Alberto Díaz fue presidente de la Administración Nacional de Puertos (ANP) entre 2010 y 2020, bajo las administraciones frenteamplistas. En ese período, Díaz cobró sueldos y compensaciones correspondientes al cargo de gerente general que había ocupado previo a su nombramiento como titular del organismo portuario, según señalaron a El País dos fuentes portuarias.

La situación de Díaz es muy similar a la protagonizada por la ex vicepresidenta de la ANP, Alejandra Koch -la también frenteamplista y de filas socialistas-, quien cobró durante cinco años el sueldo de subgerenta del Sistema Nacional de Puertos con compensaciones por estar a la orden cuando era directora del organismo.

Koch presentó su renuncia el viernes 2 a la ministra de Transporte, Lucía Etcheverry (MPP). Dimitió tras conocerse que en la primera y segunda sesión del nuevo Directorio removió, con el visto bueno del presidente del organismo, Pablo Genta (MPP), a 22 mandos superiores y medios y nombró a su esposo y a su chofer en cargos de responsabilidad, entre otras designaciones.

A diferencia de Koch, Alberto Díaz carecía de un informe jurídico que respaldara los cobros de compensaciones como gerente general mientras ocupaba la presidencia de la ANP, señalaron las fuentes.

En 2010, El País se refirió al caso de Díaz cuando pasó de gerente general de la ANP a presidir el organismo. Pese a las nuevas responsabilidades, "el ascenso (de Díaz) implicaba en forma paradójica una rebaja salarial ya que el sueldo de presidente es menor que el de gerente general", afirmó el artículo periodístico.

Diez años más tarde, en 2020, el entonces presidente de la ANP, Juan Curbelo, (Partido Nacional) solicitó un informe a Jurídica del organismo para que se expidiera sobre si Koch podía cobrar el salario y compensaciones de subgerenta del Sistema Nacional de Puertos mientras ocupaba el cargo de directora por el Frente Amplio.

El informe de Jurídica concluyó que Koch "tenía amparo legal" para optar por cualquiera de los salarios. Finalmente, la directora frenteamplista decidió cobrar el sueldo de gerenta general, el que era muy superior a los ingresos que percibía un director de la ANP.

No obstante ello, Curbelo volvió sobre el punto en 2022. A instancias de Curbelo, el Directorio de la ANP en el gobierno anterior envió una solicitud a la Oficina de Servicio Civil para que se expidiera sobre si Koch podía continuar cobrando su sueldo como subgerenta mientras era directora por la oposición, como informó El Observador.

La resolución, a la que accedió El País, señala que Koch no podía cobrar las compensaciones como gerenta porque no la amparaba el artículo 21 de la Ley N° 19.930. Dicho artículo sostiene que solo pueden optar por el sueldo de gerencia y no por el de director político "exclusivamente" aquellos funcionarios que tienen la titularidad de los cargos presupuestados obtenidos mediante un concurso.

"En el caso de asignación discrecional de las funciones transitorias de jefatura, dado su carácter precario y excepcional, el funcionario (Koch) no es titular de dicha función, no se le otorga derecho a permanencia y por tanto no corresponde que sea abonada la diferencia salarial cuando el funcionario no desempeña esas tareas", dice el informe de la Oficina de Servicio Civil.

A partir de ese momento, Curbelo tuvo dudas sobre si cortar o no el pago de las compensaciones que la directora Koch recibía desde que ocupaba el cargo de subgerenta.

Para complejizar aún más el asunto, el Tribunal de Cuentas de la República (TCR) jamás había cuestionado los rubros salariales de la ANP.

Ante esta situación, Curbelo no presentó ninguna moción en el Directorio de la ANP con respecto a los ingresos salariales de Koch.

El entonces jerarca blanco también enfrentaba una coyuntura interna difícil: si cortaba el pago de las compensaciones a Koch debía hacer lo mismo con sus gerentes y asesores, ya que en el organismo prácticamente ningún funcionario ascendió por concurso. Siempre lo hicieron a través de adjudicaciones directas de cargos realizadas por los gobernantes de turno.

