Desde que el príncipe Andrés fue acusado de abuso sexual su papel e importancia dentro de la monarquía británica disminuyó abruptamente pero la fallecida reina Isabel II tenía el plan perfecto para que la reputación de su hijo favorito fuera restaurada, además de conseguir que las personas volvieran a empatizar con él.

Sin embargo, debido a que la salud de Isabel II se vio deteriorada con frecuencia, Andrés de York no pudo ejecutar el plan de su querida mamá lo que ha ocasionado un profundo rechazo entre los británicos.

Aunque Andrés de York, de 62 años, consiguió llegar a un acuerdo económico con Virginia Giuffre para evitar los juzgados, su reputación quedó manchada algo que sin duda, la fallecida reina de Reino Unido quería revertir.

De acuerdo con información de "The Mirror" y "Ok Diario", el plan de la monarca para que Andrés volviera a empatizar con las personas era que se dedicar a las causas benéficas. Aparentemente pensaba que poner a su hijo a ayudar a las personas podría mejorar, poco a poco, la forma en que los británicos lo percibían.

Algunost tabloides británicos como "Daily Mail" y "The Mirror" han asegurado que Andrés se encuentra haciendo todo lo posible para recuperar la confianza del rey Carlos III y que le permita volver a ejercer sus obligaciones reales. No obstante, el monarca británico se ha mostrado firme y no ha cedido, lo que aparentemente ha llevado al duque de York hasta las lágrimas.

La situación de Andrés de York podría volver a perjudicarse si es que su presunta víctima Virginia Giuffre decida hacer un libro o alguna entrevista para contar su versión.

El Universal (GDA)