Ana Olivera, diputada del Partido Comunista del Uruguay (PCU) y el Frente Amplio (FA), presentó su carta de renuncia a la banca. En la sesión de este miércoles, la exintendenta de Montevideo se despidió y recibió comentarios halagadores de correligionarios y opositores.
La renuncia entrará en vigor el 1° de marzo de 2026. En la carta dijo que su intención era programar su relevo "dando paso a las nuevas generaciones", y por eso quería que asumiera en su lugar "una joven mujer", su suplente Natalia Díaz.
Olivera, de 71 años, dijo, seguirá en la militancia del PCU y el FA, pero ya no pretende volver a estar en cargos electivos del Parlamento. "Uno hoy está acá y mañana está en otro lado y es igual. Nunca aspiré a estar en ninguno de los lugares, porque aparte en mi generación empecé perdiendo y perdiendo siempre", apuntó al final de la sesión.
Su búsqueda política es "querer transformar la realidad desde cualquier lugar, y desde cualquier lugar se puede", según expresó.
Ana Olivera repasó anécdotas con opositores y reconoció que a uno de ellos se lo quiso "comer crudo" en una discusión
Fueron varios los diputados de otros partidos políticos que destacaron su trayectoria. Uno de ellos fue Juan Martín Rodríguez, del Partido Nacional. Olivera, cuando tomó la palabra, reconoció estar "en las antípodas" de Rodríguez, y luego contó una anécdota que comparten: "No me olvido más una discusión sobre el tema Cuba en el momento en que el padre de mi hijo, que vivía en Cuba, se estaba muriendo. Lo quería comer crudo. Sin embargo esa discusión permitió que yo después pudiera mandar dinero a Cuba, que no se podía, porque alguien que estaba escuchando ese debate me dijo cómo hacerlo".
Entonces se refirió al "prejuicio que hay sobre ser de izquierda" y aludió a "varios que escriben en las redes", como cuando ella se cayó en el Parlamento y se golpeó la cabeza con un escalón. "Qué lástima que la zurda no se mató", le escribió un usuario, según relató. "Y estos no saben de qué estamos hablando y no saben que (Federico) Casaretto (diputado del Partido Nacional) me agarró la cabeza para que no la moviera", apuntó.
"Me ponen furiosa, sí, es verdad, porque tenemos opiniones distintas, pero nos conocemos acá porque acá compartimos a veces mucho más de lo que compartimos con nuestras familias", añadió.
Luego habló sobre su salida: "No me voy para mi casa". "Cuando me plantearon ser candidata y encabezar la lista de Montevideo, dije 'encabezo pero voy a estar un año, me voy a ir al año y quiero que sea una mujer quien me remplace'. Llevo 55 años de militancia y más de 30 de exposición política pública. Es el momento adecuado para decir que vengan las nuevas generaciones", expresó.
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