El rumbo del país, los impactos de la tecnología y los costos en salud, según una empresa referente del sector

Pablo Fernández, gerente comercial y de marketing de Blue Cross & Blue Shield, plantea generar acuerdos nacionales para atraer inversiones. "Tenemos obligación de generar trabajo para todos", señala

Pablo Fernandez, gerente comercial y de marketing de Blue Cross & Blue Shield.
Pablo Fernandez, gerente comercial y de marketing de Blue Cross & Blue Shield.
Leonardo Mainé

Pablo Fernández nació hace 61 años en Montevideo. Estudió en el colegio y liceo San Juan Bautista y se graduó como Doctor en Medicina en la Universidad de la República (Udelar). Casado y padre de dos hijos, también realizó un Máster en Dirección de Empresas de Salud en el IEEM, un MBA de triple titulación en la Universidad de la Empresa, además de un “marketing program” en Miami University. Hoy es gerente comercial y de marketing de una empresa que crece en el sector de salud privada con nuevas tecnologías y servicios, y que en diciembre abrirá las puertas de una nueva clínica en Carrasco.

Los sistemas de salud avanzan a la par del desarrollo tecnológico, y las empresas del sector crecen de la mano de nuevas demandas y desafíos. Sobre este punto y las oportunidades que representa para Uruguay la llegada de inversiones, conversó el gerente comercial y de marketing de Blue Cross & Blue Shield, con El Empresario.

—¿Cómo observa a Uruguay y sus perspectivas de desarrollo?
—En los últimos años Uruguay se venía perfilando como un país con un marco jurídico, empresarial y de visión estratégica con un direccionamiento claro hacia una apertura gradual al mundo. Es un país pequeño donde todos nos conocemos. Si lo mirás en ese contexto, podemos decir: “No debería ser tan complejo lograr una situación de bienestar para toda la población”. Entiendo que una de las primeras medidas que, como país, debemos tomar, es la obligación de generar trabajo para todos. En la medida en que se genera trabajo logramos cubrir uno de los primeros eslabones de necesidad de la sociedad. Eso claramente hay que complementarlo con educación, cultura, salud y seguridad. Si medianamente podemos conseguir eso, con el pilar del trabajo vamos a lograr uno de los elementos, a mi entender, fundacionales en el bienestar de todos. Entiendo entonces que en este sentido el gran objetivo país es salir a buscar empresas que quieran instalarse e invertir en Uruguay. En esa dirección se venía trabajando y se venía consiguiendo. Nos veníamos mostrando como un lugar seguro desde lo jurídico, económico y concomitantemente, buscando ser un lugar de asentamiento de headquarters de compañías.

Tenemos un país con características interesantes desde varios puntos de vista. No tenemos grandes alteraciones climatológicas, el concepto de “penillanura levemente ondulada” nos favorece, tenemos bien definidas las estaciones y un Uruguay Natural donde habita una sociedad tranquila. Hay que profundizar en ese concepto de tranquilidad y seguridad, que es atractivo para las familias que quieren instalarse. Si miramos el barrio, en Latinoamérica tenemos grandes oportunidades. Sin duda, la cultura y la formación son fundamentales en líneas generales y tenemos que recuperarlas. A nivel formativo lo vemos por ejemplo en la explosión de los emprendimientos tecnológicos. Uruguay tiene buenos recursos, pero necesitamos más formación. Hoy, con la conectividad y globalización hay muchas oportunidades. Todos esos elementos hablan a favor de nuestro país, y creo que podemos lograr transformaciones.

—¿Considera que esa visión sigue vigente?
—En una transición de gobierno siempre hay un parate o un recalcular hacia dónde se va. Me gustaría que se profundice el camino iniciado y acelerar los procesos. Como país y sociedad tenemos muchos desafíos, y en este camino de buscar oportunidades y empresas tenemos que repensar mucho esas acciones. Si entendemos que el trabajo es lo prioritario y sabemos que competimos con otros países y condiciones laborales, económicas, formativas y culturales, ¿de qué manera, entre el sector empresarial, el trabajador, el político y el marco país, creamos las condiciones para que esas empresas se establezcan?

—Es un tema a atender entre el ámbito público y el privado...
—Sí, es un desafío a tomar entre todos. Desde el sector empresarial hasta el trabajador, tiene que haber una coincidencia y un acuerdo en el hacia dónde y en el cómo. El cuándo es ya. Me da mucha lástima y frustración cuando una empresa grande con muchos puestos laborales y muchas familias viviendo de esos trabajos decide irse del país. No nos podemos permitir eso. Tenemos que preservarlas y que digan: “Uruguay es un buen lugar para generar nuestra plataforma de negocios”, y que esas condiciones que lo hacen un buen lugar sean atractivas a la hora de captar más emprendimientos. Hay un gran desafío para la clase política, empresarial y gremial. Hay que desmitificar ese falso enfrentamiento entre los intereses empresariales y los de los trabajadores, en el entendido de que el interés es común. Nos debemos una charla de acuerdos pragmáticos y levantar la vara con un norte común, así como empleos de calidad sostenibles.

