Si hay algo en lo que los dirigentes del Partido Nacional no tienen una estrategia única es en la manera de contrarrestar las críticas y acusaciones que reciben de los precandidatos del Frente Amplio (FA), en un tono que el oficialismo percibe como creciente conforme avanza el calendario electoral.

Algunos blancos entienden que la gestión del presidente Luis Lacalle Pou debería defenderse sola y otros que eso no alcanza para “desmontar” el “relato” que el FA busca instalar en la agenda, por lo que hay que salir al cruce todo lo posible -algo que hacen mucho, entre otros, los senadores Sebastián Da Silva, Luis Alberto Heber y Graciela Bianchi.

Las diferentes visiones también se reflejan en las estrategias que siguen los precandidatos nacionalistas en su discurso público, ya que por ejemplo mientras Álvaro Delgado suele ser duro con la dirigencia frenteamplista -en las últimas horas dijo que si el FA propone redimensionar los impuestos significa que “nos la van a dar”- y Jorge Gandini, con otro estilo, confronta seguido con todo el espectro de la izquierda, Laura Raffo ha procurado, al contrario, construir un perfil más enfocado en lo “propositivo”.

Ahora bien, fuentes del Partido Nacional tienen el convencimiento, en función de intercambios mantenidos con la dirigencia de la coalición de izquierda, que la verdadera batalla con la oposición se iniciará luego del discurso de rendición de cuentas que hará el presidente Luis Lacalle Pou el próximo 2 de marzo ante la Asamblea General.

“Están esperando ese discurso”, dijo a El País un dirigente y legislador nacionalista. “Van a comenzar fuerte luego del 2 de marzo”, agregó.

La línea discursiva del FA fue en gran parte adelantada este domingo en el acto aniversario y de lanzamiento de campaña que este partido celebró en La Paloma (Rocha): Andrés Lima apuntó contra la “corrupción” de este gobierno; Mario Bergara cuestionó que “el narco pulula mucho más que antes en todo el territorio nacional”; Carolina Cosse machacó con la “ausencia de rumbo” de la gestión presidencial; y Yamandú Orsi habló del crecimiento de la “desigualdad” y la “pobreza infantil”.

¿Qué se espera para el 2 de marzo? Los blancos asumen que la exposición de Lacalle Pou será muy similar a las anteriores. Aguardan por un repaso de lo realizado en el último año, aunque allegados al mandatario señalaron a El País que estiman que, así como en la sesión del 2023 anunció la baja de impuestos -el IRPF y el IASS-, para esta ocasión también hará anuncios.

Junto con ellos, se espera que haya referencias al avance en las obras viales -la inauguración de varios tramos de distintas rutas-, lo planificado y ejecutado en materia de erradicación de asentamientos, además de una mención a lo que, de acuerdo a la óptica del gobierno, es una mejora de varios indicadores económicos, como la inflación más baja en casi 18 años, el índice del salario real y el nivel de empleo e inversiones. “En el discurso debería reflejarse lo que se hizo en cinco años, con cinco crisis, contra lo que se hizo en 15, con bonanza económica”, señaló a El País un integrante del Poder Ejecutivo cercano al presidente.

La diferencia sustancial con los discursos anteriores reside en que, para los nacionalistas, este marcará, como mojón simbólico, la definitiva línea de largada de la campaña hacia las internas, que para muchos blancos implicará una campaña nacional adelantada, porque la dialéctica con la oposición protagonizará la agenda pública hasta el balotaje de noviembre -más allá de los matices entre los precandidatos.

“Yo lo que espero -dijo Gandini a El País- es que el presidente no entre en el debate electoral con el Frente Amplio, porque no le corresponde. Él tiene que hacer su última rendición presidencial, pensando en el bienestar de la gente, no en el interés de los políticos”. Porque el ida y vuelta con la oposición, agregó, es el “escenario” de quienes “están en campaña”, como él.

Da Silva es otro que entiende que el presidente hará una “síntesis” de lo hecho en su gobierno, y que Lacalle Pou nunca tuvo un discurso “frentecéntrico”. “Va a dar el mismo discurso de siempre”, dijo el senador, que hoy integra la plataforma política que apoya a Delgado -a quien define como el “articulador” del presidente en la campaña-, y que pregona como lema político-personal que “el gobierno deje las tijeras mochas y los militantes las suelas gastadas”.

Por lo demás, en fila nacionalistas esperan también que la militancia blanca se movilice en apoyo a Lacalle Pou, cumpliendo con la arenga que hizo la vicepresidenta Beatriz Argimón en el encuentro del sábado 3 de febrero entre el grupo D Centro y Futuro Nacional.

“Hagamos militancia este 2 de marzo para mostrar esa esperanza que tenemos de que este modelo de gobierno continúe”, pidió ese día la presidenta de la Asamblea General. y continuó: “Los invito fuertemente a militar este 2 de marzo y subirlo en nuestras redes, juntarnos con amigos y escuchar al presidente”.