Redacción El País
Los ladrones llegaron en dos autos a las 14:45 del lunes de la semana pasada a la sucursal del Banco República (BROU) ubicada en la intersección de tres calles, Solferino, Monzón y Avenida Italia, en el barrio Buceo de Montevideo. Tres hombres armados ingresaron al local, uno de ellos le pegó un culatazo a una guardia de seguridad y le robó su arma, mientras los otros dos fueron a donde estaba ubicado un funcionario que en ese momento contaba el dinero que se había retirado de las buzoneras. Las cifras iniciales indicaban que huyeron con $ 1.000.000 y unos US$ 80.000. Afuera, en los vehículos, los esperaban otros delincuentes.
Ya pasaron ocho días desde aquel asalto y la investigación hasta ahora no permitió detener a los delincuentes, ni tampoco identificarlos. De hecho, no está claro cuántos eran los cómplices que quedaron afuera del local, en los vehículos, prontos para la huida.
Así lo confirmó El País en diálogo con fuentes de la Fiscalía y del Ministerio del Interior. Los consultados afirmaron que aún se está “en plena investigación” y que, en base al testimonio de los testigos, se pudieron recabar algunos datos, pero ninguno que permita identificar fehacientemente a los delincuentes.
Fuentes judiciales indicaron que la fiscal al mando de la investigación, Lucía Nogueira, “está priorizando” el caso “por la gravedad del hecho”, y mantienen esperanzas de que en los próximos días pueda haber novedades.
El día del robo, el jefe de Policía de Montevideo, Mario D’Elía, dio a entender que los ladrones estaban al tanto de algunos movimientos de la sucursal bancaria, como la hora en la que se hacía el conteo del efectivo. “Seguramente hubo, por lo menos, un trabajo de visualización de cómo se movían dentro de la sucursal”, indicó el jerarca en rueda de prensa.