Emprendió un local gastronómico que honra a sus ancestros italianos y conquista con sus platos en Punta Espinillo

A 30 kilómetros del centro de Montevideo, a orillas del Río de la Plata y del Río Santa Lucía, Silvia Del Arco conquista con su atención y las delicias que lleva a la mesa en su Parador Gourmet.

Instalado dentro del Parque Municipal de Punta Espinillo, el lugar combina su abundante naturaleza con la excelente atención de la casa. Nacida y criada en la zona, Del Arco está a cargo del camping, el parador y también del alojamiento Finca Espinillo.

«En el parador, nuestro fuerte son las pastas artesanales. Fusionamos aromas y sabores, ofrecemos platos que recuerdan a nuestros orígenes con recetas que llegaron desde nuestros antepasados inmigrantes italianos», detalla.

A su homenaje a los ancestros, también suma la innovación en la cocina, y sus preparaciones sorprenden; vale la pena probar la pavlova con arazá amarillo, un sí rotundo de la carta. También hay platos con guayabo del país, higos, guayabo brasilero, todo lo cultiva la madre de Silvia (78 años) en la huerta orgánica que provee al restaurante con ingredientes frescos y de estación. «Todo lo hacemos casero, también el pan», enfatiza Del Arco.

La curaduría de la emprendedora, vecina y ferviente promotora de Montevideo al oeste, incluye la degustación y venta de envasados orgánicos con frutos nativos, además de un vino de la casa que se hace con Tannat, Harriague e Híbridas.

«Es creación de Manuel Filgueira y (la bodega) Los Nadies; es un tributo a mi abuelo Aníbal, inmigrante piamontés que llegó a los 7 años a esta zona y creó una bodega que bautizó El Placer», explicó.

El sitio puede visitarse hasta fin de Semana de Turismo de 9 a 21 horas, luego abrirá sábados, domingos y feriados de 12 a 18 horas. Se recomienda reservar previamente.

En tanto, Finca Espinillo, una cabaña acondicionada en un vagón de tren -ideal para una escapada romántica-, está disponible todo el año. El alojamiento incluye desayuno y su tarifa varía (de lunes a jueves, US$ 120 por día; de viernes a domingo, U$$ 150). «Acá todo está cuidado al detalle, incluido los amenities de la cabaña», concluyó.