Pablo Fernandez, gerente comercial y de marketing de Blue Cross & Blue Shield.
Pablo Fernandez, gerente comercial y de marketing de Blue Cross & Blue Shield.
Leonardo Mainé

—¿Qué perspectivas de crecimiento tiene el rubro salud?
—Este es un sector bastante complejo por múltiples causas. En Uruguay tenemos desde hace tiempo un buen sistema sanitario en la conjunción de prestadores públicos y privados, con interesantes y diferenciales herramientas como el SNIS (Sistema Nacional Integrado de Salud) y el Fondo Nacional de Recursos (FNR). Tenemos un sistema que estructuralmente se muestra bastante robusto, con un sistema de atención medica prehospitalaria, con una buena proporción de médicos con respecto a la población, aunque quizás con falta de recursos de enfermería. Y tenemos un problema de inmediatez de respuesta. Tecnológicamente venimos aggiornándonos y avanzando. Tenemos un problema de masa crítica: es poca la población y los equipos duran más de lo que la tecnología avanza. Hay que buscar la manera de abordar el recambio tecnológico. Por otro lado, la medicina, la farmacología y el diagnóstico vienen avanzando a pasos agigantados. Están apareciendo nuevos medicamentos, tratamientos y estrategias diagnósticas para dar solución a enfermedades que antes no se podían atender. La contracara es la carestía de los procedimientos y fármacos. La medicina es muy cara, ese es un problema que afecta al sector en todo el mundo. El uruguayo, como recibe el servicio a través del derecho a la salud a nivel estatal, con un sistema mutual históricamente instalado y un sistema de salud pública, no percibe la carestía del mismo. Quizás las primas que se reciben como cápitas o cuotas de afiliación no alcancen para vender el tipo de medicina que está al alcance y que se requiere para que sea más equitativo para la población. Es un tema complejo y con múltiples aristas.

—¿Cómo impacta el avance tecnológico en las estrategias de Blue Cross & Blue Shield?
—La tecnología es un campo muy desafiante, que me atrae mucho, y ya la estamos utilizando. La inteligencia artificial (IA) generativa es un capítulo gigante que se abre. Creo que va a ayudar a mejorar la performance de los médicos y a acercar la medicina a lugares más distantes, así como optimizar costos. A nivel tecnológico hemos dado pasos muy importantes, como la apertura de RT International Institute, un moderno centro de radioterapia desarrollado junto al Hospital Británico y docentes universitarios. Es uno de los más avanzados de la región, con equipamiento de última generación que integra IA en sus diagnósticos. Un hito no solo para nuestros afiliados, sino para el país.

Obviamente, la IA no sustituye a los médicos, pero sí acorta tiempos. Permite mayor precisión y velocidad pero requiere un fuerte control por parte de los profesionales. Ese cruce entre el conocimiento clínico y los datos procesados por la tecnología genera resultados superiores. Un diferencial de Blue Cross es su modelo de libre elección: el paciente elige dónde atenderse y el médico puede optar por el centro y medicación que considere más adecuada. Contamos con una amplia red de prestadores médicos y centros de estudios, así como con nuestros centros de asistencia como Clínica Oliva (ubicada en Punta carretas) y próximamente Clínica Belmont (que se ubicará en el corazón de Carrasco). También, todos nuestros planes tienen acceso a servicios en Argentina, formamos parte del grupo Swiss Medical, y eso da acceso a los mas reconocidos sanatorios con tecnología de último nivel que completan las prestaciones que brindamos en Uruguay.

Siempre decimos que "pensamos los productos como si fueran para nuestra familia" y así los ofrecemos a nuestros clientes, partimos de un concepto de excelencia fuertemente personalizada y humanizada. Además tenemos productos que adicionan cobertura mundial con un monto US$ 2 millones por año transformándose en un producto potente y único en la región. Por ejemplo, en EE.UU. vemos tecnologías que acá no hay y a las que pueden acceder con estos planes nuestros pacientes. Nuestros productos están diseñados buscando la excelencia. Sin dudas, hoy todos tenemos sobre la mesa un desafío mayor: el costo creciente de la medicina. Si no se gestiona adecuadamente, puede volverse socialmente injusta. Por eso necesitamos una articulación público-privada sólida y políticas claras para sostener un sistema accesible, eficiente y humano.

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