El Tribunal de Apelaciones falló en contra de un exjerarca policial de Tacuarembó que demandó a una agente por daños y perjuicios. Le pedía US$ 70.000 en respuesta a una denuncia por acoso sexual que no llegó a comprobarse.

El caso se inició en 2017, cuando una funcionaria de la Policía de Tacuarembó presentó una denuncia por acoso sexual contra su jefe, a quien otras tres trabajadoras adjudicaron situaciones similares.

El caso llegó a la Comisión Permanente de Acoso Sexual del Ministerio del Interior, que ratificó la denuncia y realizó un sumario contra el entonces jerarca. “Surgen elementos que confirman la existencia de una conducta compatible con el acoso sexual”, indicaba la resolución.

A raíz de esto, la cartera resolvió hacer un sumario. Según pudo saber El País con fuentes vinculadas al caso, quienes estaban a cargo de hacerlo entendieron que existían “dudas razonables” sobre la existencia de situaciones de acoso sexual, pero ante la “falta de evidencias” resolvieron archivar el caso.

En 2021, cuatro años después de ocurrida la denuncia de la funcionaria, el exjerarca inició un juicio civil a la agente, demandándola por daños y perjuicios. La suma solicita- da por el comisario fue de US$ 70.000.

Luego de que la demanda fue desestimada por la jueza de Tacuarembó, Sylvana García, se llevó al Tribunal de Apelaciones, que también falló en contra del exjerarca policial por entender que la denuncia de la agente “no configura abuso de derecho”.

Poco tiempo después de denunciar, la funcionaria decidió abandonar la Policía diciendo sufrir “represalias”, aunque tampoco llegó a comprobarse judicialmente. Actualmente el comisario involucrado ya se jubiló.