POLÉMICA EN CIUDAD DEL PLATA

Se llama Richard Mariani, tiene 30 años y es candidato a alcalde de Ciudad del Plata, en el límite entre Montevideo y San José, con el apoyo del MPP. También integra el grupo Rebeldía Organizada, con el que en 2018 encabezó la campaña que exigió la destitución del exresponsable de seguridad de la selección Miguel Zuluaga por participar en supuestos actos represivos en la dictadura. Pero, además, es barra de Peñarol y hoy integra la lista negra de la AUF después de haber sido imputado por incidentes en un clásico de fútbol femenino. Su candidatura levantó polémica en San José y lo acusan de violento.

El domingo 22 de agosto la candidata a alcaldesa de Unidad Popular, Yanina Bertoche, acusó a su grupo político de haberla atacado cuando pintaba un muro junto a otra militante, dos adolescentes y una niña de siete años. El tema terminó con denuncia policial e investigación de la fiscalía.

Bertoche dijo la semana pasada a El País que la atacó un grupo de más de 15 personas, aunque no sabe si Mariani estaba entre ellos. “Yo estaba preocupada de que no nos mataran, se nos venían encima como guerreros de una película. Fue horrible (...) Pegaron piñas y patadas”, relató.

Pero Mariani se defiende de las acusaciones. “Fue un hecho desagradable. Yo no incité ni participé del episodio”, dice a El País. Agrega que se enteró de todo en la noche del domingo, llamó a Bertoche y fue a la comisaría. “¿Por qué ella en su relato no cuenta que la acompañé y la llevé a la casa?”, pregunta el candidato, que va por la lista 3040 de Izquierda Abierta, dado que el MPP no presenta listas en las municipales maragatas. Como sugerencia de su abogada, realizó una denuncia por difamación e injurias contra la candidata de Unidad Popular. “Quiero que se defina todo en la Justicia”, dice.

Mariani habla de “una campaña de miedo y de enchastre” de actores políticos que lo tratan de criminalizar por un pasado que, asegura, no esconde. “Me quieren demonizar. Tuve un error en la vida y lo pagué”, indica. “Se va construyendo un relato para tirarme abajo, todo el mundo sabe que soy el candidato más fuerte del Frente Amplio en la zona”.

En julio del año pasado fue protagonista de incidentes en el clásico del fútbol femenino en el Parque Central y hoy cumple una pena de libertad vigilada por un delito de violencia privada y de daño agravado en régimen de reiteración real. Mariani realiza medidas sustitutivas.

Además, integra la lista negra de la AUF y hoy no podría ir a ningún partido de fútbol, según informó El Observador y confirmó El País con fuentes de la AUF.

Sobre aquellos incidentes, recuerda: “Íbamos llegando a la cancha y fuimos atacados por la parcialidad de Nacional. Ahí se generó ese problema por el que me terminan procesando. En un caso así te defendés o te lastiman. Yo no soy una persona agresiva”, dice.

Unos años antes, en 2013, también fue detenido en unos incidentes en un partido de Peñarol. Pero dice que fue sobreseído: “Fue medio raro, fueron muchos detenidos y nos procesaron. Pero nunca me pudieron comprobar nada ahí”. En 2016 perdió un ojo por una bala de goma en un choque con la policía argentina en un partido entre Peñarol y Huracán por la Libertadores.

En su defensa dice que está a cargo, en un programa llamado “familias extensas”, de sus dos hermanas chicas y de un hermano con trastorno compulsivo. “Tengo visitadores todos los meses”, asegura.

Bertoche dijo a El País que Mariani y su grupo son “una mafia”. Otros dirigentes del departamento dijeron lo mismo pero no aceptaron que su nombre figurara en la nota. “Nunca tuve actitudes mafiosas”, se defiende. “No soy un tipo violento. Nunca le robé a nadie, nunca maté a nadie, no tengo violencia de género. Nunca jodí a nadie. Me jodo yo, me equivoco yo y listo”.