En los cinco años que estuvo como directora por la oposición, Koch cobró unos US$ 140.000 en compensaciones por estar a la orden. No se sabe el monto que percibió Díaz por optar por el sueldo de gerente general cuando fue presidente de la ANP.

El País trató en vano de comunicarse con Díaz para tener su punto de vista sobre el tema.

Díaz y Koch no fueron los únicos casos que ocuparon puestos políticos y cobraron sueldos de cargos gerenciales para no perder poder adquisitivo. Este miércoles, radio M24 informó que la exgerente general de la ANP, Susana Pierri (Partido Nacional), cobró su sueldo y la misma compensación económica cuestionada a Díaz y a Koch.

Según la emisora, Pierri percibió las compensaciones de la ANP mientras ocupaba un cargo político en el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) durante el gobierno de Lacalle Pou.

Pierri fue directora general de Mides durante la gestión del hoy candidato blanco a la Intendencia de Montevideo, Martin Lema.

Foto: Estefanía Leal.

Mientras la ministra de Transporte, Lucía Etcheverry (MPP), espera un informe de Jurídica de la ANP sobre las compensaciones cobradas por Koch cuando era directora vocal del Frente Amplio, la interna dentro del organismo portuaria es muy tensa.

Se trata de una interna feroz que lleva 20 años. Según supo El País, una gerenta sufrió durante al menos dos años persecuciones a lo largo de la administración liderada por Díaz, ya que mandos medios le controlaban los ingresos y salidas o revisaban si se encontraba en el puerto o no, según indicaron dos fuentes portuarias a El País.

La orden de ese seguimiento no se atribuye a Alberto Díaz sino a una gerenta con mucho poder ligada al sindicato portuario que llegaba a tener enfrentamientos a los gritos con la víctima, que debió estar medicada por las presiones que sufría en la ANP.

Más acá en el tiempo, la "caza de brujas" dentro de la ANP comenzó en abril, a horas de haber asumido el presidente de la entidad portuaria, Pablo Genta.

El Directorio del organismo decidió las remociones de 22 gerentes, subjefes y mandos medios, que eran supuestamente alineados con el gobierno anterior. y designó a otros 22 reemplazantes. Ello llevó a que en la ANP coexistieran 44 gerentes, subgerentes y mandos medios cobrando sueldos y compensaciones por estar a la orden.

Hoy, varios de los gerentes y jefes removidos no tienen oficinas ni computadoras, según supo El País.

Pero en el marco de esa "caza de brujas", resurgieron hechos ocurridos en 2020 que salpican a dos jerarcas frenteamplistas, quienes fueron denunciados en la interna del organismo por dos profesionales por haber incurrido en supuestos acosos laborales y sexuales, según consta en las resoluciones judiciales a las que accedió El País.

Las denuncias terminaron en dos juzgados de Familia. Se dispuso medidas de protección para las denunciantes porque las denuncias hacían alusiones a "intimaciones" por parte de los superiores. En la vía judicial, las denunciantes no desearon continuar con las causas por temor a represalias.

Uno de los implicados ya se jubiló, mientras que el otro ocupa un cargo de relevancia y con poder dentro del organismo, sin importar las autoridades políticas de turno.

Sin embargo, en el marco de la feroz interna que hay hoy en la ANP, circuló una carta de una de las jerarcas removidas que participó en la sesión donde Koch llevaba la voz cantante anunciando los cambios, mientras que Genta tenía la mirada perdida hacia la mesa.

La misiva, a la que accedió El País hace días, refiere a una subgerenta (da su nombre) que se desvinculó de la ANP a través de un retiro incentivado. Esta persona, según la carta, volvió a ingresar al puerto en 2008 y "casualmente y con apoyo del sindicato (portuario) queda en un sorteo, pasando desde esa fecha a la de hoy de grado 8 a grado 16. Basta con mirar algunas actas de concursos de ascensos para saber quien representaba siempre al Sindicato Único Portuario".El reingreso y posterior ascenso de la hoy gerenta fue confirmado por El País por otros funcionarios portuarios.