comunicación y estuvo acompañado del ministro de Desarrollo Social, Martín Lema- recorrió las instalaciones y luego intercambió con los exreclusos.
Durante la charla, según relató Camilo, una de las frases en las que hizo énfasis a los presentes fue que “la voluntad es el músculo más fuerte”. Y remarcó una idea que ya ha manejado en relación a las personas privadas de libertad: las “segundas oportunidades”.
“Todos necesitamos segundas oportunidades. Y todos, no solo los privados de libertad. Todos tenemos que poner algo de cada uno para poder superar o mejorar situaciones”, les dijo Lacalle Pou.
El Mides tiene convenio con otros dos centros similares, uno en La Unión y otro en Las Piedras, que atienden a personas que salen de la cárcel y no tienen dónde ir. La cartera que dirige Lema generó un llamado a proyectos de innovación social para personas que recuperan la libertad o para personas en situación de calle luego de que en 2022 la Dirección Nacional de Apoyo al Liberado pasara a la órbita del Mides.
Uno de los impulsores de la iniciativa, el exfutbolista Andrés Fleurquin, resaltó a El País la visita de Lacalle Pou como “muy positiva” y destacó que “les habló al mismo nivel” a los exreclusos.
Fleurquin recordó que el presidente les planteó que “nadie es todo malo ni nadie es todo bueno” y que él mismo cometió “miles de errores”. “Pero todos pueden cambiar”, les dijo y agregó que para ello “hay que querer cambiar”.
Gabriel, uno de los exreclusos que viven allí, le aseguró al presidente que “la plata” que el Mides destina al centro “está bien gastada porque se cuida cada peso”. Luego, Lacalle Pou le respondió: “No gastamos plata en ustedes, invertimos plata porque valen mucho ustedes”.
Otro de los proyectos que el Mides impulsará es el Espacio de Capacitación y Oportunidades sociolaborales para personas que recuperan la libertad (Ecos) que se inaugurará en febrero y que contará con talleres de panadería, herrería, carpintería y con salas informáticas. Tendrá una capacidad para 200 personas.