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LADY DI

Este era el apodo que usaba Lady Di para reunirse con su amante y pasar desapercibida

Los romances ocultos de Lady Di no son tan secretos y aparentemente la princesa de Gales adoptaba otra identidad cuando estaba en la intimidad.

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Auto de la princesa Diana subastado por Silverstone Auctions. Foto: Silverstone Auctions,

James Hewitt fue profesor de equitación de Lady Di desde 1986 hasta 1990. Durante ese período, el oficial de caballería del ejército británico y la princesa mantuvieron un romance secreto que, dicen, la ayudó a sobrellevar la relación histórica y prohibida de su marido, el ahora Rey Carlos III, con Camilla Parker Bowles.

La pareja se reunía en secreto en una casa que la madre del jinete tenía en Devon. Así lo relata Ken Wharfe en su libro Diana: un secreto muy bien guardado, quien se desempeñó como encargado de seguridad de la princesa durante años.

De acuerdo con lo que cuenta Wharfe, allí Diana y James cocinaban juntos, jugaban a las cartas y paseaban junto al mar. Parecían sentirse libres de ser auténticos. A ella le gustaba que él la llame Julia, una mujer a la que imaginaba sin ataduras sin familia, historia, pasado y futuro.

El romance se interrumpió cuando en 1990 Hewitt fue destinado a cumplir sus obligaciones en Alemania. El profesor de equitación no dudó en sumar nuevos tormentos a la princesa cuando en 1995 publicó el libro Princesa enamorada, donde contaba su historia de amor con Diana. De acuerdo con la revista People, ella lo amaba, pero en aquel momento se sintió muy decepcionada por la traición.

No conforme con el libro, veinte años después el jinete intentó hacerse de unas libras con la venta de las cartas de amor que se intercambiaron con frases escritas por ella como "Te has marchado y todo resulta tan vacío.".

Uno de los mitos que todavía circula es que Hewitt podría ser el padre del príncipe Harry debido a su parecido físico. Sin embargo, el mismo profesor se encargó de negar el rumor en una entrevista realizada en 2002 para el periódico Sunday Mirror: "Es cierto que el pelo rojo es similar al mío y la gente dice que nos parecemos. Nunca alenté estas comparaciones y, aunque estuve con Diana por mucho tiempo, debo decir de una vez por todas que no soy el padre de Harry. Cuando conocí a Diana, él ya era un niño pequeño".

La Nación / GDA

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