Este jueves, el exsenador Gustavo Penadés se jugaba, otra vez, la posibilidad de dejar la cárcel. Pero una escena que la jueza Marcela Vargas afirma haber visto con sus propios ojos selló su suerte para que pase, al menos, seis meses más en prisión. “Lo vi yo, lo presencié yo”, insistió.
La jueza indicó que Penadés ejerció “un acto claro de intimidación” respecto de Federico Rodríguez, uno de los policías condenados por participar de la “trama” para salvar al exsenador. Esa que la fiscal Isabel Ithurralde calificó de “asociación para delinquir” y de la que Penadés fue “jefe promotor”.
Las personas tienen derecho a esperar su juicio en libertad, salvo que eso signifique un riesgo para el proceso. Pero, según concluyó la jueza, si estando en audiencia con la jueza presente “intimidó” a un testigo, ¿qué podría hacer con el resto de los 54 citados si ella dispone el arresto domiciliario?
Rodríguez declaró en cuatro audiencias diferentes y se refirió a cómo siguió órdenes del exdirector del Comcar Carlos Tarocco para colaborar con la “trama” a cambio de dinero. A su vez, él es especialmente vulnerable porque, después de haber quedado preso, se halló un mensaje en el celular de Tarocco que hablaba de “desaparecer” a Rodríguez. El mensaje se lo envió a una persona con antecedentes por narcotráfico, especificó Ithurralde.
Según relató la fiscal, la abogada de las víctimas Soledad Suárez y validó la propia jueza, al final de la tercera audiencia de declaración del testigo Penadés se acercó, le apretó la mano fuerte y le dijo: “Un gusto, nos vemos”. “Quedó pálido”, aseguró la jueza Vargas, quien manifestó haberse quedado “muy preocupada” por lo sucedido y corroboró que hubiera quedado grabado. Suárez agregó que Rodríguez dijo: "Estoy más asustado que el día que me pegaron un tiro", refiriéndose a una herida recibida cuando ejercía como policía.
Esto fue criticado por el propio Penadés y su defensa, quienes advirtieron que lo saludó por una cuestión de educación. “Es de buena educación, pero se ve que acá la ordinariez es la regla”, criticó el exlegislador.
Vargas contextualizó el hecho diciendo que, aunque sabía que es cierto que Penadés estaba enfermo en las audiencias de declaración de Rodríguez, notó que comenzó a toser específicamente cuando el testigo arrancó a dar el testimonio. Y agregó que a “ningún imputado” los custodias le permiten acercarse a un testigo y a él sí se lo permitieron. "Vino muy rápido caminando, muy rápido y lo agarró del brazo al testigo", dijo Vargas y añadió: “Usted le da sandwiches a los policías y eso solo pasa con usted”.
“Era la primera oportunidad que usted tenía de estar en contacto con un testigo, material, físicamente, a unos pocos metros suyo. ¿Qué debo pensar que pasaría si yo lo mando a su casa con una policía a la cual usted le da comida, le da sándwiches?”, desarrolló.
La abogada de Penadés, Laura Robatto, lamentó que con este argumento “se sigue aumentando el monstruo”. “Mi defendido tosió porque estaba enfermo y saludó”, resumió.
La jueza, además, se refirió a que la Fiscalía ya presentó la acusación, pidió 16 años para Penadés y 6 para el profesor Sebastián Mauvezín. Eso implica que “no es la misma situación que nos encontrábamos, donde había además una fiscal cuestionada”, refiriéndose a Alicia Ghione, pero “hubo una nueva fiscal”, Ithurralde, “que ratificó toda la actuación” de Ghione.
Los dos datos de la Fiscalía y la crítica de la defensa
Ithurralde hizo énfasis en que en el tramo final de la investigación se hallaron nuevas evidencias que fortalecen la causa. Una de ellas es la declaración de un amigo de Penadés que es socio en una red de cobranzas e hizo varios pagos “por montos elevados” a Mauvezín, a pedido del exsenador. El testigo aseguró que lo hacía por “beneficencia”.
Luego, habló de un informe policial en el que se analizaron giros de Mauvezín a jóvenes de “entre 18 y 20 años”, por montos de $500 o $1000. Uno de los beneficiarios declaró que le vendió fotos íntimas al profesor y que él le ofreció una suma más grande de dinero por tener sexo con “personas mayores, personas de la edad del señor Penadés”, dijo Ithurralde.
Los defensores de ambos imputados insistieron en que eso no es prueba de ningún delito, mientras que la Fiscalía rebatió que es información contextual que coincide con lo relatado por las víctimas.
A su vez, Ithurralde indicó que hay cuatro víctimas que volverán a declarar en el juzgado. Esto fue criticado por la defensa de Penadés que aseguró que vendrán a modificar sus declaraciones por grandes discrepancias que hubo en sus versiones. Por ejemplo, en el caso de Javier Viana quien sostuvo que era menor de edad y rectificó su versión diciendo que era mayor cuando tuvo relaciones con Penadés. Él, además, denuncia abuso sexual. La fiscal aseguró que no modificarán sus declaraciones sino que ampliarán algunos puntos.
Abogada de Penadés habla de "ensañamiento" y la de las víctimas de "exhibición de poder"
Robatto calificó de "disparate" que su cliente y Mauvezín estén presos y aseguró que se les está adelantando la pena. Afirmó que hay un “ensañamiento” contra ellos.
Hizo hincapié en que ellos tuvieron acceso a los contactos del teléfono de Mauvezín y que en este nunca vieron a ningún menor. "No entiendo por qué es delito que un adulto tenga encuentros sexuales con otro adulto, en este caso no se ha respetado la libertad sexual".
Mientras que Suárez, la abogada de las víctimas, valoró que Penadés “hace una exhibición de su poder constantemente” con el fin de intimidar. En audiencia indicó que tiene “dudas” de que la “trama” esté totalmente desarticulada. Desarrolló que hubo personas que participaron desde la DGI, la Corte Electoral y la Dirección Nacional de Identificación Civil (DNIC) que no fueron llamadas a responsabilidad.
"Más allá de la responsabilidad en concreto de esas personas, que no es para analizar acá, sino más bien del tamaño (de la trama) (...) se expande como una red por diferentes lugares del Estado", afirmó.